❤️ ¡Y gracias de corazón a mis patronos! Es gracias a ellos que puedo hacer estos experimentos y explorar nuevos caminos para las bases de datos públicas. Sean de contratos públicos, sean de imágenes…
¡Retrosantander 2.0 GTI 16 válvulas ya casi está! Ahora detecta y extrae las caras de las personas de las imágenes, y hace una estimación de su edad.
Con ganas de aplicar esto a otras ciudades o archivos fotográficos…
Esto es identificación facial. Hay una segunda derivada que es el reconocimiento facial: no solo detectar caras, sino extraer además sus características fisionómicas. Eso permitiría búsquedas como «muéstrame todas las fotos donde salga esta señora» (o por su nombre, si lo sabes).
He implementado también etiquetas automáticas. Por ejemplo, en esta imagen la visión artificial reconoce «militar», «uniforme militar», «oficial» y «soldado».
Esto es superultramegachulo, porque así puedes buscar imágenes POR SU CONTENIDO, y no solo por su descripción.
Aplicando visión artificial sobre esta fotografía de Pablo Hojas de la «2ª Quincena Comercial de Santander», en 1966, he podido identificar 99 caras y estimar la edad media de los asistentes: 31 años.
¡En esta fotografía he encontrado a mi tío abuelo Eduardo! Era director del Instituto Santa Clara. La imagen es de la apertura del curso académico.
La visión artificial le atribuye entre 48 y 54 años. Tenía 47. Todo sería más preciso si las imágenes no fueran de baja resolución.
Esto es un ejemplo de las cosas guapas™️ que se pueden hacer con los datos públicos. Pero claro, las administraciones tienen que publicarlos y compartirlos… Ahora es «su Scattergories» y hay que ser McGyver para hacer nada con ellos…
Anoche seguí trabajando en la próxima versión de retrosantander.com. Me quedaba dormido sobre el teclado mientras esculpía en trance, cual Bernini con el cincel, cientos de líneas de JavaScript. Hoy me he despertado.
Y como Martin Luther King… ¡he tenido un sueño! 🧵👇
He soñado que el Ayuntamiento de Santander cambiaba la licencia del archivo del CDIS a Creative Commons. Una licencia que:
— Reconoce los derechos del CDIS y los autores
— Impide usos comerciales sin pasar por caja
— Permite difundirlas y compartirlas
He soñado que desde el Ayuntamiento de Santander me contactaban y no era con un burofax para una cita judicial. Era para animarme con mi experimento de poner en valor el patrimonio fotográfico municipal, que es la misión declarada del CDIS.
Es un experimento. Iré mejorándolo. Y lo contaré aquí.
📷 Se pueden hacer cosas *muy* guapas con los archivos fotográficos municipales. Desde casa. Y si los ayuntamientos publican con licencias permisivas…
Un ejemplo: georreferenciar las imágenes.
A la izquierda, un rincón de Santander en 1969.
A la derecha, el mismo lugar en 2019.
Otras dos escenas urbanas separadas medio siglo.
Se me ocurren *decenas* de ideas para llevar a la estratosfera el tesoro fotográfico del CDIS: aplicar visión artificial, «crowdsourcing» estilo Panoramio, emular Historypin, georreferenciar…
Este finde he hecho un experimento con la base de datos del Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS). Se trata de un ente público con una misión maravillosa: poner en valor el patrimonio fotográfico de la ciudad.
El CDIS tiene un tesoro. 📸
¡Vamos a destriparlo!
El CDIS dispone de un archivo de imágenes imprescindible para conocer la historia de Santander.
❤️ Si tienes un mínimo de sensibilidad histórica y de curiosidad por la vida y usos de las generaciones que definen nuestro presente, es imposible no enamorarse de algo así. 👇
El Centro depende del Ayuntamiento de Santander. El acceso al fondo requiere de cita previa y de la expresión anticipada del interés que mueve la visita, según me han comentado por teléfono.
Así que el principal canal de acceso al banco de imágenes es su sitio web. 👌
Las tecnologías que mueven la digitalización se discuten en abierto. Académicos, especialistas y grandes corporaciones participan en listas de correo y debates transparentes.
Cualquiera con algo que aportar puede participar.
Un ejemplo: 👇