Plataforma 711 se presenta como «una plataforma independiente para recuperar la libertad en las aulas, crear un espacio de disenso y fomentar el espíritu crítico entre la juventud».
Se trata en realidad de uno de los muchos movimientos satélites de Vox de carácter neofascista 🧵
La plataforma presume de estar «dando la batalla cultural organizando la resistencia universitaria». Dicen que la Universidad está secuestrada por la izquierda y «la dictadura del pensamiento único».
Expresiones que deberían hacer saltar las alarmas: «la invasión es cultural» (supuesta islamización de Europa) «gentuza de vagos y maleantes» (el franquismo incluyó a los homosexuales en la Ley de vagos y maleantes en el 54) «juventud patriota» (ellos vs. la anti-España)
El logo incorpora la Cruz de Borgoña (la ultraderecha se ha apropiado de este símbolo) Las pegatinas recuerdan al merchandising de la campaña de Alvise «Un buen ciudadano obedece» en el confinamiento. La tipografía y estética (cartel dirigido a CCOO) es la de Vox en RRSS.
Desde las fotos etiquetadas en el perfil que tienen en instagram (711_es) llegamos a perfiles de Vox Jóvenes, Solidaridad y organizaciones que estuvieron en octubre en el acto de Vox VIVA21.
Vemos al Responsable nacional de Vox Jóvenes y a los responsables de Madrid y Tarragona.
Biografías de jóvenes vinculados a Plataforma 711: «Dios, Patria, Familia» «Hacer Grande España otra vez». Merchandising: camisetas y gorras «Make Spain Great Again».
Lo más preocupante, las que llevaron algunos cargos del PP. Ya no por el lema sino por quien es el fabricante.
«Ya hemos pasado» no es una soflama inocente en este contexto sino un guiño al chotis de Celia Gámez con el que los franquistas celebraron su victoria en el 39, réplica al lema antifascista «No pasarán». Vox reivindicó primero este himno en 2019 celebrando su resultado electoral.
Entonces también se atribuían la representación del «Madrid libre». Hoy es una declaración de intenciones: «¡Ya hemos pasao! decimos los facciosos ¡Ya hemos pasao! gritamos los rebeldes». «Madrid es hoy de yugo y flechas, es sonriente, alegre y juvenil».
Quienes impulsan la Plataforma saben el significado de sus consignas y arrastran a otros que no (uno dijo: nos llaman nazistas) probablemente criados en entornos castrantes y reaccionarios donde la ausencia de memoria histórica favorece la banalización de símbolos del franquismo.
La Plataforma 711 no es un grupo neonazi. Comparten discursos (Invasión cultural) pero no estilo de militancia. Su defensa de la juventud parada en línea con Juventudes falangistas (a quienes siguen en twitter) resulta poco creíble por su perfil. Es el nacional-populismo de Vox.
Estos movimientos son una prolongación de las nuevas extremas derechas. En esencia, anti-musulmanas (el acto sobre la Reconquista coincidiría con el inicio del Ramadán) y nostálgicas (intentaron entrar a la Universidad el 1 de abril, ese mismo día Franco anunciaba su victoria)
Cuando hablan de «Invasión» y «Reconquista cultural» (el ultraderechista Zemmour también está invocando la Reconquista y grandeza de Francia en su carrera por la presidencia) que no te engañen, se refieren a esto:
Hablar de golpe o dictadura en España legitima a agitadores peligrosos como Alvise. Hace poco comunicó su intención de incumplir el art. 2.8 de la LO 1/2002: «Se prohíben las asociaciones secretas y las de carácter paramilitar». Sus seguidores proponen «un alzamiento nacional».
En los canales de la extrema derecha española abundan las referencias a los años 30 y al franquismo. La obsesión con la masonería sigue intacta. Antisemitismo reconocible. Hoy claman contra los males del 'globalismo' como antaño señalaban el contubernio judeo-masónico-comunista.
Parecidos razonables: conspiracionismo/negacionismo (COVID-19) y extremismo de derechas. Hemos pasado de un régimen social-comunista-sanchista-bolivariano, un gobierno ilegítimo y criminal (sin mandato divino), a «una dictadura globalista y transhumanista». Un salto cualitativo.
4 hombres fueron detenidos en Reikiavik bajo sospecha de preparar un ataque terrorista. La policía incautó armas semiautomáticas, algunas fabricadas con impresora 3D, y gran cantidad de munición. Nunca se había visto una operación de este tipo en Islandia. theguardian.com/world/2022/sep…
El responsable de comunicación de la policía islandesa habló de «una investigación y una operación sin precedentes» en el país dada su envergadura, involucró aproximadamente a 50 efectivos, y su naturaleza antiterrorista. Se cree que el parlamento y la policía eran los objetivos.
La policía está explorando posibles conexiones con organizaciones extremistas. Medios locales sugieren vínculos con grupos nórdicos de extrema derecha como Norðurvígi, también conocido como Movimiento de Resistencia Nórdico, en el radar de los agentes en los últimos años.
El viernes expliqué en un hilo cómo algunos divulgadores pueden contribuir inconscientemente a la estrategia de influencia rusa. Mi crítica, percibida como una amenaza, fue elevada a la categoría de señalamiento. Cientos de insultos, advertencias y acusaciones muy desagradables.
Ante la manipulación y la mentira la impotencia es inmensa. Pensé en irme, pero he decidido tomarme con humor los disparates que siguen llegando. Gente que no tiene nada mejor que hacer que vincularme con el CNI, think tanks, la OTAN, la CIA, el Mosad o la DGED. Pluriempleada.
La primera insinuación (estúpida e irresponsable) a partir de un supuesto malentendido viene de alguien con 30,9 mil seguidores y asiento en tertulias en radio y televisión. Reconoce que no sabe quién soy ni a qué me dedico (solo vio la portada de mi libro), pero no lo retira.
«Las mujeres reciben una atención desmesurada por parte de los hombres sin ofrecer nada a cambio»
Este «instructor de seducción» emplea las tácticas de los PUAs (pick-up artists) y MRAs (men's rights activists) para enganchar a jóvenes vulnerables y resentidos del entorno incel.
Bajo la promesa de mostrar los secretos de «la psicología femenina», estos «coaches» están multiplicándose en redes como Instagram y TikTok.
Este argumento consigue captar la atención de los incels, en guerra con las Apps de citas «porque favorecen a los hombres atractivos».
Imposible ignorar el componente sectario de la «formación» (impartida sin cualificación) y el lucrativo negocio. El perfil del cliente podrá variar, pero casi todos se habrán radicalizado en mayor o menor grado en Youtube, blogs y foros antifeministas. diariosur.es/malaga/campame…