Uno de los grandes misterios de la astronmía son las ráfagas de radio rápidas o #FRB (Fast Radio Bursts), pulsos extremadamente brillantes de radio que provienen de galaxias lejanas. Liberan tanta energía en un milisegundo como lo hace el Sol durante muchos días.
📸 NRAO/Vimeo
No se sabe qué las producen, pero la fuerza que liberan en un amplio espectro de radio es extremadamente poderosa. La gran mayoría de las observadas se producen en galaxias distantes (3.000 millones de a.l). Sus fuentes son objetos de menos de 100 kilométros de diametro.
📸#NASA
Hay varias teorías que tratan de explicar los FRBs: de colisiones de estrellas de neutrones y agujeros negros hasta sistemas de propulsión de civilizaciones extraterrestres. De magnetares hasta choques materia-antimateria. Muchos se inclinan por diversos orígenes.
📸M. Weiss/CfA
Los FRBs detectados eran eventos únicos en galaxias lejanas, que no se repetían desde el mismo lugar. Pero en 2012 se detectó la primera fuente que repetía los destellos. En 2020 se detectó el primer FRB desde dentro de nuestra galaxia.
📸Danielle Futselaar
Más misterio: en 2018 se detectó la primera fuente de FRB (FRB 20180916B) a 457 millones de a.l que emite un estallido periódico: cada 16,35 días. Hasta ahora, tenemos 3 tipos de FRBs: no repetidores, repetidores irregulares y ahora FRBs repetidores regulares.
📸 Jingchuan Yu
Por décadas, la tesis más aceptada ha sido que los dinosaurios no aviares (junto con pterosaurios, reptiles marinos, etc) desaparecieron por el impacto de un asteroide.
Pero algunos no están de acuerdo, como la paleontóloga Gerta Keller.
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Gertrud Keller (llamada Gerta Keller) nació en 1945 en Liechtenstein.
Es geóloga, paleontóloga y profesora en la Universidad de Princeton.
Representa la tesis de que la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno (K-Pg ) resultó de megavulcanismo, y no del impacto de un asteroide.
Gerta es la sexta hija de una familia de doce personas (en la foto, al extremo izquierdo), creció en una granja lechera y vivió en la pobreza.
En la escuela de una sola aula a la que asistía, los niños aprendían matemáticas y ciencias, y las niñas aprendían a cocinar y limpiar.
A los 40 años, una mujer identificada como “SS” comenzó a notar cambios en su percepción del mundo físico que la rodeaba.
Al mirar cosas como árboles y flores, comenzaba a ver colores, texturas y sombras en formas que nunca antes había visto.
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Sintió la compulsión de plasmar su “nueva visión” en el papel. Nunca antes había pintado en su vida y no se sentía cómoda con un pincel, así que compró un juego de tizas pastel.
Tomó la imagen de un gorila de una revista de National Geographic y se sentó a dibujar.
El resultado fue una pintura al pastel rica y compleja con un realismo asombroso.
Lo que sorprendió a amigos y familiares, porque nunca había mostrado aptitudes para el arte; ni siquiera interés por el tema, y nunca había tomado una clase de arte.
¿Cómo serán las civilizaciones con decenas de miles, incluso millones de años?
La escala Kardashev describe 3 niveles básicos de avance; la humanidad aún no ha alcanzado ni el Tipo 1.
Las civilizaciones de Tipo 3 serían indistinguibles de dioses.
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Nikolai Kardashev (1932-2019), un astrofísico ruso cuyo nombre está siempre en discusiones sobre búsqueda de inteligencias extraterrestres.
Pero su origen no lo presagiaba.
Criado en un orfanato, su padre murió en las purgas de Stalin y su madre pasó años en campos de trabajo.
Entre sus aportes, está el desarrollo de la Interferometría de Muy Larga Base, que permitió contar en la práctica con un radiotelescopio del tamaño de la Tierra.
Así fue que se consiguió la primera imagen de un agujero negro supermasivo.
La investigación de una paleoantropóloga alemana sobre un homínido europeo desató controversia al teorizar que el linaje humano podría no haberse originado sólo en África.
Desafiando así dos siglos de ortodoxia científica.
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Nuestros parientes más cercanos son los chimpancés y bonobos.
La genética y paleontología dicen que ambos grupos divergieron es decir, tuvieron un último ancestro común hace entre 5 y 13 millones de años.
Una ventana muy amplia, que será mejor precisada con mayor investigación.
Sin embargo, el lugar donde vivió el último antepasado común entre chimpancés y humanos es una cuestión central y muy debatida en la paleoantropología.
Pero ciertos indicios parecerían apuntar a que parte del linaje humano, además de África, vendría del Mediterráneo oriental.