Thread by @aranzadi

1/25 En el último 🧵 acabamos con la foto de una víbora del Gabón, una de las más grandes del mundo que, como su nombre indica, es africana. Pero ¿qué tiene que ver una especie africana con la conservación de las serpientes nativas de Euskadi? #sugebizi

https://twitter.com/aranzadi/status/1537378458896064514

2/25 En aquel hilo hablábamos sobre la complejidad del concepto de #biodiversidad y cómo también debería amparar la conservación de especies comunes, tan dejadas de lado por la conservación, que suele centrarse en las raras, ya que sus problemas son más obvios.

3/25 Los principales problemas de conservación de una especie rara son bastante evidentes. Quizá lo más obvio es que, cuando la rareza se debe a un declive, si sus causas no se frenan, éste progresará hasta la extinción de la especie.

4/25 También es conocida la importancia de la variabilidad genética y cómo los “cuellos de botella” debidos a la rarificación reducen mucho esa variabilidad y hacen que las especies se vuelvan vulnerables a enfermedades o menos adaptables a cualquier cambio ambiental.

5/25 Menos conocido es “el efecto Allee”, que se centra en el comportamiento de las especies. La eficacia biológica de algunas depende de ciertos beneficios sociales; a medida que se hacen más escasas, les cuesta más sobrevivir o reproducirse, por ej., por no encontrar pareja.

6/25 Pero todos estos problemas de conservación son de índole ecológica, es decir, dependen de la relación de esas especies con el ambiente, físico o biótico. Hoy vamos a hablar de uno que no es consecuencia del ambiente alterado, sino de nuestra “psicología económica”.

7/25 Se trata del “efecto Allee antropogénico”, una variante del anterior en el que somos nosotros, debido a nuestra tendencia a sentir aprecio por las cosas raras, podemos llegar a crear una especie de efecto Allee en especies escasas o amenazadas. cutt.ly/gKZ7X3N

8/25 Esto ocurre debido a la confluencia de dos fenómenos. El primero, en principio bueno, es eso que E. O. Wilson bautizó como #biofilia, y que consiste en la tendencia innata a sentir aprecio, e incluso disfrute estético, por lo natural.

9/25 El otro fenómeno, no tan bueno, es la conocida como ley de la demanda, que rige la economía y que explica que el precio de un producto depende de la relación entre la demanda que existe en el mercado y la cantidad de éste que es ofrecida.

10/25 La biofilia nos lleva, entre otras cosas, a preferir los paisajes naturales, idealmente prístinos. Y también a tener plantas o mascotas. Pero cuando el paradigma capitalista hace que esto último confluya con la ley de la demanda, obtenemos un fatal “exceso de biofilia”.

11/25 Esto, que también adelantamos en el anterior hilo (la potencia sin control no sirve de nada), explica cómo la moda por tener mascotas más exclusivas ha provocado un reciente auge del comercio (legal e ilegal) de las denominadas “mascotas exóticas”.

https://twitter.com/aranzadi/status/1537379764784271360?s=20&t=YD9KisWeYLk5FEnGWjOM_w

12/25 Como mascotas, los reptiles resultan realmente exóticos, por no decir extravagantes. Y es que mucha gente quiere tener una mascota determinada para distinguirse del resto. O bien la escoge por la imagen que les confiere.

13/25 No nos paremos a pensar mucho en qué tipo de persona quiere tener concretamente una serpiente como mascota por una cuestión de imagen, pero el caso es que cada vez es algo más común.

14/25 Esta carrera por la exclusividad, una vez se inicia, no tiene fin: a muchos aficionados no les basta con tener una mascota que les distinga de la mayor parte de la gente, sino que, también quieren ser especiales entre sus compañeros de afición.

15/25 La aparición de internet y las redes sociales multiplicaron el contacto entre aficionados, disparando este tipo de “competencia” entre ellos. Llegados a este punto, en la actualidad no son raros los coleccionistas de mascotas exóticas y, concretamente, de reptiles.

16/25 Todo esto explica el nacimiento y aumento de la demanda de especies cada vez más raras (extravagantes o escasas) que, debido a la ley de la demanda, también serán más caras. Y esto último incentiva al tráfico legal e ilegal de especies y lleva al efecto Allee antropogénico.

17/25 Empezábamos el hilo preguntándonos qué pintaba una víbora del Gabón. Pues resulta que hace 3 años saltó la noticia de que había aparecido una víbora del Gabón en una zona de paseo de Hondarribia.

18/25 Al final resultó ser una broma que se fue de las manos, pero había una foto de la especie y, hasta que se descubrió el engaño, hubo que darla por verosímil y actuar en consecuencia (la víbora del Gabón es una especie muy tranquila, pero con uno de los venenos más potentes).

19/25 Actualmente, debido a esta escalada por tener la mascota más exclusiva o variopinta no es descartable que alguien pudiera tenerla de mascota, a pesar del peligro que supone. De hecho, ha habido casos de especies muy venenosas en otras comunidades: cutt.ly/wKGASQ7

20/25 Por si fuera poco, el auge de las mascotas exóticas y del coleccionismo, además de afectar a las propias especies objeto de comercio o suponer un peligro cuando se trata de especies venenosas, también acaba afectando a las especies nativas de dos formas.

21/25 Una serpiente es la protagonista de un ejemplo especialmente hiriente de una de ellas: la serpiente rey de California (/Lampropeltis getula/), vendida como mascota, se convirtió en una especie invasora especialmente dañina para los reptiles endémicos de Gran Canaria.

22/25 Decimos que es especialmente hiriente porque era algo que podía haberse previsto y evitado, dado el hábitat de origen de la serpiente, su dieta y que se trataba de una isla (que es especialmente vulnerable a las invasiones, ya que a menudo tiene ecosistemas más simples).

23/25 Por desgracia, en la actualidad, no se prohíbe la venta de una especie hasta que ya se ha convertido en invasora en alguna parte. En nuestra opinión, debería exigirse que se demuestre que no hay peligro de invasión para autorizar su venta, como condición previa.

24/25 El otro efecto negativo del “mascotismo” es que hay aficionados que mantienen especies autóctonas como tales e incluso las venden. Recordad que está prohibido molestar, capturar, poseer o vender fauna silvestre. Incluso para los estudios científicos es necesario un permiso.

25/25 Nosotros os animamos a que fotografiéis, apreciéis y disfrutéis estéticamente de las serpientes, pero sin ir más allá. Y, si veis a la venta cualquier especie nativa, avisad a las autoridades.

Contenido del hilo: @El_Inquisito @aranzadi

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