Vamos a explorar la excusa de la “desnazificación” de Ucrania que puso Putin para invadir. Es un camino plagado de verdades a medias y conexiones muy extrañas que vuelven la acusación también contra el acusador. Ingresemos al mundo pútrido de los neonazis. Sale hilo boomerang
Putin acusó a Ucrania de albergar a un gobierno fascista. Su propaganda reforzó esa idea al mostrar grupos neonazis que actúan dentro de ese país. Lo primero es confirmar que es cierto que hay neonazis ucranianos. Pero vamos a comprender quienes son y cuanto peso político tienen
En Ucrania opera desde 2014 el grupo paramilitar nazi “Batallón Azov” con 300 a 1.000 integrantes. A su vez, su brazo político, el Пра́вий се́ктор o “Sector Derecho” reúne 10.000 seguidores. Con la invasión, reforzaron su milicia con voluntarios extranjeros de ideología similar
Entre los 450.000 de la milicia y los 44.000.0000 de ucranianos, no parece una fuerza política y militar importante. Aun así en una curiosa operación lingüística, ahora para la propaganda pasó a ser el “Ejército de Azov” con 50.000 integrantes. Midamos su jerarquía política real
En las elecciones de 2019, “Sector Derecho” logró el 2,15% de los votos. Es difícil sostener que Ucrania es nazi porque poco más del 2% vota a la extrema derecha y más aún porque ese partido es un decidido opositor del partido “Servidor del Pueblo” de Volodymyr Zelensky
El otro grupo es “Svoboda”. Si discurso y el de su líder, Oleh Tyahnybok, tienen el nacionalismo y el antisemitismo usuales en la extrema derecha, pero sin simbología nazi. En la última elección que concurrió sin alianzas, logró 0,76% de los votos. Y no tiene grupos paramilitares
Otra verdad a medias: el Azov es parte de la milicia ucraniana. Lo cierto es que actuaron en coordinación con la policía en Donbás en la guerra del 2014 y que su líder Dimitri Yarosh era consejero del ejército. Pero también que dejó el cargo en 2015 para dedicarse a la política
Su otro líder es Andriy Biletsky y comandó acciones paramilitares en Donbás en 2014. Reclutó a sus primeros seguidores entre los fanáticos más violentos del Dynamo de Kiev. En 2016 rompió con el gobierno al negarse a que sus hombres fueran asimilados a la Guardia Nacional
Biletsky fue electo diputado local en 2014 y cuando intentó ser reelecto, no logró superar el umbral del 5%. Se dedicó desde entonces a reclutar adherentes y hoy representa a un grupo de irregulares poco numeroso y que actúa por fuera del sistema gubernamental
Es decir que si bien es verdad que el Azov es un grupo nazi, desde 2015 no integra la milicia y sus líderes se alejaron del gobierno ucraniano ese año. También, que no tienen popularidad alguna y que la figura de Zelensky, por su condición de judío, les despierta enorme rechazo
Hay nazis dentro de la resistencia ucraniana y miembros de la extrema derecha entre los voluntarios extranjeros que acuden a enfrentar a los rusos. No son menos fanáticos y minoritarios que los sirios, los chechenos de Kadyrov y los “voluntarios” rusos del bando separatista
Vamos entonces ver más conexiones internacionales. Allí comienzan las sorpresas. En octubre de 2021 Ucrania deportó por incitar a la violencia contra los habitantes del Donbás a dos integrantes de la “Atomwaffen Division”, un grupo de extrema derecha asociado al Batallón Azov
Atomwafen fue creada en 2015 por el supremacista norteamericano James Cameron Denton. En 2020, fue sentenciado en EEUU por crímenes de odio. Para evitar a la justicia, el grupo había mudado desde 2016 parte de sus actividades a… Moscú. En este punto la trama neonazi se espesa
Atomwafen fue acogido por un grupo local llamado Movimiento Imperial Ruso (MIR) que tiene su sede central en la ciudad de San Petersburgo. Allí, opera dos campos de entrenamiento del “Club Partizan”, cedidos por el gobierno ruso gracias a algún mecenas político desconocido
Los entrenamientos se realizan bajo el paraguas de la Sociedad Voluntaria de Cooperación con el Ejército, la Aviación y la Armada. Esa organización tiene sede en la municipalidad de la ciudad por lo que el negar el vínculo del MIR con las autoridades políticas es insostenible
Partizan/MIR, de acuerdo a la investigación de la revista alemana Focus, entrena regularmente a grupo de extrema derecha norteamericanos, alemanes, suecos, fineses, noruegos, británicos y griegos. El adiestramiento está a cargo de oficiales rusos retirados y en servicio
Los rusos que egresan de estos cursos se suman a la Legión Imperial, un grupo paramilitar cada vez más numeroso que intervino en Donbás y otros conflictos. El líder del MIR, el abiertamente antisemita Stanislav Vorobyev, administra a la Legión y maneja los cupos de “reclutas”
El grupo de extrema derecha ruso entró en la lista occidental de organizaciones terroristas en 2020 al verificarse sus vínculos con grupos que ejecutaron actos violentos en diferentes puntos del planeta. Uno es Atomwafen. El otro, un grupo neo nazi sueco autor de varios atentados
Ese año la policía sueca corroboró que en agosto de 2016 Viktor Melin y Anton Thuli habían recibido 11 jornadas de entrenamiento en combate y explosivos en los campos del MIR en Rusia antes de ejecutar una serie de ataques con bombas en la ciudad de Gotemburgo entre 2016 y 2017
El norteamericano Kaleb Cole tuvo su momento de fama cuando desplegó una bandera de la Atomwaffen en la entrada del campo de concentración de Auschwitz. Cuando allanaron su casa encontraron pruebas de su paso por los campos de entrenamiento en San Petersburgo
Kyle McKoy es otro egresado de las academias MIR. Fue deportado desde Alemania por organizar una campaña de amenazas contra ecologistas, partidos de izquierda y grupos musulmanes desde un server ruso. Huyó a San Petersburgo en donde fue asilado por el MIR
Entre los grupos asociados al MIR hay un muestrario de la cloaca neonazi global: Forza Nuova de Italia, el Partido Democrático Nacional de Alemania, Golden Down de Grecia, el Frente Nacional de Le Pen en Francia y al menos 4 grupos de extrema derecha de los EEUU, entre otros
En 2015, se organizó el Foro Conservador Internacional de Rusia en San Petersburgo. Participaron delegaciones de los grandes partidos neonazis del hemisferio norte. El gobierno ruso no prohibió la reunión. El año coincide con el inicio de los entrenamientos en el Club Partizan
En aquel encuentro participó el partido Rusia Unida, el de Putin, quien en 2017 recibió en Moscú a Marine Le Pen. En 2014, el banco ruso First Czech Russian Bank le había prestado 9 millones de euros al partido francés para su campaña cuando ningún otro banco quería financiarlo
El MIR envió delegaciones a encuentros con Junge Nationaldemokrate de Alemania, la Alianza Blanca y Amarilla de Austria, la Democracia Nacional en Madrid, la Unión Nacional Búlgara, el Partido de Los Suecos y con Acción Serbia. Lo más neonazi que puede conseguirse en Europa
El MIR ya instaló representaciones en Canadá Irlanda, Gran Bretaña y Suiza, además de vincularse con otras organizaciones neonazis en el mundo mediante afiliaciones de sus portales y eventos semiclandestinos ocasionales. El Batallón Azov no figura en esa red
Estos grupos van perdiendo sus páginas en Facebook a medida que, como el Azov, son declarados grupos terroristas en EEUU y Europa. Para evitar la censura utilizan la red rusa VKonkakt y la mensajería instantánea Telegram, que nunca fueron prohibidas por Putin
La red rusa VKontact es el Facebook ruso y cuenta con 90 millones de usuarios en ese país. En 2014, su fundador, Pavel Durov –el creador de Telegram- fue presionado para ceder su control a Mail. Ru, empresa de Alisher Usmanov, uno de los empresarios más cercanos a Putin
La expansión internacional del MIR nos lleva de regreso a Ucrania. Pero no al bando del gobierno, sino al contrario. Uno de sus grupos asociados es el partido neonazi ruso La Otra Rusia que envió un cuerpo paramilitar de 40 hombres a Donbás para luchar junto a los separatistas
En el congreso de La Otra Rusia en septiembre de 2018 participó el partido ucraniano Nueva Rusia, el mismo que propuso una confederación formada por las repúblicas de Donetsk y Lubansk. El discurso nazi de su líder, Eduard Limonov, no les incomodó en absoluto
Y dentro del MIR está enrolado Igor Strelekov, el líder de los paramilitares prorrusos de Donetsk que fue responsable la tragedia del avión de Malaysian Airlines sobre Donbás, cuando fue derribado en 2014 con 298 personas a bordo por un misil disparado por los separatistas
También estaban vinculados al MIR los integrantes de la célula terrorista desactivada por la policía ucraniana en Odessa y Kiev en mayo de 2020 antes que ejecutaran sus ataques que incluían la voladura de una sinagoga. Pertenecían al AWD, la filial rusa de Atomwaffen
En una curiosa hipérbole, salimos de Ucrania asqueados por los neonazis del Batallón Azov y tras una gira aterradora por Rusia estamos de regreso en el mismo país, pero en la trinchera contraria. El neonazismo está en todos lados, esa es la postal lógica de este viaje vomitivo
De a poco, la idea de la presencia de un grupo nazi en Ucrania comienza a aclararse. El “poderoso” grupo ucraniano empieza a verse como parte de una red mucho más amplia con ramificaciones en todo el hemisferio norte. Y deja la excusa antinazi de Putin en ridículo
Entonces, es cierto que en Ucrania hay grupos nazis. También, que existen vínculos con el gobierno. Pero no menos verídico es que desde 2015 esa relación está rota, que son oposición a la administración actual y que su popularidad no alcanza para decir que Ucrania es nazi
Entonces, si Putin quiere desnazifcar, puede dedicarse al foco infeccioso del MIR que opera en su ciudad natal, San Petersburgo, amparados por el alcalde Alexander Beglov, su ex compañero en la empresa Melazel. Si tira fuerte de ese hilo, se le llena la mano de amigos
Quizá así deje al presidente ucraniano hacerse cargo de terminar con los neonazis del Batallón Azov y de paso reconstruir el memorial de Babi Yar que recuerda a los 33.000 judíos asesinados por los nazis en el barranco de Kiev. Es el mismo que fue bombardeado el 1 de marzo pasado
Y recordar que en Ucrania los nazis mataron a 1,6 millones de judíos y a un total de 3,5 millones de personas y que por eso son tan impopulares. Y que los tíos abuelos de Zelensky fueron parte de esa inmensa cantidad de víctimas y que sus abuelos escaparon de milagro
Si Putin quiere hablar de colaboracionismo ucraniano con los nazis sin duda tendrá razón y en parte será por el Holodomor de su admirado Stalin que los llenó de furia. Pero deberá reconocer que fue una porción mínima de la población y que Ucrania fue destrozada en la represalia
También que los ucranianos resistieron la ocupación nazi con igual ferocidad que lo hicieron los rusos. Fue en esos días que se empezaron a identificar con esas cintas amarillas que usan hoy. Esa resistencia hizo que los nazis tampoco pudieran controlar nunca todo el país
Es cierto que muchos ucranianos formaron parte de los batallones nazis Natchigall y Roland, pero no menos cierto es que el Regimiento Freiwilligen era mixto, lo formaban ucranianos y rusos. Y la SS Sturmbrigade Rona con 12.000 soldados fue integrada exclusivamente por rusos
El Batallón Azov existe y es una mancha fascista en la resistencia ucraniana. Pero no va mas allá de Ucrania. La red nazi que tiene su base en Rusia tiene un rango internacional y claras vinculaciones con el poder local que le permiten operar y ampliar sus actividades
Por eso, hay que ser cuidadoso con el uso de la propaganda. El cáncer del neonazismo es una metástasis que recorre desde Kamchatka hasta las islas británicas y tiene un tumor importante en Rusia. No es sencillo usar esa justificación contra Ucrania sin que Putin quede enredado
Este hilo nace de una publicación del servicio doméstico de prensa de la vicepresidente Cristina Kirchner que justifica la invasión con la “desnazificación”. Muchos repiten la misma idea sin pensar ni indagar. Por respeto a las víctimas del pasado y el presente, debieran hacerlo
PS: En tiempos de guerra la propaganda se desboca. Pero si se señala una paja en el ojo ajeno, al menos sería lógico que el que acusa se saque la viga del suyo. El peligro es el nazismo y su violencia, no un país y menos aún un grupo menor es excusa para ordenar otro Blitzkrieg
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Este no es un hilo con análisis y datos, sino una catarsis sobre lo complicado que es cubrir un conflicto y lo que nos sucede a quienes relatamos la invasión rusa a Ucrania cuando nos piden que seamos tan objetivos como un código de barras. No todo es lo mismo. Sale hilo personal
No podemos describir la guerra con objetividad. Podemos analizar, aportar datos y puntos de vista. Pero no podemos dejar de ser atravesados por las imágenes, la disparidad de fuerzas y el sufrimiento que trajo la decisión de Putin de ir más allá de sus fronteras con su ejército
No podemos, como quieren muchos, pasearnos por el paralelo 38 que divide a las dos coreas. Porque de un lado hay algo muy diferente a lo que se ve en el otro. Y los hechos son irrefutables, en 1950 el que está en el norte invadió al del sur y causó 3 millones de muertes
En otro esfuerzo de la propaganda para justificar la invasión se afirma que Ucrania tiene una decena de "laboratorios de seguridad nivel 2" financiados por EEUU y que eso prueba que desarrolla armas biológicas
El laboratorio donde te examinan la sangre y orina tiene ese nivel
Con poco conocimiento del idioma inglés o quizás mucho de manipulación, exhibieron un acuerdo firmado en 2005 por EEUU y Ucrania, pero en donde dice "para prevenir las tecnologías patógenas"
Es de "No Proliferación" no de "Desarrollo"
Están refutando la denuncia, señores...
Ahora bien, si frente a un documento prefieren creer en versiones conspirativas, cada cual tiene la libertad de hacer lo que quiera
Nosotros los reptilianos illiminatis provenientes de Ganimedes no tenemos problema con eso
Desde que Putin invadió a Ucrania, sabemos el rol que juegan Rusia y los países de occidente. Pero la gran incógnita es China. ¿Qué hará Xi Jinping? Por ahora no hay respuesta. Vamos a analizar que puede suceder y los factores que condicionan a Pekín. Sale un largo hilo de seda
Arranquemos con un hecho simple. China atraviesa su propia crisis luego de la pandemia y no está en condiciones de auxiliar económicamente a su vecino. Por eso su posición ambigua apoyando desde la retórica a Moscú, mientras le pide que frene la guerra con gestos de todo tipo
Luego del escándalo de Evergrande, quedó demostrada la vulnerabilidad su sistema financiero y el error de sus cálculos de crecimiento en base a un mercado interno sobrecalentado por el consumo. La invasión a Ucrania, no hace más que aumentar la vulnerabilidad de su economía
Para darse una idea del negocio que perdió Argentina por no explotar sus yacimientos de crudo, van unas cifras
Rusia produce 11 millones de barriles diarios
Argentina, 600.000
A 140 dólares el barril, solo en Vaca Muerta hay 16.220 millones de barriles de petróleo no convencional
Argentina no puede aprovechar los mercados que se le cierran a Rusia por la sencilla razón que no atrae inversión suficiente para aumentar su producción.
México cerró las exportaciones porque AMLO quiere el "autoabastecimiento"
La economía, siempre es política
EEUU abrió su reserva estratégica y busca el petróleo venezolano mientras se prepara para venderle GNL a Europa para reemplazar el faltante ruso.
Todo ésto mientras el precio llega a picos históricos
Por eso algunos países son potencia y otros se construyen odiando la riqueza
Hagamos una excursión dentro de la cabeza de Vladimir Putin para intentar comprender sus decisiones y de dónde sacó esa idea de que estuvo obligado a invadir Ucrania para defender a Rusia del ataque de Occidente. De paso, conozcamos a Duguin, su Rasputín. Sale hilo tomográfico
Antes avanzar sobre Ucrania, Putin empezó a repetir las consignas del “Eurasianismo”, una doctrina desarrollada en Rusia por un grupo de teóricos que combinan la geopolítica, el odio al liberalismo y el socialismo por igual e ideas que rondan el racismo y los delirios paranoides
El eurasianismo nace en 1920 con la publicación del libro “Europa y la Humanidad” de Nikolai Trubetskoi. En pocas palabras, cree que Rusia es una entidad cultural propia que para ser potencia debe enfrentar inevitablemente al “atlantismo” de Europa y el resto de Occidente
A medida que pasan los días de invasión y Putin persiste en su obsesión por Ucrania, mas pierde Rusia y por ende se vuelve más débil, lo cual implica debilitar sus posibilidades militares y quizás la supervivencia política del presidente. Sale hilo de economía y algo más
La opinión pública en occidente esta abrumadoramente a favor de Ucrania. Más allá de lo emotivo, esto tiene consecuencias concretas. Rusia está bloqueada económica y financieramente. Las guerras son un asunto muy caro y Putin le hace perder fortunas a Rusia cada día de invasión
Ese apoyo a Ucrania obliga a los políticos de occidente a sostener las sanciones contra Rusia y en la medida que se acumulan imágenes de las atrocidades contra los civiles ucranianos, reforzar respuesta económica para evitar avanzar en una opción militar ruinosa para ambos bandos