Thread by @TxindurriG

⚠️ El Instituto Internacional de la Prensa exige a Polonia justificar la decisión de prorrogar la detención preventiva de Pablo González. Viene bien recordar los principales acontecimientos y acusaciones contra Pablo, un caso que se estudiará en los libros de historia.

⬇️ HILO

https://twitter.com/globalfreemedia/status/1529486364458340356

El periodista Pablo González lleva más de 3 meses secuestrado e incomunicado en Polonia, sin poder hablar con su familia y en vulneración de sus derechos a una defensa justa. El Estado polaco le acusa de espionaje y de trabajar por los servicios secretos rusos.

Los "indicios" para esta gravísima acusación son:
• Haber hecho seguimiento de la barbarie ucraniana en Donbass desde una perspectiva no OTANista (es decir, de ser "pro-ruso")
• Trabajar en medios de Euskal Herria como @naiz_info.
• Tener la nacionalidad rusa y hablar ruso.

• Tener una tarjeta bancaria de Laboral Kutxa (!)

Ahora, después de 3 meses de incomunicación, las autoridades polacas han decidido prolongar la detención para conseguir más "pruebas" contra a Pablo.

Pero hay que subrayar que aquí la cuestión no va de la "falta de cultura

democrática" de Polonia. Esta historia es un triller de espionaje y servicios secretos digno de una peli, donde están involucrados las instituciones y los servicios de diferentes Estados (entre ellos el español) y la UE.

Repasémos: a principio de febrero los servicios ucranianos

retienen a Pablo mientras está trabajando y lo interrogan durante horas, acusándolo de ser "pro-ruso". Después del interrogatorio lo tachan de indeseado e "invitan" a dejar el país. Así Pablo vuelve al Estado español, hasta la invasión rusa, cuando decide volver a Ucrania para

hacer seguimiento de la guerra. Nunca llegará a volver a Ucrania. Vamos a seguir los acontecimientos: después de haber sido invitado a dejar Ucrania y ANTES de ser detenido por los servicios polacos, el CNI español fue a interrogar a su familias en Euskal Herria y Catalunya.

Buscaban comprobar si efectivamente Pablo era pro-ruso. Los familiares relatan que "la situación fue surrealista, de película". Les hicieron incapié en las acusaciones ucranianas, como por ejemplo que había trabajado en GARA, "un medio pro-ETA y subvencionado por Rusia" (!)

Después de este interrogatorio surrealista, como dicho, Pablo volvió a la frontera Polonia-Ucrania, con la intención de cubrir el conflicto. Y allí fue secuestrado, con las mismas acusaciones que hacían los servicios ucranianos y que repitieron los del CNI a sus familias.

El Estado español, @sanchezcastejon y @MAECgob son responsables de esta vulneración de los derechos de Pablo, igual que Polonia, Ucrania y la UE. La UE sigue dando clases de democracia, mientras sus Estados tratan como prisiones de guerra a periodistas incómodos.

#FreePablo