Este #DíaMundialdelTeatro lo celebro con 2 obras en cartel -‘Nunca pasa nada’ (@accimg) y mi versión de ‘Tito Andrónico’ (@tdelnoctambulo)-, una obra a punto de publicarse -‘Multiverso Shakespeare (@Literatura_SM)-, varios proyectos nuevos y este hilo con mis obras 🎭 publicadas.
INVENTANDO A LOPE
Ana Caro, María de Zayas y Lope de Vega en una obra que va por su 9ª edición y que es mi personal canto de amor al teatro.
LA EDAD DE LA IRA
O la versión teatral (ya en su 14ª edición) de la historia que me cambió la vida.
Una obra-documento escrita a partir de testimonios y vidas reales sobre salud mental y suicidio adolescente. Sus 12 ediciones dan cuenta de que es un tema del que hay mucho que decir.
NUNCA PASA NADA
Una comedia dramática sobre la amistad y esos momentos en los que parece que no está pasando nada aunque sí esté sucediendo todo.
DESENGAÑOS AMOROSOS
Mi particular versión libre de las novelas homónimas de María de Zayas.
LOS AMORES DIVERSOS
Un monólogo trenzado a partir de los versos con los que su protagonista, Ariadna, trata de recorrer el laberinto de su propia vida.
POR QUÉ TIENE QUE SER TODO TAN DIFÍCIL
Teatro de y para adolescentes. O por qué es tan difícil tener 13 años…
TOUR DE FORCE
Monólogo en el que un púgil se enfrenta a sus sombras en un combate donde jamás aparece su oponente. El púgil es Luis Buñuel. El rival, Federico García Lorca.
LA FOTO DE LOS DIEZ MIL ME GUSTA
Una comedia para lectoras y lectoras a partir de 10 años en la que una foto subida a las redes altera la vida de sus protagonistas…
MULTIVERSO SHAKESPEARE
Es la primera vez que escribo la 2ª parte de una obra teatral, pero el cariño con que la han pedido quienes leyeron ‘La foto de los diez mil me gusta’ me ha llevado a crearla. Desde el 21.04 en librerías.
TITO ANDRÓNICO
Versión personal de la obra de Shakespeare. Estrenada en el Festival de Mérida, aún sigue de gira y la edición está llena de fotografías del montaje, a modo libro ilustrado.
DE MUTUO DESACUERDO
Una comedia ácida que en su momento estrenaron Toni Acosta e Iñaki Miramón y que pronto vio la luz en otros países.
SALTAR SIN RED
Dramedia sobre seis jóvenes a punto de dar un salto aunque no sepan muy bien hacia dónde…
CUANDO FUIMOS DOS
«Lo único que sé es que cuanto te conocí, decidí estar contigo. Y eso debería ser suficiente.»
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Le debía un paseo literario por Madrid a una amiga y le propuse recorrer algunos rincones de la literatura de fines del XIX y 1er tercio del XX, esa Edad de Plata cruelmente truncada por la guerra.
Sé que los conocéis, pero dejo aquí el itinerario -con 📘lecturas- por si acaso.
📍Centro Conde Duque
Ramón Gómez de la Serna es, con Ortega y Gasset, uno de los fundadores de las vanguardias. Y aquí se puede visitar una recreación de su estudio -fuente de inspiración y metáfora de su estética- donde "las paredes son el sostén del pensamiento"
📘 Greguerías
📍Iglesia de Nuestra Señora de las Maravillas
Su acceso de la calle La Palma -cerrado actualmente- fue el punto de encuentro de los amores de la gran voz del realismo, Benito Pérez Galdós, y el naturalismo, Emilia Pardo Bazán.
Para quienes están lejos de las aulas y no son conscientes de hasta qué punto está calando la LGTBIfobia en el ámbito escolar y familiar, aquí van algunos ejemplos (solo unos pocos: el hilo daría para muchos más) de lo que he vivido este curso 👇🏼
1. Una chica de Bach llega de la mano con su novia. Se echa a llorar después de la firma y me cuenta que vive tutelada por un familiar que la amenaza con no pagarle los estudios universitario si no deja a su novia y dice que "no es lesbiana".
2. Una profesora me pide que me siente con su alumnado en unas gradas que han pintado en el patio con los colores del arcoíris porque, según me cuenta, desde que las pintaron "nadie se siente allí por miedo a ser insultado".
Ayer hablé con una amiga que, por principios y convicción, lleva años siendo parte del equipo directivo de uno de esos centros escolares calificados como "de difícil desempeño", donde todos esos mantras tan trillados de la cultura del esfuerzo no parecen solucionar gran cosa.
Un centro donde parte de su alumnado come una vez al día -a veces, pan duro mojado en leche, me contó, como si fuera una escena de la posguerra que fingimos que no existe- y en el que cada semana se agotan las reservas de fruta y leche que reciben gracias a un programa de la UE.
También me explicó que en su despacho siempre tiene galletas y zumos. Hace acopio de ambos de su propio sueldo -son ya un extra de su compra semanal- y los lleva para que quienes no hayan desayunado ese día o cenado la noche anterior puedan llevarse esas galletas y ese zumo.
“Que seguimos aquí. Eso quiero que sepan esos cabrones: que seguimos aquí."
Pedro* (nombre pactado) y yo nos conocimos una tarde de agosto hace 5 años. Y de cuanto hablamos, esa fue la idea que más veces repitió. Y la que mejor explicaba por qué había accedido a hablar conmigo.
Nos puso en contacto un amigo que sabía que buscaba testimonios de personas LGTBI+ represaliadas por el franquismo. Pedro* acabó accediendo, pero la primera de sus condiciones fue no usar su nombre real. “Ni la inicial tampoco, que nombre tengo, aunque no quiera que figure ahí.”
"Ahí" era el cuaderno que llevaba conmigo, pues otra de las normas que fijó enseguida fue no grabar la conversación. “Tú escribes lo que te cuente, luego me lo lees y vemos qué tachas y qué se queda. Si voy a volver a ese infierno lo mínimo es que las reglas las ponga yo, ¿no?”
"¿Y que me importa que sea gay?"
"¿Por qué vas diciendo lo que eres? ¿Digo yo que soy hetero?"
Pues no, no lo dices porque, básicamente, no te hace falta. Al revés, el discurso heterocéntrico y la presunción de cisheterosexualidad bajo la que vivimos hace que eso se presuponga.
Si las personas LGTBIQ+ verbalizamos en tantos foros nuestra identidad es, precisamente, para hacernos presentes, tratar de (re)educar en la diversidad con nuestra visibilidad cotidiana e intentar acabar con la lectura exclusivamente heteronormativa de la realidad.
Y si digo en tantos foros es porque esa verbalización no se hace una sola vez, sino que se nos exige en repetidas ocasiones, donde -a lo largo de las distintas edades de nuestra vida- respondemos a preguntas y situaciones en las que se da por hecho que no somos quienes sí somos.
De Ana Caro y María de Zayas sabemos que fueron amigas. Que se apoyaron y quisieron. Que Ana se instaló un tiempo (amplio) en la casa madrileña de María. Y que María habla de los "amores entre iguales" en alguna de sus novelas ejemplares. Y hay quienes vemos en ese legado...
...las huellas de uno de los romances que, durante siglos, fueron condenados a ser invisibles. E imposibles. Por eso, en 'Inventando a Lope' quise darles esa historia de amor que no sabemos si pudieron vivir. Ni ellas ni tantas generaciones que, como Zayas&Caro, nos precedieron.
Y es que, como escribe Zayas en uno de sus 'Desengaños amorosos' -que también me atreví a versionar en teatro para homenajear su pluma-:
"¿Qué más da en ser hombre que mujer? Pues las almas no son hombres ni mujeres y el verdadero amor en el alma está, que no en el cuerpo".