Las tecnologías que mueven la digitalización se discuten en abierto. Académicos, especialistas y grandes corporaciones participan en listas de correo y debates transparentes.
Cualquiera con algo que aportar puede participar.
Un ejemplo: 👇
La digitalización es un tsunami porque se desarrolla sobre un esfuerzo colectivo, abierto y descentralizado que tiene su origen en la cultura «hacker» de los años 70: el conocimiento libre y la tecnología como instrumento de liberación.
⚖️ Ahora trata de acceder a las sentencias de los tribunales. Te da la bienvenida un mensaje de advertencia que limita tu acceso a la información y te amenaza con «medidas legales» si te pasas de la raya.
🏛️ Ahora trata de acceder a los datos mercantiles de las empresas. Son públicos. Pero no hay un buscador oficial y no puedes descargar la base de datos. Eso sí, «La transparencia como valor de cambio social», dicen… 🫤🔫
💻 Ahora trata de conocer y entender cómo funcionan los algoritmos que las administraciones públicas implementan para tomar decisiones que te afectan personalmente. No tienes derecho. «Game over».
¡Hola, Gobierno de España! 👋
¡Hola, amigos de las Administraciones Públicas! 👋
Millones de ciudadanos nos topamos con avisos administrativos como este que habéis claveteado en el frontispicio del nuevo buzón de notificaciones electrónicas.
¿Puedo proponer una mejora? 👇
Veréis; el texto de ese aviso está escrito en una lengua alienígena para casi todos nosotros. Peor aún, refleja fielmente lo que muchos ciudadanos percibimos de la Administración:
🤦 Una sola frase… ¡de 5 líneas y 113 palabras!
🤦 ¡Tiene diez comas! Y un par de paréntesis.
🤦 ¡Hacéis 11 incisos!
🤦 ¡Con incisos dentro de incisos! Incisos anidados.
¿Por qué nos hacéis esto? 🤯
¿Por qué os dirigís a nosotros así? 😰
En la carta que voy a enviar este finde a mis patronos les comparto cómo «hackear» vuestro Catálogo del Cine Español 😀 para bajarse las fichas de todas las pelis, su recaudación…
⚠️ Si no puedo descargar los 100.000 expedientes del Registro de Licitadores para cruzarlos con los dos millones de contratos públicos que ya tengo indexados y cruzados con el censo de contribuyentes, el DIR3… es porque este artículo me para los pies:
1⃣ Y es frustrante, porque entiendo que la finalidad que persigo está amparada por el primer principio general de la ley de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno.
Esto de la imagen es el Registro Oficial de Licitadores y Empresas Clasificadas del Sector Público. El ROLECE, para los amigos. Un viejo conocido de mis distinguidos e inteligentes seguidores. 🥰
¡Vamos a destriparlo! ⬇️
Aunque es un registro público al que se ha de poder acceder «de forma abierta» (lo que sea que eso signifique), la Ley 9/2017, de Contratos del Sector Público, establece que antes es preciso identificarse.
Acabo de encontrar la forma de descargar el Registro de Licitadores del Estado (ROLECE) completo: 102.465 expedientes. 😃
El buscador oficial del Ministerio, para variar…
👎 no lo permite
👎 es una castaña
👎 requiere certificado digital
¡Pero son datos públicos! 🎉
🧵…
Quiero incorporar estos expedientes a la herramienta que estoy haciendo para explorar toda la contratación del Estado.
Y para encontrar los licitadores que han sido castigados con la prohibición de contratar y verificar si tal cosa se está respetando.
Transparencia.
Hace unas semanas encontré la forma de descargar masivamente los expedientes de clasificación de empresas de la Junta de Contratación Centralizada, que es una parte del ROLECE.
Reuní todos los datos y los publiqué en una tabla accesible por cualquiera. 👇