Podemos intuir el motivo que llevó a cientos de monjes a asentarse sobre las cimas de varias peñas, pero para comprender la lógica de este asombroso paisaje griego necesitamos profundizar un poquito.
Lo de flotante se le ocurrió al fundador del primer monasterio, San Atanasio, tras ascender al peñasco donde hoy se sitúa el Gran Meteorón, literalmente suspendido en el aire.
Es la sensación que uno tiene cuando ve el suelo metros y metros más abajo
Las decenas de pináculos que conforman Meteora son una anomalía geológica, un capricho natural entre las montañas Pindo y la llanura de Tesalia.
En su día parte de un delta, sus rocas mezclaron arenisca y conglomerado antes de ser elevadas hace 60 millones de años
Lo que hace de Meteora un lugar tan particular es su composición, la ausencia de estratificación vertical y su reducida extensión.
En apenas unas hectáreas se agolpan decenas de pináculos de hasta 400 metros modelados por la suma de procesos erosivos
Aunque las cuevas de la zona han permitido trazar presencia humana 50.000 años atrás, la verticalidad previno durante mucho tiempo la ocupación continua de Meteora.
Esto permite que el bosque mediterráneo que hoy abraza los pináculos añada belleza al entorno
Esta verticalidad, sin embargo, fue la que atrajo a los particulares pioneros de Meteora, monjes ascéticos.
Inspirados por los estilitas que vivían sobre columnas, los monjes fueron formando una comunidad que alrededor del siglo X culminó en el pueblo de Kalabaka
De hecho, a mucha gente le sorprende que la iglesia más antigua de la zona esté en la llanura y no en las alturas que dan la fama a Meteora.
En la frontera norte de Tesalia, esta zona fue plenamente cristiana hasta finales del siglo XIV, cuando todo cambió
Aunque con dificultades, los otomanos controlaron la región desde entonces y los monjes reaccionaron.
Por su carácter trataban de vivir al margen de disputas políticas, pero la iniciativa de San Atanasio fue replicada y una veintena de monasterios empezaron a flotar
Durante cinco siglos hubo vaivenes, pero la vida monástica progresó con comunidades autosuficientes que cultivaban el valle y oraban en las cimas.
Entre ambos mundos, precarios artilugios como "ascensores" manuales o escaleras de quita y pon
Cuando Grecia expulsó a los otomanos y la zona volvió al cristianismo, muchos monasterios ya no existían, pero los supervivientes disfrutaron de un repunte. Se facilitó su acceso y sus comunidades crecieron.
Lamentablemente, Meteora fue campo de batalla en la II Guerra Mundial
Una vez concluidas las principales reconstrucciones, hoy podemos disfrutar de seis monasterios flotantes que albergan una reducida comunidad de monjes que sigue, no obstante, los preceptos de autosuficiencia y ascetismo del pasado
Gran Meteorón no es solo el más antiguo, el que da nombre al lugar, sino el más extenso y alto.
Ocupa una generosa meseta en la que hubo espacio para hospital, escuela, varias capillas y la iglesia principal, una de las principales no de Meteora, sino de Grecia
La extensión de Meteorón le resta algo de dramatismo, el que podemos disfrutar en otros mucho más pequeños como Roussanou y San Nicolás, obligados a aprovechar cada metro cuadrado de sus rocas.
El segundo, además, cuenta con valiosos frescos de Teófanes de Creta
Es el nombre propio artístico de Meteora. Teófanes es referencia de la escuela cretense que impulsó el estilo posbizantino, surgido tras la caída de Constantinopla.
Con aires italianos, sus frescos del nártex de San Nicolás son probablemente los más influyentes de Meteora
Teófanes también dejó su seña en un fresco menor de Varlaam, segundo monasterio más grande de Meteora.
Proyectado por dos hermanos a comienzos del siglo XVI, su perfil sobre un complicado pináculo lo sitúa entre los más bellos
Pese a su tamaño, Varlaam acoge solo a un puñado de monjes, lejos de la treintena de monjas que hacen de San Esteban la principal comunidad.
Con vistas a Kalabaka, su iglesia es de finales del XVIII, pero su museo alberga obras y manuscritos más antiguos
A San Esteban se accede por un pequeño puente, mucho menos trabajo que los 150 escalones hasta Trinidad.
Sobre un vertiginoso peñasco, con las montañas Pindo al fondo y vistas a la llanura de Tesalia, es uno de los monasterios más fotogénicos de Meteora, que ya es decir
Custodio de la cultura bizantina solo comparable al Monte Athos, Meteora es un lugar de ensueño.
Sus monjes ya no son la referencia cultural que fueron en el pasado, pero perpetúan un conjunto monástico vivo en continuo diálogo con su geología y naturaleza
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Vine a Padua desde Lombardía para ver la capilla Scrovegni y ha merecido la pena. Cada detalle de cada rincón de los frescos de Giotto te dejan preguntándote cómo se le pudieron ocurrir tantas cosas a una sola persona. Huyo mucho del concepto de genio, pero aquí no queda otra...
Por dar algo de contexto, la capilla fue elaborada por Giotto a comienzos del siglo XIX. Uno antes del Renacimiento, aunque en ella ya podemos advertir el giro de timón en la pintura europea: escenas propiamente dichas, gestos emocionales, perspectiva, etc.
En Padua hay más sitios de frescos del siglo XIV como el inmenso Palazzo dalla Ragione y la popular basílica de San Antonio. También es punto ineludible el prato della valle.
Y esta tarde el otro sitio patrimonio mundial de esta ciudad..
Junio, 1900. En el desierto chino del Gobi, cerca de Dunhuang, Wang Yuanlu está restaurando una antigua cueva budista cuando advierte una puerta sellada.
La retira para descubrir la que se convertirá en cueva más famosa de las centenares que hay en Mogao
Llenando cada hueco de la sala, hasta sus tres metros de altura, se acumulan miles y miles de documentos que hoy se considera el mayor repositorio documental de la China del primer milenio de nuestra era.
Son los documentos de Dunhuang, por desgracia repartidos por el mundo
No sabemos cuándo ni por qué esta cámara fue sellada, solo que los documentos nos llevan como tarde hasta el siglo XI.
Quizá fuera porque ya no eran necesarios o por un inminente ataque, pero pasaron casi nueve siglos protegidos por la sequedad extrema del lugar
Vamos allá con la segunda tanda de nominados a patrimonio mundial. Debido al covid, esta edición ha acumulado dos años y estos son los de 2021.
Os recuerdo la leyenda: (I) recomendado para inscripción (R) y (D) distintos grados de dudas y (N) no recomendado para inscripción
Mezquitas de estilo sudanés en el norte de Costa de Marfil (Costa de Marfil) (D)
Selección de ocho pequeñas mezquitas que presentan el estilo de arquitectura basada en barro y madera que podemos apreciar muy bien en grandes templos como la mezquita de Djenné
Dholavira: una ciudad de la cultura Harappa (India) (I)
Una de las principales ciudades de la civilización del valle del Indo, su situación sobre una isla árida fue un reto en la gestión del agua. Destacan su diseño urbano y cementerio
Pues allá vamos, estos son los candidatos 2020 (2021 para mañana) a entrar en la lista patrimonio mundial en el #44WHC celebrado en Fuzhan, China.
Leyenda: (I) recomendado para inscripción (R) y (D) distintos grados de dudas y (N) no recomendado para inscripción
Arte rupestre de Himã Najrān (Arabia Saudí) (R)
Sitio de arte rupestre desde hace 7.000 años hasta casi la actualidad, incluye muestras de una de las primeras paradas de las caravanas del desierto de hace 3.000 años
Grandes Spas de Europa (Austria, Bélgica, Chequia, Francia, Alemania, Italia y UK) (I)
Once ciudades (como Karlovy Vary, Spa, Vichy, Baden Baden o Bath) que emergieron desde el siglo XVIII de la fama de las aguas termales y conservan infraestructuras y ocio asociado