Enseñanza de vocabulario académico a niños con dificultades en el desarrollo del lenguaje: algunos apuntes.
Parece que muchos niños con dificultades en el desarrollo del lenguaje (TEL/TDL) suelen presentar problemas para aprender palabras de forma implícita (durante la lectura, en las explicaciones del docente...) y, además, necesitan muchas más exposiciones para adquirir vocabulario.
Parece que no sólo conocen menos palabras sino que, además, alcanzan un conocimiento menos preciso y profundo de las mismas (McGregor et al., 2013). Esto supone un desafío en el contexto escolar teniendo en cuenta la influencia del vocabulario en el desempeño académico.
Concretamente, el vocabulario académico (palabras poco frecuentes en el habla cotidiana, pero muy relevantes en los textos escolares) parece explicar una parte importante de las diferencias individuales encontradas en comprensión lectora (Lawrence et al., 2019).
Dejo algunas aportaciones interesantes para el diseño de intervenciones que traten de mejorar el vocabulario académico de estos niños y niñas.
El concepto "rich vocabulary instruction"
Parece obligado comenzar por el trabajo de Beck et al.(2013) y la aproximación conocida como "rich vocabulary instruction". Se trata de un término paraguas relativo a una forma de enseñar vocabulario con una serie de características:
1. Las palabras se presentan siempre en contextos lingüísticamente significativos y nunca aisladas, transfiriéndose, además, de forma explícita a diferentes situaciones.
2. Se busca que los estudiantes procesen en profundidad y de forma activa el significado de las palabras. Para ello, se emplean diferentes técnicas (este punto es fundamental y en el apartado siguiente las veremos desarrolladas por Justice et al. (2014)).
3. Las intervenciones se diseñan con un conjunto bien acotado de palabras y planificando diferentes exposiciones en el tiempo para cada una de ellas. Un principio fundamental es que el conocimiento de las palabras se va ampliando gradualmente con cada exposición.
4. Las palabras a enseñar están constituidas por palabras de nivel 2: se trata de palabras relevantes en el ámbito académico, infrecuentes en el habla cotidiana y transferibles entre varios dominios académicos. Palabras como carecer, ampliar o escaso serían palabras de nivel 2.
Se desaconsejan palabras de nivel 1 (palabras muy frecuentes, que se emplean en el habla cotidiana) y palabras de nivel 3 (palabras de dominio específico, poco transferibles entre diferentes contextos académicos: calcio, estambre, estafilococo...).
5. Suelen añadirse organizadores gráficos para ayudar a los niños a organizar visualmente la información.
Suele haber cierto consenso en que estos principios de enseñanza de vocabulario han ido aglutinando, con algunos matices que ahora veremos, datos que avalan su eficacia y se ha recomendado su uso para niños con problemas en el desarrollo del lenguaje (Steele y Mills, 2011).
Para los interesados es de obligada consulta es el libro de Beck et al. (2013): "Bringing Words to Life: Robust Vocabulary Instruction".
Técnicas eficaces
Justice et al. (2014) trataron de evaluar si la enseñanza de vocabulario en las escuelas públicas a través de intervenciones individualizadas en niños con problemas de lenguaje se ajustaba a las prácticas avaladas por el "rich vocabulary instruction".
Concretamente, evaluaron el empleo de 9 técnicas que ellos consideraban eficaces, en base a la evidencia disponible:
1. Repetición: el profesional repite continuamente la palabra y la usa en diferentes contextos.
2. Definición: el profesional da definiciones sencillas y asequibles de la palabra. Ejemplo: amplio significa que algo es espacioso, grande...
3. Profundidad léxica: el profesional relaciona las palabras que está enseñando con otras que significan lo mismo o lo contrario.
4. Demostración: se insta los niños a ilustrar o demostrar de diferentes formas el significado de la palabra. Ejemplo: enséñame qué cosas hay en esta clase que tengan una superficie más amplia que la de la mesa.
5. Contextualización: se ayuda a los niños a relacionar las palabras que se les han enseñado con experiencias propias o cercanas. Ejemplo: ¿te acuerdas cuándo visitamos el mueso? Era un edificio muy amplio.
6. Uso gramatical: se enseña la función de la palabras en las oraciones y se reflexiona sobre cómo usarlas. Ejemplo: amplio es un adjetivo, nos dice cosas acerca de cómo son los sustantivos. El colegio es amplio, la terraza es amplia...
7. Morfología: se enseñan las características morfológicas de la palabra o de otras relacionadas. Ejemplo: una ampliación es el nombre que se da a una acción que trata de hacer algo más espacioso...
8. Fonología/ ortografía: se ayuda a los niños a reflexionar sobre los sonidos o las letras que componen una determinada palabra. Ejemplo: ¿Cuántos sonidos escuchas en amplio?
9. Procesamiento activo: se trata de que los niños utilicen la palabra de forma activa en situaciones relevantes. Ejemplo: mira este plano de la casa. Utiliza la palabra amplio para decirme cuál es más espaciosa.
Individualizar los objetivos, el procedimiento y las exposiciones (McGregor et al., 2021)
McGregor et al. (2021) hacen un pequeño análisis de la aplicabilidad del "rich vocabulary instruction" para la enseñanza de vocabulario a niños con TEL/TDL.
Pese a que recomiendan su uso, entienden como necesario, especialmente en casos complejos, la individualización de las intervenciones, teniendo en cuenta la necesidad de individualizar:
1). Los objetivos. 2) El foco.
3). La dosis.
Dejo una pequeña imagen donde se desarrolla un poco más la propuesta de individualización que hacen McGregor et al. (2021).
La práctica de recuperación y la práctica distribuida; aspectos clave (Gordon, 2020)
Por último, merece la pena apuntar dos prácticas para mejorar la retención del vocabulario aprendido en la memoria a largo plazo.
Ambas aglutinan investigación durante décadas, pero se han venido usando últimamente con éxito para enseñar vocabulario a niños con problemas de lenguaje (Gordon, 2020).
1). La práctica de recuperación o evocación. 2) La práctica distribuida
Veámoslas en la imagen.
Sin ánimo de extenderme más, dejo una pequeña imagen con todas las referencias.
Intervenciones para niños con dificultades para adquirir y recuperar las tablas de multiplicar: algunas propuestas.
Una vez adquirido el concepto de multiplicación, esto es, comprendido el hecho de que multiplicar es sumar un número tantas veces como indica otro, parece que automatizar la recuperación de las multiplicaciones más frecuentes es clave.
Diversos autores han venido señalando que la adquisición y fluidez en la recuperación de las multiplicaciones más habituales (denominadas en el ámbito anglosajón como "single-digit multiplication facts") es un área clave de intervención (Duncan et al., 2007).
Aspectos instruccionales para el diseño de intervenciones en niños con dificultades de aprendizaje (Kamhi, 2014).
Aunque se suele centrar el debate en cuáles son las intervenciones que funcionan para intervenir en niños con dificultades de aprendizaje (qué es eficaz, por ejemplo, para mejorar la decodificación, la comprensión lectora, la adquisición de los patrones grafomotores o el conteo),
a veces, es interesante profundizar en lo que contribuye a hacerlas eficaces. Y es que hay algunos principios de aprendizaje que parecen ser útiles y aplicables en diferentes intervenciones.
Complex Sentence Intervention (Baltazhar y Scott, 2017). La adquisición de las oraciones complejas en niños con déficits en el lenguaje académico.
En los últimos tiempos se viene alertando de que el lenguaje necesario para realizar con éxito tareas académicas básicas es más complejo de lo que, en ocasiones, se había supuesto.
Constructos como el Core Academic Language Skills (CALS) desarrollado por Uccelli et al. (2015) han ido aglutinando evidencia de que, más allá del vocabulario, habilidades relacionadas con desempaquetar palabras complejas a través del uso de la morfología,
La enseñanza de la decodificación a niños con discapacidad intelectual: un metaanálisis
Ha habido cierta falta de consenso respecto a cuál es la mejor forma de enseñar al heterogéneo grupo de niños con discapacidad intelectual a leer las palabras de forma precisa y fluida.
En una revisión de las aproximaciones llevadas cabo hasta la fecha, Ahlgrim-Delzell y Rivera (2015) observaron que muchos de los programas educativos que buscaban enseñar la lectura a niños con discapacidad intelectual renunciaban a la conciencia fonológica...
y a la instrucción directa de las reglas de conversión grafema-fonema (no enseñaban a los niños la correspondencia entre los símbolos de las letras y sus sonidos). En lugar de esto enseñaban a los niños a reconocer las palabras por su forma, como si fueran dibujos.
El uso de las elicitaciones y extensiones en las conversaciones con el alumnado de Educación Infantil y su contribución al desarrollo del vocabulario
El desarrollo del vocabulario en Educación Infantil parece clave. Sabemos, por ejemplo, que el vocabulario a los cinco años es un predictor sólido de la comprensión lectora a los ocho años (Hjetland et al., 2017).
Por ello, no es nada sorprendente que contemos con metaanálisis de cómo enseñarlo de forma eficaz en Educación Infantil (Marulis y Neuman, 2010) o con intervenciones específicas para tratar de instruirlo de forma explícita a través de la lectura de cuentos (Silverman, 2007).
¿Son los entrenamientos aislados en memoria de trabajo una respuesta eficaz en niños con dificultades en al aprendizaje de la lectura o el cálculo?
Muchos de los que humildemente trabajamos o tratamos de investigar sobre la respuesta educativa en dificultades de aprendizaje sabemos que se han descrito déficits en memoria de trabajo en niños con problemas en la lectura (Swanson, 2006) y las matemáticas (Passolinghi, 2006).
Quizá por esta razón muchos profesionales en el ámbito educativo han entendido que si las actividades diseñadas incrementan la capacidad de memoria de trabajo esto producirá efectos en tareas distales y no trabajadas relacionadas con la lectura, el lenguaje o el cálculo.