Esta naturaleza muerta es insólita. Junto a las flores, su artista ha introducido otro misterio de la creación: la electricidad. #Hilo
El artista podría ser Paul Lelong (s. XIX) aunque no se sabe con certeza. El generador electroestático nos lleva a escuchar en el zumbido de la rueda y el crepitar de las chispas cuando todo está en movimiento.
Pero en la pintura,todo está en calma. El experimento ha acabado.
Frente a los grises azulados de la rueda y el fondo oscuro, destaca el brillo de los conductores de latón y el dorado reluciente de las hojas de oro que se encuentran dentro de la botella de Leyden. La cadena dorada se arrastra saliendo del marco, conectando con el suelo.
En el extremo izquierdo, vemos el "huevo eléctrico" del Abbé Nollet: un tubo de vidrio al vacío, con un alambre que sellaba uno de sus extremos y en el que reprodujo el fenómeno de Hauksbee; una fuente de electricidad de alto voltaje permitió la invención de los Rayos X.
¿Qué significa el jarrón de las flores en toda esta alegoría del avance de la ciencia? Dos rosas y un ramo de violetas ilustran la belleza del mundo natural, mientras que nos recuerdan que estamos ante una naturaleza muerta: ahora, todos ellos, son objetos inanimados.
El jarrón también nos dice algo sobre el mundo de los viajes y la experimentación. Sobre fondo azul nos muestra una escena oriental, a través de una figura que porta una sombrilla en un paisaje exótico. Sus mangos dorados brillan tan intensamente como los conductores eléctricos.
Las maravillas de la ciencia son reveladas a través la pintura, que también nos muestra la capacidad de la humanidad para viajar por el mundo y asombrarse con el descubrimiento de la naturaleza y sus diferentes culturas.
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📷Imagen de la botánica Elinor Frances Vallentin (1873-1924) pintando en su cuaderno.
Nació y vivió gran parte de su vida en una de las áreas más remotas de las Islas Malvinas. Se formó en botánica en Kew (Londres). A su regreso a Malvinas comenzó a estudiar la flora local...
y a pintar las plantas del natural. Le gustaba ilustrarlas vivas.
Al fin, se decidió a mostrar la flora de su tierra natal. Creó una colección de más de quinientos ejemplares de flores y plantas. En 1912, terminó su gran proyecto: un tratado sobre la flora de Malvinas, pero...
quedó embarazada de su primer hijo, que nació en 1913, postponiendo sus planes de publicación.
Sus dibujos habían sido exhibidos frente a la Sociedad Linneana de Londres, obteniendo el aplauso general. Desafortunadamente, su salud empeoró y no fue capaz de terminar su proyecto.
Decía el físico Richard Feynman que la ciencia permitía apreciar la belleza de la flor de una forma que va mucho más allá de la estética. Una dimensión que se adentra en lo invisible.
Hilo con tres formas de ver una flor: la Saxifraga blanca de la botánica Blanca Catalán de Ocón.
1. Mata de saxifraga blanca entre vegetació (1988). Arxiu Fotogràfic Centre Excursionista de Catalunya. Joaquim Isant i Ferrer.
Pocas veces vemos esta planta en su hábitat original. Así la pudo encontrar Blanca Catalán de Ocón, al descubrirla, en 1878, entre valles turolenses.
“Quien haya logrado escapar a las tormentas de la vida, que se interne conmigo en los bosques (...) A ellos habla el coro del mundo. Solo en las montañas está la libertad. Allí donde no llega el aliento de las tumbas y el hombre no contamina el mundo con sus miserias”. (Humboldt)
Elizabeth Blackwell (c.1700-1758) es una de las primeras ilustradoras botánicas que completó su propio herbario (lo escribió, grabó y pintó).
"A curious herbal" (1737-39) tenía el propósito de financiar las deudas un marido encarcelado.
👉Va drama-hilo botánico de viernes.
El marido era un tipo un poco turbio. Ejercía como médico sin formación ni licencia. Le pillaron y ambos tuvieron que huir a Londres. Se establecieron allí y crearon una imprenta, de nuevo, sin los permisos reglamentarios.
Multa, impago y directo a la cárcel.
Su marido, en la prisión de deudores, seguiría encerrado hasta que pagara todo lo que debía.
Ella se quedó sola y con un hijo al que mantener. Decidió aprovechar la imprenta. Debía publicar algo que le asegurase un éxito comercial. El interés por la botánica era creciente.
Hoy hablamos de un trozo de tela, pero no es un trozo de tela cualquiera. Es un fragmento de un vestido diseñado por una artista botánica: Mary Delany (1700-1788). Este retal se consideró tan valioso, que su familia lo hizo enmarcar para conservarlo como una obra de arte.
Los collages botánicos de Mary Delany, consistían en diminutos fragmentos de papel coloreados a mano sobre un fondo negro, como comenté aquí:
Pero la correspondencia de Mary Delany, nos confirma que también estaba interesada en el diseño de moda a través de elementos florales. Las plantas y flores, que ella misma estudiaba y reproducía, tenían un valor científico y artístico. Delany convierte la botánica en diseño.
Ellen Hutchins (1785–1815) fue la primera mujer botánica de Irlanda. Empezó a recolectar plantas tras una enfermedad, por recomendación médica. En aquella época se decía que las ciencias naturales eran buenas para la salud: proporcionaban ejercicio al aire libre y paz mental. 👇
Su médico, el Dr. Whitley Stokes, que también era botánico y más majo que las pesetas, permitió que Hutchins usara sus libros y le presentó a otros colegas botánicos. Tras su recuperación, nunca abandonó la investigación. Se centró en descubrir nuevas especies de musgos y algas.
Hutchins también fue una talentosa ilustradora botánica. Limitada por su frágil salud y compromisos familiares, logró identificar y catalogar más de 1.000 especies de plantas. Contribuyó con registros e ilustraciones a las obras de los principales botánicos de la época.
"La Guerra de las Dos Rosas", ilustrada por la artista Jane Elizabeth Giraud (1810-1868).
Esta es una historia donde el arte se encuentra con Juego de Tronos, Shakespeare, Alicia en el País de las Maravillas y la ilustración botánica.
¿Te la cuento?
La guerra de las dos rosas fue una guerra civil que enfrentó a los Lancaster contra los York por el control del trono inglés a finales del siglo XV. Las dos familias inspiraron los argumentos de George R. R. Martin en "Canción de hielo y fuego": Lannister y Stark.
Alicia en el país de las maravillas pintaba las rosas como símbolo de lealtad a la reina roja.
La rosa blanca era el símbolo de la Casa de York, mientras que la rosa roja era el emblema de la Casa de Lancaster. 🌹