LA VERDAD DEL HOMBRE DE MAISINICÚ - En la película, el régimen presentó una versión diferente a los hechos que ocurrieron, que también quedaron registrados en el libro «Escambray: la guerra olvidada», escrito por Enrique G. Encinosa. Abro hilo.
Ya el libro está disponible en el canal de Telegram bajo el título «Héroes del Escambray». En él, se expone el lado oculto y olvidado de la lucha guerrillera librada, entre 1960 y 1966, en la Sierra del Escambray en la provincia de Las Villas.
El autor entrevistó a los protagonistas: combatientes integrantes de las guerrillas que se opusieron a la tiranía comunista desde un inicio, cuyos testimonios difieren de la 'versión oficial'.
En el capítulo X "El hombre de Maisinicú y la etapa final del Escambray", se recogen los testimonios de quienes conocieron a José Cheito León, jefe guerrillero, y al traidor Alberto Delgado. En aras de hacer justicia a quienes lucharon sin cesar, veamos la otra versión.
El 22 de junio de 1964, en los fosos de la Fortaleza de La Cabaña, doce hombres se encararon al paredón de fusilamiento: Maro Borges, Irenio Borges, Raúl Morel, Macho Jiménez, Andrés Oramas, Tomás García Valle, Julio Emilio Carretero, Cuco Cedeño, Blas Ortega, Valentín Hernández.
Manolo Munsó La Guardia y Benito Rodríguez Pedraja. Parados juntos, en la oscuridad de la noche, iluminados por la luz blanca de reflectores, los doce hombres cantaron el Himno Nacional mientras los rifles FAL disparaban y los plomos destrozaban sus cuerpos.
Mientras tanto, en el Escambray, Cheíto León esperaba el mensaje radial. La primera clave fue dada, pero la segunda clave, la llamada telefónica, la que el Hombre de Maisinicú desconocía, nunca llegó. Cheíto, desconfiado como todo buen alzado, comenzó a dudar de Alberto Delgado.
El comandante José Cheíto León Jiménez, que había asumido el mando de los pocos grupos que aún quedaban en el Escambray, se había ganado sus galones por sus méritos. Era un hombre joven, de 26 años, fuerte y afable. Cheíto había sido educado en Trinidad.
Él y su hermano Berardo habían reclutado diecinueve hombres de la zona, que se irían con ellos dos. Conscientes de que carecían de armamento y de experiencia militar, los veinte y un hombres se enlistaron en un batallón de milicia.
Después de varias semanas de entrenamiento básico, los nuevos reclutas desertaron en abril de 1961 y se alzaron, llevándose los rifles checos M52. Con tres años de experiencia en el combate, Cheíto León era, a pesar de su juventud, un veterano curtido en docenas de encuentros.
Con la sospecha escondida en lo más profundo de su pensamiento, Cheíto León se reunió con Alberto Delgado a la orilla de un río próximo a la finca Maisinicú. Delgado, cínicamente, había mandado a matar una res de la finca para festejar el viaje de la guerrilla a Miami.
Cheíto, fingiéndole amistad, celebró junto a él, hasta que no pudo contenerse más y confrontó al traidor. En la película castrista, Delgado murió valientemente y desafiante. Pero en la realidad, contada por los sobrevivientes, no fue así. En la foto, una escena de la película.
Al ser emplazado por Cheíto León, Delgado le negó repetidamente ser agente castrista. Después, llorando, declaró que había sido obligado a ayudar a la Seguridad del Estado cuando lo descubrieron conspirando. En la foto, Alberto Delgado.
En sus últimos momentos, le pidió clemencia, aludiendo que él era un padre de familia. Cheíto León ignoró los gritos del traidor, pues también el comandante Julio Emilio Carretero (en la foto) era un padre de familia y Delgado lo había entregado miserablemente.
Alberto Delgado (en la foto) fue ajusticiado. Al día siguiente, colgado de una guásima, fue descubierto por campesinos de la zona. Una vez desenmascarada su infiltración, la Seguridad del Estado lanzó una redada y arrestó a todo el que había tenido contacto con Alberto.
A Cheíto León lo cercaron al norte de Trinidad, en un fuerte combate en el que murieron hombres de ambos bandos. Cheíto fue alcanzado por dos balas. Herido, se arrastró hasta un matorral.
Allí, cuando lo iban a capturar mató a dos milicianos con su última granada, inmolándose con ellos. De esta manera, murió uno de los últimos jefes guerrilleros del Escambray. En la foto, el cadáver de Osvaldo Ramírez, asesinado en 1962.
En la foto, el cadáver del comandante Pedro González, que fue expuesto como trofeo en un parque de Trinidad.
Hasta aquí esta parte de la historia, que tiene muchos más testimonios y casos por contarse. Muchísimas gracias por leer.
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Movimiento Nacionalista Cubano. Fue una organización política y paramilitar de ideología ultraderechista que surgió en Cuba en las décadas de 1940 y 1950. Estaba inspirada en el nacionalismo radical y se oponía tanto al comunismo como a las influencias extranjeras percibidas como una amenaza para la soberanía y la identidad cubanas.
Historia y origen
Fundación y objetivos iniciales: Fundado en 1940, el MNC surgió en un contexto de efervescencia política en Cuba, donde diversas corrientes ideológicas (nacionalistas, socialistas y liberales) competían por influir en el rumbo del país. Su objetivo era defender la soberanía nacional y las tradiciones culturales cubanas, rechazando la influencia de movimientos comunistas, liberales y extranjeros.
Acciones y actividad política: El MNC adoptó una postura militante y organizó actividades propagandísticas, manifestaciones y enfrentamientos políticos contra grupos ideológicamente opuestos, particularmente comunistas. Aunque pequeño en comparación con otros movimientos, tuvo impacto en ciertos sectores de la juventud universitaria y en círculos militares.
Relación con el gobierno de Batista: Durante el régimen de Fulgencio Batista (1952-1959), el MNC mantuvo una relación ambigua. Aunque compartían la oposición al comunismo, el MNC criticó a Batista por su alianza con Estados Unidos y lo acusó de traicionar los ideales nacionalistas.
En algunos casos, miembros del MNC participaron en actividades paramilitares para defender sus posturas frente a otros movimientos revolucionarios.
Datos clave sobre el MNC
Ideología: Nacionalismo extremo, con tintes anticomunistas y, en ocasiones, racismo y xenofobia.
Influencias externas: El MNC fue influenciado por movimientos ultranacionalistas de Europa, incluyendo el fascismo italiano y el franquismo español, aunque no adoptó estas ideologías de manera explícita.
Símbolos y retórica: Usaban una retórica centrada en la exaltación de la patria, los valores tradicionales y la lucha contra las amenazas ideológicas.
Declive del Movimiento
1959: Con la llegada de Fidel Castro y la instauración de un régimen socialista, el MNC fue perseguido debido a su abierta oposición al comunismo.
Algunos miembros del MNC se exiliaron, mientras que otros intentaron luchar contra el nuevo régimen desde la clandestinidad, aunque con poco éxito.
Exilio y desaparición: Durante la década de 1960, el movimiento desapareció como fuerza política activa. Algunos de sus integrantes se unieron a grupos de exiliados cubanos en Estados Unidos, donde continuaron promoviendo el nacionalismo cubano desde perspectivas anticomunistas.
Líderes y figuras destacadas del MNC
Alberto Martín Elena: Fue uno de los principales líderes del Movimiento Nacionalista Cubano y uno de sus fundadores. Estaba profundamente comprometido con la ideología ultranacionalista y abogaba por un Estado fuerte basado en valores tradicionales y un rechazo absoluto al comunismo.
Felipe Rivero Díaz: Fue uno de los fundadores y principales líderes del MNC. Fue un nacionalista radical conocido por su postura abiertamente anticomunista y por liderar acciones paramilitares.
Después de 1959, emigró a los Estados Unidos y continuó su oposición al régimen de Fidel Castro, siendo una figura activa en grupos de exiliados cubanos.
Rafael García Bárcena: Aunque conocido por su papel en otros movimientos nacionalistas, como la organización Acción Nacionalista Revolucionaria, se le vinculó ideológicamente con el MNC.
Fue un ferviente anticomunista y defensor de una Cuba independiente de influencias extranjeras.
Alianza con sectores militares: El MNC buscó alianzas en el Ejército y la policía para fortalecer su capacidad de influencia. Aunque no tuvo éxito en controlar estas instituciones, algunos oficiales simpatizaron con su ideología y apoyaron actividades del movimiento.
Activistas juveniles: El MNC reclutó a estudiantes universitarios y jóvenes profesionales, especialmente en las décadas de 1940 y 1950, como parte de su estrategia para expandir su base social. Muchos de estos jóvenes participaron en manifestaciones y enfrentamientos callejeros contra grupos comunistas.
Fidel Castro conoció a la novia cubana de Maradona. No una vez, sino varias veces. Sabía quién era y que su aspecto indicaba ser menor de edad. Pero eso no era algo que despertara alarmas. Mavys Álvarez había llegado a la vida del argentino como un objeto sexual, y en Cuba a nadie parecía importarle, ni a su familia ni a las autoridades, y mucho menos al esperpento de Castro.
Total, ¿qué diferencia hacía una más?, en un país donde la pedofilia y el abuso infantil forman parte de la vida diaria, del desastre cotidiano. Cuando ella apenas llegaba a los 16 años, Maradona se apoderó de su cuerpo. La única manera de viajar era o con el permiso de mis padres siendo con 18 años o mediante Fidel. Él me llevó y fuimos con dos objetivos: uno, que le vendiera una casa en La Habana o Varadero, y el otro, que me permitiera viajar al partido homenaje, que se celebró el 10 de noviembre de 2001.
Mavys señaló que solo bastó la firma de su madre y no hizo falta que lo hiciera también su padre, aunque tenía para ese entonces 17 años. Fidel dio su autorización y no hizo falta la firma de mi papá.
#EstampasDeMiCuba - Fidel Castro junto a su hijo, que lo visitó en la cárcel de Isla de Pinos tras el asalto al cuartel Moncada. Si la dictadura de Batista hubiera sido tan sanguinaria, este esperpento habría vestido ropa harapienta de preso, hubiera tenido malísima alimentación y su cuerpo hubiese llevado marcas del maltrato.
Batista liberó a Fidel Castro y al resto del grupo de delincuentes que asaltaron el Moncada. Todos salieron alegres y saludables, a diferencia del preso político Ariel Sigler Amaya, parapléjico gracias a la pésima atención que recibía en el penal, liberado mediante licencia extrapenal luego de siete años de cárcel.
Así entró a la cárcel Ariel, como se muestra en el cuadro, y así salió de las mazmorras castristas, en silla de ruedas y evidentemente esquelético.
#EstampasDeMiCuba - En Cuba, en la Cuba socialista y castrista que tanto defienden desde lejos los mamertos y chairos idiotizados, utilizan esta imagen para que los niños de primer grado aprendan a leer. ¿Es necesario utilizar al asesino maloliente llamado Che Guevara para que un alumno sepa utilizar la grafía CH? No hay un solo libro de lectura que recree fantasías o cuentos de hada. Todo, absolutamente todo, es ideología comunista y manipulación. Debajo dejo otras imágenes de ese libro.
¿Por qué un niño de primer grado tiene que leer estas palabras dichas por el engendro maligno de Fidel Castro? ¿Por qué?
Desde pequeños, desde la inocencia de la infancia, en lugar de hacer volar su imaginación, los niños cubanos tienen que aprender a decir: «Ayer y hoy, el pueblo dice: Cuba sí, yanquis no».
#EstampasDeMiCuba - Algunas de las entidades pre-castristas que brindaron apoyo a la entonces naciente y mal llamada «Revolución cubana», luego confiscadas, expropiadas y desaparecidas. Selección de imágenes. La empresa jabonera Crusellas, cuyos dueños tuvieron que ir al exilio en Miami, aquí donaban 40 mil pesos para la Reforma Agraria. Sobre la historia de Crusellas, pueden leer el siguiente hilo:
La empresa VW también saludaba a la «Revolución triunfante». Según ellos, «la Revolución necesita que todos los cubanos ahorremos divisas». VW, por supuesto, desaparecería bajo la bota castrista.
The Sherwin-Williams Co. of Cuba, S.A. también perdería su fábrica de pintura. Antes, apoyaron a los rebeldes y les dedicaron una página entera de publicidad.