El 18 de febrero de 1637, a la altura de la Punta del Lagarto, en Cornualles, la escuadra del almirante Miguel de Horna interceptaba y capturaba un convoy holandés de 44 mercantes y una escolta de 6 buques de guerra. Su escuadra estaba compuesta por 6 galeones y 2 fragatas.
La escuadra de Miguel de Horna era un conglomerado aliado hispano-flamenco, en la que servían como capitanes Antonio de Anciondo, Marcus van Oben, Cornelis Meyne, Antonio Díaz y Salvador Rodríguez. Habían partido a mediados de febrero de Dunquerque para acciones de castigo.
Tras patrullar el canal de la Mancha habían avistado un gran convoy anglo-holandés de 44 mercantes, siendo más de la mitad holandeses, y con una escolta de 6 buques de guerra. Al confirmar las banderas enemigas, Horna ordenó poner proa hacia el convoy. Estaban en Lizard Point.
El galeón de Horna se dirigió directamente hacia la nave capitana, trabando combate de cuerpo a cuerpo mientras que el resto de los galeones españoles hacían fuego sobre la escolta. Las rápidas fragatas españolas comenzaron a interceptar a los mercantes en fuga.
Ante la importante superioridad del fuego español, los mercantes se dispersaron e intentaron escapar, sin embargo, 14 de ellos eran alcanzados y terminaban rindiéndose. De la escolta enemiga, 3 buques de guerra se hundieron y otros 3 fueron capturados por los españoles.
Poco después, el almirante Horna marinaba hasta Dunquerque las 17 presas, además de gran cantidad de suministros de guerra, municiones y cañones. Posteriormente, Horna capturaría a sendos convoyes en Mardyck, Channel y frente a Burdeos. En total, más de 50 mercantes.
Aunque parece olvidarse o se omite, las acciones de castigo y contra rutas comerciales enemigas llevadas a cabo por España en los siglos XVI y XVII fueron muy fructíferas, estrangulando las operaciones de las Compañías de las Indias Orientales (tanto inglesa como holandesa).
Por otro lado, las fragatas, de tecnología hispano-holandesa, fueron una innovación naval de gran importancia en el siglo XVII, pasando a ser la nave polivalente de referencia gracias a su velocidad, maniobra y buena potencia de artillería. Serían rápidamente adoptadas por Holand
Bibliografía:
Fernández Duro, C. (1972). Historia de la Armada Española. Madrid: Museo Naval.
Láminas:
Carlos Parilla
y otros.
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Tal día como hoy, 25 de diciembre de 1492, unas corrientes hacían encallar a la nao San María al norte de la isla La Española, lo que hoy se conoce como Punta Santa. El destino conspiró para que se estableciera el primer asentamiento español en el Nuevo Mundo: el Fuerte Navidad.
Cristóbal Colón navegaba desde el cabo de Santo Tomás hasta Punta Santa para conocer al cacique Guacanagarí. Al anochecer, los oficiales se retiraron y se dejó el gobierno de la nao a un mozo, un grumete. Unas corrientes empujaron a la nao Santa María hacia un banco de arena.
A eso de las 12:00 de la noche, el mozo dio alarma y la tripulación trató de evitar el naufragio, ya inevitable. La tripulación se salvó en parte gracias al cacique Guacanagari, que acudió al rescate con canoas. No hubo bajas, pero la nao Santa María quedó varada e irrecuperable.
Tal día como hoy, 4 de julio de 1776, las Trece Colonias se declaraban independientes del Reino Unido, como los Estados Unidos de América. España apoyaba a los estadounidenses con grandes sumas de dinero, uniformes, armas, y tropas. Sin ella nunca lo hubieran conseguido.
Desde 1775, a través de la empresa Roderique Hortalez y Cía y con intermediación del gobernador de la Luisiana Luis de Unzaga, Diego de Gardoqui y Pierre Caron de Beaumarchais, España envió a los patriotas la friolera de 6.150.000 Reales en monedas de a ocho, el spanish dollar.
Además, a través de las empresas y filiales de Roderique se enviaron 216 cañones, 27 morteros, 30.000 mosquetes y bayonetas, 51.314 balas, 300.000 libras de pólvora, 12.868 granadas de artillería, 30.000 uniformes, 32.000 varas de paño, 18.000 mantas y 4.000 tiendas de campaña.
Tal día como hoy, 9 de junio de 1770, la división española de 4 fragatas del capitán de navío Ignacio de Madariaga expulsaba a los británicos de las islas Malvinas. Los británicos habían bautizado su asentamiento como Port Egmont; los españoles como Puerto Soledad.
Aunque los franceses del conde de Bougainville habían sido los primeros en asentarse en las islas, el archipiélago pertenecía legítimamente a España. Así terminarían evacuándolo. Los británicos tratarían en varias ocasiones de hacerse con ellas por su importancia estratégica.
Este asentamiento, aunque intentó ser ocultado por los británicos, no pasó desapercibido en España, y el espionaje español consiguió localizarlo; el rey Carlos III ordenó que los británicos fueran desalojados con la división naval del río de la Plata.
Tal día como hoy, 4 de mayo de 1588, una flota de 200 buques y con 23.375 ingleses se presentaba en Coruña para tomar la ciudad. La heroica defensa de Juan Pacheco de Toledo con 1.500 hombres, y mujeres, la derrotaría. El desastre fue tal que se llamó la Invencible Inglesa.
Isabel I había organizado una grandísima escuadra compuesta por 6 galeones reales, 60 mercantes armados, 60 filibotes, 20 pinazas y un gran número de transportes de tropas, en total unos 200 buques; la tropa eran 23.375 hombres, entre soldados y marineros.
El mando de tan impresionante contingente lo ostentaba Francis Drake, con apoyo de John Norreys, Walter Raleigh y Robert Devereux, los principales almirantes y cortesanos ingleses. Por su parte, la expedición estuvo financiada por capital real y privado, incluyendo holandés.
Tal día como hoy, 30 de abril de 1657, una escuadra inglesa de 23 navíos de guerra atacaba la Flota de Indias en Santa Cruz de Tenerife recién llegada de La Habana y Veracruz. Si bien los ingleses destruyeron 2 galeones y 7 mercantes, Diego de Egües había desembarcado la carga.
A pesar de la superioridad numérica, pues la Flota de Indias estaba compuesta por 21 mercantes y sólo 2 galeones de escolta, los ingleses no pudieron cumplir con su objetivo. Por esta razón ambos contendientes se atribuyeron la victoria, recompensando a los participantes.
España perdió parte de su Flota de Indias y escolta de galeones, si bien consiguió desembarcar la carga que era la prioridad, teniendo más bajas. Inglaterra sufrió desperfectos en su flota aunque consiguió salir de puerto sin grandes bajas, pero sin lograr su objetivo.
Tal día como hoy, 27 de abril de 1521, en la batalla de Mactán que se libró en la isla de Cebú, murió Fernando de Magallanes al enfrentarse con 49 de sus hombres a 1.500 nativos del caudillo Lapulapu. El resto de los expedicionarios observaban desde sus naves la batalla.
A causa de la orografía rocosa de la isla, Magallanes no pudo desembarcar directamente, ni recibir apoyo de la artillería de sus naves, por lo que tuvo que anclar en la distancia y llegar en botes hasta la playa. Para la misión, Magallanes eligió a 48 hombres, sobresalientes.
Los sobresalientes eran soldados embarcados, un tipo de infantería anterior a la de Marina. Usaban espada, rodela y media armadura. Al desembarcar, tuvieron que andar casi un km y tenían el agua por encima de la rodilla. Los nativos se lanzaron contra los fatigados soldados.