Algo que detecto cada vez más y me parece muy triste es que muchas personas no están interesadas en conocer la verdad, sino es que la realidad se adapte a su creencia.
Ejemplos hay miles pero ahora hablaré del tema de #Debahni.
Hay mucha gente que DESEA que haya algo turbio.
Es decir, mucha gente no sigue el caso para ver si fue:
-Suicidio
-Accidente
-Homicidio
-Feminicidio de "oportunidad".
-Feminicidio por crimen organizado.
Va saliendo cada día nueva evidencia (no concluyente aún) pero mucha gente ya DECIDIÓ lo que pasó. Y háganle como quieran.
¿Que hay videos? Falsos.
¿Que el papá dice? Le llegaron al precio.
¿Que hay que escuchar a las amigas? Están involucradas.
Mucha gente no busca la verdad. Cualquier evidencia en contra de la creemcia es rechazada de inmediato. Cualquier teoría de la conspiración acorde se acepta
No sé qué fue lo que pasó. Pero lo que quiero es que se sepa la verdad. La que haya sido. Me guste o no. Vaya con mi creencia o no. Siempre con un sano escepticismo pero sin rechazar la evidencia que no me gusta ni aceptar hipótesis fumadas de quien sea que diga lo que quiero oir
Esta nociva manera de pensar tuvo otro episodio. Dijo el fiscal de Nuevo León que LA MAYOR PARTE DE LAS PERSONAS QUE SE REPORTAN COMO DESAPAREC8DAS SE AUSENTARON DE CASA POR SU PROPIA VOLUNTAD, NO A MANOS DE CRIMINALES.
Y le fue como en feria.
Aunque solamente dijo la verdad.
Pero a mucha gente eso ya no le interesa. ¿Que querían escuchar? Pues que cada persona desaparecida es víctima de los peores criminales femincidas asesinos.
Pero no es así.
Y yo les diría, AFORTUNADAMENTE.
Pero cada vez más gente no quiere que eso sea verdad. Es algo malsano.
Entiendo la desconfianza en las autoridades.
Sí, la inseguridad está terrible.
Sí, a la gente buena le pasan cosas malas.
Sí, Paulette.
Pero no es sano cerrar el cerebro. Ver solo lo que se quiere ver, ignorar lo que causa ruido, y meter conspiraciones para unir los puntos.
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Todos los años aparecen personas y organismos rémora disfrazados de buenitos a hablar sobre desigualdad. Siempre distorsionan el lenguaje con un objetivo de fondo: hacer pensar que si un rico se volvió más rico es porque de alguna manera eso se hizo a costa de un pobrecito pobre.
Es obvia la mala fe con la que presentan su caso. "Fulano de tal ACAPARA, CONCENTRA (u otras palabras similares) una fortuna enorme". Nunca dicen que un empresario GENERÓ, PRODUJO, AGREGÓ VALOR". No. La idea es dar a entender que es a costa de alguien.
Se ve ahora con Elon Musk.
¿Han leído a empresarios decirle a Elon Musk lo que "debería" hacer con su dinero? No es lo usual. La mentalidad de un empresario es hacer, no decirle a otro empresario que haga. Pero las viris, los OxFam y los gatitos desigualdólogos sí aprovechan para decirle a Elon qué hacer.
Están aprobando leyes muy estúpidas, como la de "violencia vicaria". Se define como "un acto u omisión, por parte de la pareja o expareja que inflija a personas un daño, menoscabo o sufrimiento con el propósito de causar perjuicio patrimonial, físico o de cualquier otra índole".
Ustedes podrían decir "no lo veo mal. Si una persona por ejemplo lastima a los hijos mutuos para dañar a la expareja, qué bueno que sea delito".
Y hasta ahí iríamos bien. Pero omití algo al transcribir la ley.
LA VÍCTIMA TIENE QUE SER MUJER.
¿Cómo aprueban estas pendejadas?
Si un HOMBRE lastima a alguien para que su expareja MUJER sufra, es delito.
Pero si una MUJER lastima a alguien para que su expareja HOMBRE sufra, NO ES DELITO.
La misma conducta, hecha con la misma intención, recibe un trato direrente.
Es impresionante cómo sirve leer "Animal Farm" y "1984" de George Orwell para entender la realidad mexicana actual.
Como muchos, cuando los lei me parecieron exagerados. Alegorías interesantes que explicaban la locura colectiva en los países socialistas, pero inverosímiles en MX
Algo que me llamaba la atención era el tema del manejo de las mentiras. Uno entiende que las cosas tienen diversas aristas y cada uno resalta la que le conviene. Pero también pensaba que las mentiras debían ser pequeñas, a diferencia de las que se cuentan en los libros de Orwell.
En los libros de Orwell no era así. Las mentiras eran gigantescas, desproporcionadas, fácilmente desmontables. No parecía sensato usar ese nivel de falsedad.
Sin embargo eso hace el gobierno en México.
Como es público y notorio, se está destruyendo la selva para el #TrenMaya.
De aquí a dos años no va a cambiar radicalmente el panorama de seguridad en México, ni aunque las autoridades se pongan las pilas.
Creo que ese hecho debería formar parte de nuestras decisiones.
Ahora imaginen este escenario: Dividimos a todas las jóvenes en dos grupos, A y B.
Las del Grupo A deciden escuchar las voces que hablan de prevención. De intentar no estar solas, no subirse a autos de desconocidos, estar localizables, no perder la conciencia con alcohol y drogas. Esas medidas aburridas que le quitan la diversion y espontaneidad a las fiestas.
Las del Grupo B deciden escuchar las voces que hablan del deber ser. Una mujer debería poder vestir lo que quiera, ir a donde quiera a la hora que quiera, seguir la fiesta con el extraño que quiera e irse a la cama con quien quiera, y si al final se arrepiente "no" debe ser "no".
Si alguien dejó de tener noticias de México en 2017 y hoy quisiera ponerse al día, le costaría creer lo que está viendo.
El presidente diciendo que los diputados son "traidores a la patria" por el sentido de su voto, y amenazando con meterlos a la cárcel.
Y no ha quedado ahí.
El presidente y la secretaria general del partido oficial inician una campaña fascista de linchamiento. Y no uso el término "fascista" con ligereza. Grupos de choque afiliados al régimen imprimen papeles estilo SE BUSCA y van a acosar a diputados opositores a sus casas de enlace.
2 hermanos del presidente aparecen recibiendo dinero ilegal del gobierno del estado más pobre, y tanto el que ordenó dar el dinero como el que lo entregó reciben jugosos beneficios políticos.
El hijo sin experiencia es contratado por una empresa semifantasma del empresario amigo
En temas de ciudadanía, México está en pañales. Pero en abril se ha dado un paso importante.
Muchas personas identificaron a su diputado.
Muchas le escribieron.
Muchas estuvieron al pendiente de su asistencia a la sesión.
Muchas le dieron seguimiento al sentido de su voto.
No es suficiente. Pero no es algo menor.
¿Qué sigue? Recordar que un diputado se puede reelegir. Es probable que quien hoy es tu diputado quiera volver a serlo en 2024. Y pedirá tu voto.
¿Se lo vas a dar? Puedes saber si va a sesiones, en qué sentido vota, si responde en redes.
Esa mancuerna entre legislador que se quiere reelegir y ciudadano implicado es muy fuerte en otros países más avanzados. Supera en varios casos a la disciplina partidista.
En México apenas vamos empezando. Formar ciudadanía es todo un maratón y no hemos pasado el kilómetro uno.