#ADVERTENCIA#TriggerWarning
Tras dos años de investigación, por fin puedo compartir esta historia con todos.
En Venezuela, los sacerdotes culpables de abusar a niños han vuelto la iglesia, incluso después de la condena. Un “macabro” pacto entre poderes. wapo.st/3Oyxm5T
Durante la investigación vimos patrones comunes: los sacerdotes encontrados culpables de violentar niños y adolescentes suelen ser beneficiados con medidas cautelares, o dejados en libertad.
Hay casos en al menos 11 estados del país, entre sentencias condenatorias y denuncias de víctimas que por miedo o por prescripción de su caso, nunca fueron al sistema. La @CEVmedios no respondió a ninguna de las solicitudes de entrevista.
Un Magistrado del TSJ revisó algunos de las sentencias y archivos que conseguimos, encontrando “irregularidades” en la aplicación de la justicia.
En tres casos, a los sacerdotes condenados se les otorgó una medida cautelar, a pesar que la sentencia del TSJ de 2017 dice claramente que no se puede.
En Lara, un sacerdote condenado por abuso sexual, que además había sido investigado en 1996 por presuntamente intentar violentar a un niño a punta de pistola, sigue dando misa en Humocaro Alto.
En Anzoátegui, el padre Enrique Castro fue condenado a 5 años por abuso sexual pero se le otorgó cautelar. La sentencia es de 2022. Documentos prueban que el padre Castro ya había sido denunciado en 2014 por delitos similares.
Esto lleva pasando años, bajo la mirada de líderes opositores y oficialistas. En el Zulia, el padre Rafael Márquez fue acusado de abusar de 12 niños en extrema vulnerabilidad, a veces en “presencia de otros niños.”
Según 3 miembros de la oposición, la Iglesia tiene gran influencia en la política, sobre todo en la Asamblea de 2015. Debates sobre aborto y matrimonio igualitario fueron eliminados de la agenda por "órdenes de altos miembros de la Iglesia", según los consultados.
En 2020, el Padre Rondón Molina fue asesinado en Táchira. El adolescente responsable había sido abusado por el sacerdote durante años, según Autoridades que tamén bireconocieron que la Iglesia sabía de otras denuncias en años anteriores.
@Dsmilde explica que la vorágine política no deja espacio para atender problemas urgentes y reales, que existen bajo la mirada de muchos. @FERMINMARMOL piensa que no es tanto el poder de la iglesia, sino lo permeable del sistema.
Pero el camino más difícil es para las víctimas. El caso de @Arauj0Jose fue lo que inició esta investigación. Él ha denunciado su caso a autoridades eclesiásticas y civiles desde 2018, sin respuesta ninguna.
Gracias a los valientes sobrevivientes con los que pude conversar y a los miembros del sistema que abrieron puertas.
Por favor, compartan y si necesitan hablar, mis DM y coreo están abiertos. wapo.st/3Oyxm5T
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#TriggerWarning containing abuse
Our two-year investigation reports on church abuse in Venezuela for the first time. In #Venezuela, priests returned to ministry -some without touching jail- after being convicted of crimes against children. wapo.st/3QDH48C
We found cases in 11 of Venezuela’s 23 states. All shared an element in common:
Victims came from poor and vulnerable backgrounds.
This investigation shows the irregularities of a broken justice system that benefits the powerful - like the Church- but never the victim.
All shared an element in common: Victims came from poor and vulnerable backgrounds. It shows years of abuse and irregularities known by the justice system and the Church.
The story behind the video:
Minutes before this happened, the National Guard “evacuated” the pro government legislators. “Run, quick”, they said as they pushed José Brito, the last one to get out.