Este finde he hecho un experimento con la base de datos del Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS). Se trata de un ente público con una misión maravillosa: poner en valor el patrimonio fotográfico de la ciudad.
El CDIS tiene un tesoro. 📸
¡Vamos a destriparlo!
El CDIS dispone de un archivo de imágenes imprescindible para conocer la historia de Santander.
❤️ Si tienes un mínimo de sensibilidad histórica y de curiosidad por la vida y usos de las generaciones que definen nuestro presente, es imposible no enamorarse de algo así. 👇
El Centro depende del Ayuntamiento de Santander. El acceso al fondo requiere de cita previa y de la expresión anticipada del interés que mueve la visita, según me han comentado por teléfono.
Así que el principal canal de acceso al banco de imágenes es su sitio web. 👌
Sin embargo, su canal digital deja bastante que desear…
Y el acceso a sus «exposiciones virtuales» y las fichas de las imágenes es tosco y poco atrayente.
¡La piedra angular del CDIS son sus imágenes! Pero su sitio web las relega al último puesto del escalafón de prioridades del contenido.
😬 El 97 % de la superficie de pantalla es espacio vacío o contenidos secundarios.
😬 Solo el 3 % de la ficha de una imagen es… la imagen.
El buscador del sitio web del CDIS es el portón que confiere el acceso principal al tesoro fotográfico de la ciudad. Pero es ineficaz, y presenta sus resultados diminutos y borrosos. 😩
Esta pobre exposición del archivo de imágenes del CDIS choca con la gallarda exhibición que hace en su canal digital, por ejemplo, el Museo del Prado.
El Prado presenta las obras en toda su grandeza. Se recrea en ellas e invita a seguir explorándolas. Todo lo demás es accesorio.
Otra molestia es la marca de agua, que ocupa el tercio central de las fotografías. No solo interfiere con la contemplación de las imágenes, sino que en ocasiones dificulta la identificación de elementos esenciales de la escena.
Más abajo veremos cómo sortear este obstáculo…
El aviso legal del CDIS haría las delicias de Ramoncín:
🎉 Todos los derechos están reservados por el Ayuntamiento de Santander.
— Un servicio público digital cutre.
— Un «copyright» que impide hacer nada.
— La frustración de no poder seguir.
Ciudadano: ¡ajo y agua! 🥺
Otro camino, en cambio, es tratar de combatir el absurdo y hacer propuestas constructivas. E intentar provocar así cambios positivos.
Ojalá este hilo se entienda como lo que es: una idea para poner más eficazmente en valor un activo público municipal.
¡Vamos allá! 💪
¿Hay otra forma de explorar interactivamente el archivo fotográfico de la ciudad? ¿Es posible hacer una fototeca alternativa en un fin de semana? ¿Cómo podemos mejorar creativamente este servicio público?
✅ Un portal público.
✅ Un reto personal.
✅ Un fin de semana.
1️⃣ Podríamos descargar las 793 páginas de resultados del buscador del CDIS…
2️⃣ …Y extraer de ellas la dirección de todas las fichas que dan acceso a las imágenes.
3️⃣ Y descargar luego dichas fichas.
4️⃣ Luego podríamos extraer la dirección de todas las imágenes…
5️⃣ …para descargarlas…
6️⃣ …y estructurar todos los datos de la colección: título, fecha, fotógrafo, colección, soporte, procedimiento, clasificación…
El CDIS expone dos versiones de cada imagen:
1️⃣ La estándar, con una gran marca de agua que ocupa el tercio central de la imagen; y…
2️⃣ La recóndita, con una marca más discreta en la parte inferior.
Combinando ambas podríamos despojar a las imágenes de toda marca de agua.
7️⃣ Algo que, por último, podría hacerse con toda la fototeca por ejemplo así…
Pero claro, ¡todo esto está prohibido por el aviso legal! 😩
Así que no podemos hacerlo.
Pero… ¿y si construyo un visor alternativo al oficial pero no decargo ninguna imagen del CDIS? El usuario accede al visor, pero las imágenes se las sirve el Ayuntamiento.
No necesito descargar ni distribuir ningún material del CDIS para hacer esto…
Lo he llamado «Retrosantander», y es un experimento personal de fin de semana para explorar un acceso alternativo al maravilloso archivo del CDIS.
⚠️ Lo retiraré inmediatamente si así me lo solicitara el CDIS o el Ayuntamiento… 🤷♂️
He estudiado más de cien «amazon locales» puestos en marcha con dinero público. He intentado visibilizar las conclusiones en artículos como este. Sin mucho éxito, parece. 👇
👆 Mi artículo en el enlace del tuit de arriba contiene muchos enlaces a los amenos hilos de Twitter donde he ido destripando cada problema y proponiendo soluciones.
👇 Aquí en castellano, también con abundantes enlaces a mis investigaciones:
📈 Para mí es importante que nadie tenga que confiar en «mis» datos. ¡No son míos! Yo los extraigo de fuentes oficiales. Con sacacorchos, porque lo ponen difícil. Por eso acabo de añadir a mi herramienta algo imprescindible: el enlace de cada dato en las memorias del Gobierno. 😊
Creo que esto servirá para que mucha gente pueda buscar en mi herramienta fácilmente (¡y de forma divertida!) los datos de su interés. Y luego ir a tiro hecho a la infumable «fuente primaria» del Gobierno (PDF de más de 200 páginas) para confirmar la veracidad de los datos.
Creo que esto será útil…
✅ A la ciudadanía, para entender mejor su país.
✅ A los parlamentarios, para controlar mejor al Gobierno y detectar chanchullos.
✅ A los periodistas, para vigilar el reparto equitativo del dinero público.
🔴 La Ley 6/2010 de Publicidad y Comunicación de #Euskadi indica que el Gobierno Vasco tiene que remitir anualmente al Parlamento una memoria con el reparto del dinero público a los medios de comunicación.
Pero esas memorias tienen errores.
Por ejemplo: 👇
El Gobierno entrega los datos en un PDF que impide:
👉 A los diputados, controlar eficazmente el gasto del Gobierno.
👉 A la ciudadanía, entender cómo se reparte el dinero público.
👉 A los periodistas, comprobar si se cumplen las leyes.
¡Esto no puede ser!
📰 La última de estas memorias, del año 2022, acaba de ser publicada este mismo viernes.
Alguien en el Gobierno Vasco las escribe con Microsoft Word partiendo, parece, de una plantilla de 2017.
— Esto es sumamente ineficiente.
— Y produce un PDF que no da #transparencia real.
No tengo claro que ser la ciudad más subsidiada de España sea motivo de celebración. Quiero pensar que la métrica del éxito es otra. Pero he estudiado cien iniciativas similares a la suya y encuentro un denominador común: fracasan.
Este triunfal anuncio es compatible con un cuadro agudo de subvencionitis. Una pandemia que está causando estragos en alcaldes y concejales de toda bandera. El delirio: intentar salvar el comercio local con un «Amazon» municipal.
El virus lo inocula el Estado canalizando una línea de subvenciones con fondos europeos. Las entidades locales concurren porque hay dinero de Europa. Es la solución a la búsqueda de un problema. Y a alguien se le enciende la bombilla: un «marketplace». 🎉