Para este estudio hemos rastreado contenidos publicados entre enero de 2020 y diciembre de 2021 en diarios digitales, búsquedas de Google, Twitter (209K tuits), YouTube (497 vídeos) y Meta (3.9M interacciones en Facebook e Instagram).
Como podéis suponer, hemos encontrado un montón de contenido tóxico... Así que empiezo con un dato relativamente positivo: de los 110 posts con más impacto en Facebook, el total de interacciones es solo levemente mayor para los posts negativos (racistas o antimigración).
En otras palabras: casi la mitad del diálogo en Facebook se produjo alrededor de mensajes que mostraban apoyo, empatía o al menos respeto por los DD HH. Eso sí, la lista de páginas de Facebook con mayor impacto en este tema sí está notablemente dominada por narrativas negativas.
Otro buen dato: en Twitter, la conversación está dominada por actores progresistas. La extrema derecha emite un número superior de tuits, pero llegan a menos gente. Será que a los bots no les lee (casi) nadie...
Compartimos una línea de tiempo con las principales narrativas sobre #RegularizaciónYA que hemos encontrado. Las positivas, a veces, generan controversia y pueden volverse en contra (y recibir un alto número de comentarios negativos junto con los positivos).
Aquí un resumen de todas las narrativas que detectamos en el debate social en torno a la regularización de personas migrantes y la #ILPRegularización.
Hay mucha gente que no sabe esto y creo que, si te importan la privacidad y los datos personales, deberías tenerlo en cuenta... Los enlaces traceables, o tracking links.
Lo explico con un ejemplo para que se vea fácil. Hago clic en un tuit de El País y se me abre esta dirección:
¿Es necesaria una dirección tan larga para llegar a la noticia que quiero ver? No, a partir de la interrogación (?), son códigos que ha añadido El País para analizar su tráfico.
Supongo que TW significa Twitter. El País sabe que quienes llegamos por esa URL la vimos en Twitter.
Y hay enlaces que dicen más sobre lo que estaba ocurriendo cuando fueron generados... Mira esto, es la url de una búsqueda que he hecho en Amazon: se ve que ha sido en la tienda de US, que estaba viendo la web en español (es) y más cosas que yo no entiendo pero Amazon sí.
Hemos analizado 231k tuits sobre derechos y realidades trans y esto es lo que hemos encontrado: el odio está muy coordinado, pero no es mayoría.
Abro hilo para explicar este gráfico. 👇
Analizando las relaciones entre las cuentas (RT), podemos agrupar la conversación en torno a 7 comunidades: 5 proderechos y 2 antiderechos, las que hemos llamado transexcluyentes y ultraderecha. Estas dos están altamente conectadas y emiten muchos tuits, pero no son tanta gente.
(Los nombres de las comunidades están puestos así porque algo había que ponerles, es una simplificación analítica 🙏. Ninguna comunidad se corresponde 100% con ningún partido, pero sí destacan cuentas claramente relacionadas con uno u otro).
🤖 Twitter está lleno de bots que han sido programados para insultarnos o inflar trending topics. Pero también hay bots que sirven para automatizar tareas o llenar nuestro timeline de contenido bonito. Abro hilo con algunas recomendaciones.
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Si ves un tuit que contiene un vídeo o un gif que te gusta y quieres bajártelo, respóndelo mencionando a @GetVideoBot. Te contestará en un rato con un enlace de descarga.
Twitter está empezando a probar una nueva forma de enfrentarse a las fake news: @birdwatch. La idea es que sean los propios usuarios quienes se encarguen de etiquetar los tuits que contengan información engañosa. Puede sonar un poco raro, pero tiene mucho sentido... 👇
Lo que pretende Twitter es no tomar la decisión por sí mismo, ni delegar en factcheckers (tipo Newtral o Maldita) que, por bien que hagan su trabajo, siempre generarán detractores y suspicacias. En vez de eso, retoma una idea clásica de internet: confiar en la descentralización.
Con @birdwatch, Twitter permitirá hacer comentarios a los tuits que consideres engañosos para aportar contexto y datos. Cuando muchos usuarios coincidan en que un tuit es falso, se le adosará una advertencia, de manera que quienes lo vean sepan rápidamente que está bajo sospecha.
Twitter y Facebook cierran las cuentas de Trump. ¿Buena noticia? Bueno, a ver...
1. Es peligroso que sean empresas privadas quienes decidan unilateralmente quién puede expresarse o no.
2. Necesitamos regulación pública. Sí, también es peligroso que los gobiernos decidan, pero en una democracia existen equilibrio de poderes y mecanismos de rendición de cuentas. Necesitamos dotarnos colectivamente de normas claras que tengan que aplicar todas las empresas.
3. De poco sirve cerrarle el grifo a Trump si el trumpismo sigue difundiendo su basura. De hecho, más que nada están provocando lo que se llama efecto Streisand: sus seguidores redoblan esfuerzos por airear sus mensajes.
Aplicación práctica de la teoría de los marcos cognitivos de Lakoff:
La ultraderecha española enmarca lo del Capitolio diciendo que es como otras protestas ocurridas en España. Así, les sirven para criticar a sus adversarios políticos y tapan que las instiga su querido Trump.
Mucha gente sensata se pasa horas explicando que no es lo mismo manifestarse en la puerta del Congreso que asaltarlo negándose a aceptar resultados electorales. Es bienintencionado, pero es un error: refuerza el marco de la ultraderecha.
Hacemos que el símil tramposo llegue más lejos, a más personas, y algunas de ellas estarán dispuestas a creerlo. Gastamos tiempo y espacio discursivo en explicar lo ocurrido hace años y se pierde el foco sobre un hecho gravísimo perpetrado ayer mismo por la ultraderecha.