Thread by @antigua_roma

Los espíritus malignos ya se acercan… la oportunidad para expulsarlos está próxima. Ven, acércate, que ya comienza el ritual de las lemuria…

Sígueme en este #HiloRomano para conocer una de las festividades más terroríficas del mundo romano y todos sus rituales.

Las lemuria eran unas festividades centradas en ahuyentar a los llamados lemures, unas divinidades menores de carácter maligno que atormentaban a los vivos. Se les expulsaba con rituales expiatorios en los días 9, 11 y 13 de mayo.

Para los romanos el mes de mayo, al menos su primera mitad, estaba manchado de impureza y maldad por la acción de los lemures. Ovidio nos habla en sus Fasti de la necesidad de aplazar cualquier compromiso matrimonial para el mes siguiente.

Esta época no es apropiada para las antorchas nupciales, de viuda o de doncella, la que se casa no dura mucho. Por esa misma razón, si te interesan los proverbios, afirma la gente que las mujeres malas se casan en el mes de mayo.

Ovidio, Fastos V, 487-490.

Durante las lemuria los romanos debían realizar diversos rituales para ahuyentar a los espíritus malignos y así evitar que devoraran las almas de sus familiares. En la medianoche de los días 9, 11 y 13 comenzaban los ritos. Este es el ritual completo. Realizadlo ¡si os atrevéis!

Se acerca la noche y, tras pasar la que seguramente sería una cena angustiosa y rápida, todos los miembros de cada familia se encuentran ya recluidos en sus cubículos.

La calma es total pero nadie duerme. Todos esperan el momento del ritual que ahuyente a los espíritus.

Al llegar la media nox, el Pater Familias se levanta del lecho y se asegura de no tener ningún lazo ni atadura en su cuerpo para propiciar un ritual efectivo.

En la oscuridad de la noche avanza descalzo por el atrio de la domus con el gesto apotropaico de la higa en su mano.

Tan solo la higa le protege de los espíritus malignos de sus antepasados que ya se arremolinan en torno a él.

Llegando al larario familiar se asegura de nunca mirar atrás, pues los malvados lemures devorarían al instante su alma y la de su famila.

El Pater Familias se purifica las manos con agua y coge las nueve habas negras que ha preparado con antelación.

Conoce bien el rito desde niño aunque entonces solo lo escuchaba en su lecho cubierto con mantas para doblegar el miedo. Ahora él es quien debe proteger a su familia.

Debe lanzar las habas por encima de su hombro mientras camina hacia atrás por la domus repitiendo nueve veces la fórmula del ritual.

Haec ego mitto, his redimo meque meosque fabis.

(Lanzo estas habas y con ellas me salvo a mi y a los míos)

Después regresa al larario donde se purifica nuevamente las manos y hace sonar un objeto de bronce. Mientras tanto, los lemures comienzan a comer las habas que se les han entregado como sustituto de las almas de la familia.

El Pater Familias sabe que los espíritus rondan a su alrededor, pero debe reprimir su miedo y cualquier instinto de darse la vuelta. No debes mirar atrás, repite en su mente mientras se prepara para concluir el ritual.

Manes exite paterni (salid de aquí, espíritus de mis antepasados), repite en voz alta y clara nueve veces más.

Entonces llega el momento más terrorífico. El Pater Familias debe volverse. Si todo ha ido bien, los lemures se habrán ido y solo encontrará la oscuridad de la noche.

El Pater Familias repetirá este ritual las noches del 9, el 11 y el 13 de mayo para asegurar que, un año más, su familia está protegida contra los malvados espíritus que acechan el mundo de los vivos.

Conocemos con detalle el ritual privado que cada cabeza de familia realizaba durante las lemuria gracias a la descripción detallada del poeta Ovidio en el libro V de sus Fastos.

Por otra parte desconocemos los rituales públicos que seguramente tendrían lugar también en las ciudades. Aun así, sabemos que durante estos días los templos permanecían cerrados para evitar que entrasen en ellos los espíritus. Eran días oscuros y lúgubres para los romanos.

Los gestos, las palabras y especialmente los números eran importantes en esta fiesta. El ritual debía realizarse con destreza para ser efectivo. El número tres, de gran capacidad mágica estaba presente en su forma más poderosa: el nueve, o tres veces tres.

Debían lanzarse nueve habas durante el ritual y las frases debían repetirse nueve veces seguidas de forma clara. Eso unido a elementos como la higa dotaban al Pater Familias de la protección mágica necesaria para no ser atacado por los espíritus.

Los lemures, también identificados como larvae eran espíritus de antepasados (Manes) malignos de las familias. En contraposición a ellos estaban los lares o antepasados benignos y protectores.

En el siglo XVIII, el naturalista Linneo dio a los lémures este nombre por su comportamiento nocturno y su aspecto siniestro similar al que en su mente tendrían los lemures (espíritus) romanos.

La festividad experimentó su mayor auge durante el siglo I cuando la mayor parte de los romanos eran muy supersticiosos y temerosos de los dioses. Seguramente una buena parte de la población creía realmente en los efectos mágicos del ritual.

A partir del s. II y especialmente en el III la fiesta fue cayendo en el olvido. Aun así, el cristianismo estableció el 13 de mayo como el día de los difuntos o de todos los santos. La celebración pasó posteriormente al 1 de noviembre al asociar el mes de mayo con la Virgen María

Si saber más sobre las lemurias en particular y sobre las divinidades y espíritus del mundo romano te recomiendo leer sobre todo ello en mis libros: Un año en la antigua Roma (amzn.to/38bLYsh) y ¡Que los dioses nos ayuden! (amzn.to/38ef4Hw)

Gracias por seguirme en esta terrorífica festividad. Si quieres ayudarme a seguir descubriendo el mundo romano, te pido que des RT al primer tuit del hilo para que más gente conozca el ritual de las lemuria.

Los dioses te lo agradecerán (y los lemures no te perseguirán😅).

Y, para acabar, en este video del canal de youtube de Antigua Roma al Día hablé hace unos años precisamente de esta festividad.