Hacer bien una película es una cosa muy complicada... muy complicada.
Muchas veces pensamos que el director es el creador de la historia y no es exactamente así.
El guionista escribe la historia, pero el director hace otra cosa.
El director toma la historia y... narra.
Siempre pongo el mismo ejemplo en clase.
Sabéis esa gente que tiene gracia para contar chistes. Tú puedes contar el mismo chiste, pero ese tipo de gente consigue que la gente se ría... y mucho.
Eso es porque sabe utilizar las herramientas de la comedia.
Un director de cine tiene muchas herramientas a su cargo para contar la historia, para narrar: ángulos, cortes, planos, sonidos, montaje...
Y, por supuesto, el color.
Pequeño inciso: Esto es algo aprendí en la Escuela de cine y que me fascinó.
Todas las películas son a color, incluso las películas en blanco y negro.
Las antiguas películas mudas también tenían colores, aunque no fuera policromo.
Mirad estas dos.
Pero volvamos a Gattaca.
En la película todo es verde: las luces, los trajes, las pantallas... todo es verde.
Extremadamente verde.
Hasta los coches son verdes.
Es como si lo estuvieran marcando por una razón.
(Spoiler: Lo están marcando por una razón.)
Pero, ¿por qué?
Un director no toma una decisión así de importante porque sea "estético", un buen director toma decisiones para ayudar a narrar la historia... y Andrew Niccol es un buen director (y guionista, ya le gustaba el verde en el guión de "El show de Truman")
Entonces lo vi.
Vi esta maquinita y lo entendí todo.
Todo.
El concepto de la peli, la trama de los personajes, las ideas filosóficas, la estética.
Todo resumido en dos colores:
Verde y rojo.
Pero antes de enseñaros cómo lo hacen, necesito contaros un poco la historia de la película (sin spoiler):
Si ha visto la peli, sáltate los 4 próximos tuits.
Gattaca es una peli sobre un futuro no muy lejano en la que los niños son concebidos con ayuda de ingeniería genética.
Es decir, eligen lo mejor de cada padre, para tener el mejor de los hijos.
(Atentos al color de los óvulos en siguiente gif)
Así se crean dos tipos de personas, casi dos tipos de sociedades.
La que fue concebida genéticamente y la que no.
Vincent (Ethan Hawke), el protagonista, pertenece a los que no.
Sin embargo, Vincent tiene un objetivo en la vida: viajar a las estrellas.
Por eso (no cuento mucho) hace lo posible por ser astronauta, aunque genéticamente no está destinado.
Para comprobar que solo los genéticamente aceptados acceden al centro de astronautas, Gattaca, hay que hacer un test en la entrada.
Pones tu dedo en una máquina (sí la famosa maquinita), toma una muestra de sangre y si eres un válido...
¡Se ilumina el color verde!
Con esta analogía tan simple y fácil de comprender explican una cosa muy complicada:
Verde= válido
(genéticamente modificado)
Rojo = no válido
(hijo de Dios, como los llaman en la peli)
Que forma tan sencilla de contar la esencia de la película.
Un semáforo 🚦 (muy futurista, pero un semáforo)
Eres de los nuestro... puedes pasar, luz verde.
Pero si eres un no válido, luz roja y a tu casa.
No solo con la maquinita de entrada, el rojo es el color para los no válidos.
(Jajajajajajajajaja Me dice Twitter que el gif que iba a subir para el tuit no es válido.
Era un gif que ponía No válido.
El metatuit)
Seguimos
Por ejemplo, cuando hacen una redada para atraparno válidos, mirad dónde están los no válidos, en una pared verde junto a...
Un palo rojo.
O cuando están a punto de atrapar a Vincent, mirad el color al que se dirige.
Si conocéis la película, sabéis que toda la trama se basa en la dicotomía:
Determinismo vs Humanidad
Genética vs Voluntad
Progreso vs Ética
Destino vs Libre albedrío
Válidos vs No válidos
De esta manera tan sencilla logran mostrarnos esa dualidad, esos dos mundos con un solo elemento.
El color.
¡Es una genialidad!
Especialmente por lo del color rojo.
Porque si os dais cuenta, el mayor problema de los no válidos, de Vincent es rojo.
Es decir, su gran amenaza es su propia sangre.
Mientras la estaba viendo, mi teoría estaba cuadrando perfectamente y lo estaba disfrutando mucho.
Es uno de esos detalles que te hace disfrutar una peli que has visto mil veces y que ahora parece nueva.
Sin embargo, a mitad de película pasó algo y la peli se volvió... marrón
Un marrón clarito, pero marrón.
Especialmente en dos momentos: La infancia del protagonista... y en otro momento.
Ese otro momento mide un metro ochenta, tiene una mirada de leyenda del Hollywood clásico.
Vaya mierda, mi teoría hacía aguas.
Me fui muy jodido a la cama.
Pero a mitad de la noche, me sorprendió una pregunta:
¿Qué color se obtiene al unir verde y rojo?
Sí, señores y señoras:
Marrón.
Mi teoría seguía viva.
Lo único que pasa es que ese marrón está marcando otra cosa.
Más bien dos cosas.
Que por mucho que queramos hay momentos en los que no podemos ser discriminados.
La infancia y el amor.
( Si mi teoría es falsa, merecería ser verdad solo por el tuit de arriba)
Y podéis pensar que todo esto es una paja mental, mía.
Y tenéis todo el derecho a pensarlo.
Pero no tenéis que olvidar que Niccol es un fantástico director de cine, porque como ya os he dicho, un director narra con las imágenes.
Por eso, en Gattaca, las imágenes nos dan siempre muchas capas de información.
Por ejemplo, en las imágenes de los válidos, en la esquina derecha, siempre hay un símbolo de infinito.
Mientras que en los de los no válidos hay una cruz (simbolizando la mortalidad)
Abrid las fotos para verlo.
O la escalera de caracol en la casa de Vincent, con importancia en la trama, que es simboliza la doble hélice del ADN.
Andrew Niccol está en los detalles... o mejor dicho, está en su trabajo.
Todo esto: el color, las imágenes, los símbolos, la música es la materia con la que trabaja un director.
Así consigue algo complicadísimo: atrapar al espectador y narrar la historia.
Porque, porque un buen guionista no es nada sin un buen director que sepa interpretar su historia.
(Y viceversa)
Y antes de cerrar, me gustaría haceros una última pregunta.
Verde, rojo y marrón son los colores que priman en la película, pero los títulos de crédito son en azules.
¿Por qué?
Ni idea.
Os dejo que veáis la peli, la disfrutéis (de nuevo, si es necesario) y luego, si os apetece, comentemos entre todos ese azul.
Yo, por supuesto, tengo mi teoría.
Por cierto ¿os he hablado alguna vez de mi hijo?
Es un gran fan de Vincent.
(mirad el color del túnel cuando entra y luego fijaros en cómo es cuando sale)
Esto ha sido todo en el #CorrAverlo de verde primavera de este viernes soleado en Berlín.
Me voy corriendo que aún no he comido.
Por supuesto se agradecen retuits en el primer tuit, likes y comentarios sobre lo buena que es la película.
Gracias por llegar hasta aquí.
Si has acabado aquí y no sabes quién soy, cada viernes escribo un hilo.
Todos tenemos muy clara cuál es la referencia para esta película de dualidades, colores verde y detectives con sombreros ¿no?
Por cierto número 3:
Todo esto de los colores podría ser perfectamente una idea del dire de foto, Sławomir Idziak, pero no es así.
Él ha comentado en diversas entrevistas que llegó tarde al proyecto y que a poco tiempo del rodaje lo tenía todo planeado para rodar en… Amarillo.
Sin embargo, le obligaron a cambiar la cromática de la fotografía. Cosa que no le hizo ninguna gracia y por la que tuvo una fuerte discusión con los productores (parece que con Danny de Vitto).
Idziak sabía mucho de colores y sensaciones… fue el director de fotografía de “Azul”.
Por cierto número 3:
No solo hay simbolismo en lo visual.
Los nombres dicen mucho:
Vincent se apellida Freeman.
Eugene viene de la corriente de pensamiento Eugenics que a finales de XIX promulgaba mejorar la raza humana mediante la selección genética.
E Irene se apellida Cassini, como el Giovani Cassini, el descubridor de cuatro lunas de Saturno. Destino de la misión espacial de Vincent.
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
Seguimos de paseo por las tipografías de las estaciones de Berlín para conocer su historia.
Hoy viajamos hasta la estación de Anhalter Bahnhof, con una tipografía que todos podemos reconocer fácilmente: es Nazi.
Pero nos tenemos que hacer dos preguntas: ¿Por qué reconocemos esta tipografía como nacionalsocialista? ¿Y por qué se mantiene en esta estación hoy en día?
Para contestar a estas preguntas, nos teníamos que ir a la guerra, pero no a la que pensáis. A una guerra que duró más de 300 años: la guerra de tipologías.
Una guerra que comenzó con un libro.
Bueno con un libro no... con el libro que lo cambió todo: La biblia de Gutenberg.
No fue el primer libro impreso por Gutenberg, pero sí el más importante. Fue el primer texto que se imprimió de forma masiva, es decir, un libro que por primera vez iba a leer mucha gente.
Como Gutenberg quería que sus libros se parecieran lo máximo posible a los libros escritos a mano, decidió utilizar una fuente que fuera similar a los textos litúrgicos (además de que era pequeña y estrecha y le permitía imprimir pocas páginas), por eso eligió la tipo: Textura.
Esta fuente tipográfica se hizo popular, en el sentido de que el pueblo la entendía, por eso cuando en 1517, Martín Lutero clavó sus 95 tesis en la iglesia de Wittenberg, lo hizo con la fuente Fraktur, una fuente que evoluciona de la Textura de Gutenberg:
Así, las nuevas biblias impresas en alemán (y otros idiomas) utilizaban la Fraktur siguiendo los pasos de Lutero.
Pero... Pero..
Las biblias que se imprimían en latín utilizaban la fuente Antiqua, la tipografía que pronto adoptaría el resto de Europa, tanto para el latín como para sus lenguas autóctonas.
Así, durante más de 300 años, las dos fuentes rivalizaron en los países de habla alemana.
Dependiendo de la región y la religión, se adoptaba una y otra.
Hasta que en el siglo XIX llegó la época de las reivindicaciones nacionales y la creación de Alemania.
Por supuesto, dentro del movimiento nacional alemán, se tomó la fuente Fraktur como la tipografía propia de Alemania. Otto von Bismark, el gran precursor de la idea de nación, se vanagloriaba de leer solo textos en Fraktur.
Por eso, cuando Hitler llegó al poder, la tomó como la fuente del partido Nazi.
Todos los textos, carteles y octavillas del nacionalsocialismo, utilizaron la fuente Fraktur.
Era su tipografía... ¿o no?
Porque en 1941, Hitler declaró que esa tipografía era judía (cosa que por supuesto no era) y pedía abandonar esta tipografía.
La razón estaba muy clara, según Hitler "En 100 años, toda Europa leerá en alemán" y no podían hacerlo en la Fraktur que resultaba un obstáculo a la hora de leer.
Por eso prefería la Antiqua, fuente que toda Europa conocía y que permitía hacer llegar su propaganda.
(nota a pie de página, cuando veáis a alguien con un tatuaje nazi con la típica tipografía gótica, le podéis decir que Hitler prohibió esa fuente por judía, por las risas)
Y no es casualidad que Anhalter Bahnhof mantenga esa tipografía. Esta estación fue la gran estación de los años 30 y 40 en Berlín. Se dice que cada dos minutos salía un tren de sus andenes.
Y también fue el lugar más triste de la época.
Desde allí salieron los trenes cargados de judíos berlineses hacia los campos de concentración.
Por eso, cuando la estación fue destruida en la II GM, se rehizo una parada de tren nueva, pero en la superficie se dejó el antiguo pórtico gigante que servía de entrada a la estación, porque para los alemanes, el pasado nunca deber ser olvidado, tanto para lo bueno como para lo malo.
De ahí, que sea habitual encontrar la fuente Fraktur en muchas estaciones de Berlín creadas en aquella época.
Aquí os dejo unas imágenes de las diferentes tipografías, porque en este formato X solo me permite subir una foto, pero os recomiendo que leáis estas historias en IG (@yosoycorra) donde si puedes ver todas las fotos.
Por estas estaciones y algunas más, viajan mis personajes de El escritor y la espía, mi última novela que habla de trenes, espías y, sobre todo, literatura:
En Berlín, hay un puente en el que dos luces juegan al piedra-papel-tijera durante toda la noche.
Y no lo hacen por jugar, sino por recordar una vieja historia berlinesa.
Jugad conmigo en este hilo de #berlinespobreperosexi
El 9 de noviembre de 1989 cambió la historia de Berlín. Es el momento que el muro cayó y, por fin, los vecinos pudieron reencontrarse casi 40 años después.
El muro se derribó en casi toda la ciudad, pero aún queda un lugar que fue el símbolo de la separación durante años.