Thread by @DespertaFerro

#Taldíacomohoy en 1521, hace 501 años, tuvo lugar la batalla decisiva entre los rebeldes comuneros y las tropas reales de Carlos V cerca de Villalar. Este choque significó el fin de la Guerra de las Comunidades, pero, ¿cómo se desarrolló el encuentro? 👇#DíadeCastillayLeón

El rey se encontraba en tierras germánicas mientras los nobles castellanos realistas lidiaban con el problema comunero. El condestable de Castilla, Íñigo Fernández de Velasco y Mendoza, trasladó su ejército de Burgos al Duero en apoyo del almirante de Castilla.

El ejército comunero acantonado en Torrelobatón era mayor que el del condestable, por lo que este decidió no emprender acciones más allá de impedir las salidas enemigas o la entrada de contingentes de refuerzo enviados desde otras ciudades sumadas a la rebelión.

El ejército comunero no se decidía a actuar, mientras que los realistas unían fuerzas: el almirante de Castilla y el conde de Haro llegaron junto al condestable el 21 de abril, reuniendo de 3000 a 6000 peones, de 1800 a 2400 caballos y nueve piezas más de artillería.

Fueron los realistas los que iniciaron los movimientos, enviando exploradores en torno a la posición de los rebeldes. Pedro Laso, el capitán comunero en Torrelobatón, presagiaba un asedio que sería difícil de soportar debido a los problemas de avituallamiento.

Juan de Padilla y Pedro Laso decidieron marchar a Toro, uno de los principales bastiones comuneros. El día 22 ambos contingentes se aprestaron: los rebeldes para marchar a Toro; los realistas, avisados por sus exploradores, para impedir la huida.

Llegado el 23 de abril, fue Juan de Padilla quien inició los movimientos, saliendo con sus fuerzas, compuestas de entre 6000 y 7000 infantes (1000 de ellos escopeteros) y unos 500 caballos. Los realistas optaron, a instancias de algunos nobles, por la persecución.

La rapidez de la marcha hizo que las fuerzas realistas se dividieran: la caballería tomó la delantera, quedando retrasada la infantería. Los comuneros fueron en orden: primero la artillería, en el centro la infantería y en la retaguardia, con Padilla, la caballería.

La ruta Torrelobatón-Toro seguía el curso del Hornija, afluente del Duero, y se complicó paulatinamente debido a la lluvia. Cuando Padilla se percató de la cercanía de las tropas realistas abogó por presentar batalla, pero el resto de los capitanes lo rechazó.

Las precipitaciones se convirtieron en tormenta, y ya cercana la tarde comenzaron a oírse gritos de alerta en la retaguardia comunera. Estaban a la altura de la población de Villalar, justo entre Torrelobatón y Toro, y la caballería realista se preparaba para cargar.

Los capitanes comuneros intentaron, con poco éxito, colocar sus tropas. Padilla desplegó las que pudo en línea: gran parte de la vanguardia no oyó (o desobedeció) sus órdenes, mientras que parte del cuerpo central se esforzaba por salir del embarrado terreno.

El contingente comunero se desperdigaba cada vez más. Su vanguardia y la artillería se dirigieron a Villalar mientras Padilla se preparaba para hacer frente a los realistas, que desplegaron su caballería en tres destacamentos para caer sobre las tropas rebeldes.

El plan realista consistía en flanquear a los comuneros: el cuerpo de vanguardia lo haría por la izquierda y el real (donde se encontraban el condestable y el almirante), por la derecha. La artillería comunera que no había llegado a Villalar tomó posiciones.

Tras el intercambio de fuego artillero, los realistas se lanzaron al ataque. Los dos cuerpos de caballería cayeron de manera casi simultánea sobre el ejército comunero, que se partió en dos. Padilla intentó, sin éxito, rehacer la línea, a riesgo de su propia vida.

Muchos huyeron desde el campo de batalla hasta Villalar, donde se encontraban las tropas de Bravo y Maldonado. Padilla, por su parte, hizo retroceder al conde de Benavente y sus 600 lanzas con una exitosa carga unida a las descargas de escopeteros y artillería.

Ese fue el canto de cisne del ejército comunero, que se quebró. Tras la retirada del conde de Benavente, los dos cuerpos de caballería que al comienzo del choque flanquearon a los comuneros volvieron grupas tras acabar con la vanguardia rebelde. Padilla se vio rodeado.

El cuerpo de vanguardia realista entró en Villalar y capturó a los capitanes comuneros, mientras el real se dirigía hacia Padilla, que protagonizó una última carga contra la oleada enemiga con tan solo cinco de sus hombres, siendo finalmente derribado y apresado.

Viéndose rodeados por los realistas (a quienes se acababa de unir la infantería), las tropas comuneras tiraron las armas y pidieron clemencia. La batalla de Villalar había acabado. Poco después, en el cadalso de esta localidad, serían ajusticiados los tres capitanes.

Para saber más, Desperta Ferro Historia Moderna n.º 51, Castilla contra Carlos V. La Guerra de las Comunidades (bit.ly/3k5VmA5), acontecimientos de gran significado histórico que conllevaron la instauración del modelo político de los Habsburgo en la Corona de Castilla.