Es la travesía del héroe que comienza con un androide y una proyección holográfica.
Un mensaje para Obi Wan Kenobi.
La súplica para que preste su ayuda para la resistencia. Como lo había hecho antes.
Un mensaje que llega, por azares del destino, a un joven en medio de la nada.
El EPISODIO IV de Star Wars, rebautizado como a NEW HOPE ha sido diseccionado tantas veces que es difícil comentar algo nuevo de él.
Lo cierto es que hay algo muy especial en su narración para que haya cautivado, y siga cautivando a millones de aduciencia.
George Lucas usa A NEW HOPE como el crisol génesis de su universo narrativo.
Sí, es el camino del héroe.
El héroe se llama Luke Skywalker, pero su camino transita entre el Imperio, la Resistencia y la religión Jedi.
La historia en el Episodio IV es tan afortunada que plantea lo necesario y deja muchas incógnitas.
Sería un buen debate definir qué es lo que mas impacto tiene en la audiencia cuando ve por primera vez la película: las certezas o las incógnitas.
Nada mas termina la fanfarria de la Fox, y comienza la fanfarria de John Wiliams, cuando Lucas nos receta la primera incógnita.
EPISODIO IV.
¿Acaso nos hemos perdido las tres primeras entregas?
Comenzar el relato en la medianía de él.
¿Por qué?
El culto emanado de A NEW HOPE, ahora lo sabemos, se basó mas en las expectativas sobre lo que plantea y no se especifica, en esa primera entrega de STAR WARS.
Vemos el camino del héroe de Luke Skywalker, pero apenas sí se perfila la historia de Darth Vader, del Emperador.
Darth Vader y el Emperador, tienen sus intervenciones en el Episodio IV, suficientes para plantear las intenciones dictatoriales del Imperio, y dejar la semilla de la duda sobre el Lado Oscuro de La Fuerza.
En realidad, el mayor planteamiento del relato lo hace alguien mas.
Tampoco la mayor relatora es Leia Organa. Al final, de forma contundente y chocante, sabemos que la Princesa es una líder de la resistencia.
Se resiste a la dictadura, ergo es el bando bueno. Vamos, es una película norteameriana, así funcionaban las trincheras en los años 70.
Tampoco es Han Solo.
Solo es un contrabandista que nos vislumbra esa zona dentro de un sistema social que está fuera de todo orden y ley.
Ese lugar bronco, fuera del control del Imperio y de los Jedi, desde donde va a emanar el héreo.
El mayor relato en A NEW HOPE viene de quien va a hacer la función de encaminar al héroe.
El maestro
El mejor relator del universo de Star Wars en la priemera película es Ben Kenbi.
Ese viejo solitario, como lo define Luke.
Este TL ha postulado la tesis de que el tamaño del héroe se mide a partir del tamaño de villano.
Darth Vader es uno de los grandes villanos del cine y, por ende, Star Wars funciona de maravilla a pesar de sus taras y yerros.
Postulemos hoy un corolario.
El tamaño del héroe también parte del mérito en su ascenso, en muchos casos personificado por su maestro, aquel que le enseña las habilidades y la moral de su encomienda.
Y debe funcionar en esas dos vertientes: un maestro en las habilidades y en el código moral.
Tras nueve películas de Star Wars, debo decir que George Lucas hace un gran planteamiento entre el tamaño del villano y del maestro.
Darth Vader es un gran villano.
Obi Wan Kenobi es aun mejor maestro.
Es él, Obi Wan Kenobi, el gran personaje de esa primera película.
George Lucas quería que el personaje de Obi Wan Kenobi funcionara como los grandes maestros samurai de sus amadas películas de Akira Kurosawa.
Para una generación de pubertos, Kurosawa no era una referencia muy conocida, pero fue fácil asociarlos con caballeros ingleses.
Es Obi Wan quién nos da el mayor contexto de el Imperio, la Resistencia. Sobre todo de la misión de Luke: balancear la piedra medular de sus habilidades La Fuerza.
Y también nos brinda las primeras lecciones sobre un código moral para contener a La Fuerza. la religión Jedi.
- La Fuerza nos rodea, está en todo el universo - nos ilustra Ben Kenobi.
El mecenazgo que ejerce sobre Luke inicia con ejercicios para poder controlar a dicho poder.
Pero también se ejerce dándole a conocer las bases de la religión Jedi y el Lado Luminoso de La Fuerza.
¿Cömo no sentirse seducido por un viejo sabio enfundado en una túnica merlinesca?
Carajo, lo repitió hasta el hartazgo el Emporio Disney en sus animaciones, y lo vimos una y otra vez en películas de caballeros y armaduras.
Esa construcción del maestro que proveé habilidades y cánon moral se ha repetido en el cine una y otra vez con éxitos inmediatos.
¿Recuerda el maestro de La Novia en KILL BILL'
¿Recuerda a JK Simons haciendo sufrir a un joven Miles Teller en WHIPLASH?
Gearge Lucas tenía presente que el personaje de Obi Wan no podía fallar en esa primera película de STAR WAR porque era quien iba a plantear el universo de Star Wars en Luke y en toda la audiencia de la película.
Y el personaje que mejor iba a perfila sus intenciones en pantalla.
Por eso, en un principio, y en congruencia con la referencia del maestro samurai, George Lucas le ofreció el papel de Ben Kenobi al actor fetiche de Kurosawa: Toshiro Mifue.
Mifune declinó la oferta. Dudaba de que la cinta fuera respetuosa con el código samurai
Así pues, George Lucas fue en busca del segundo referente, un caballero inglés.
Fue a ofrecerle el papel a Sir Alec Guiness, ex miembro de la Real Fuerza Aerea, aspirante a sacerdote anglicano, ganador del Oscar y caballero de la Reina.
Sir Alec Guiness, lo cuenta en sus memorias, veía mucho potencial en la trama del entonces conocido Episodio IV, pero dudaba mucho del proyecto.
Le había impresionado mucho la primera cinta de Lucas como director, pero sabía que le había costado mucho levantar Star Wars.
A Guiness le atraía mucho la idea de que el mayor tiempo de rodaje fuera en Inglaterra, aunque le pesaban las semanas de trabajo en Mauritania y que la cinta versara sobre "ciencia ficción" que creía un género menor del cine.
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Sobre todo a Sir Alec Guiness le pesaba el hecho de que su papel fuera en un personaje tan confuso como Obi Wan Kenobi y secundario en un casting lleno de actores irreconocidos.
Él un actor británico consagrado por THE BRIDGE ON THE RIVER KWAI, LAWRENCE OF ARABIA y DR. ZHIVAGO.
Al final, Alec Guiness acabó aceptando el papel de Ben Kenobi por el dinero que el salario que le ofrecieron.
El salario era el mas alto de todo el cast e incluía una prima de taquilla que cobró hasta el último día de su vida.
A partir de ese entusiasmo inicial por la trama del maestro Jedi, la opinión de Sir Alec Guiness fue en declive.
En correspondencia a amigos se quejaba amargamente de los días de filmación plagado de cambios y confusiones.
Tras el estreno y éxito de la cinta, vino lo peor.
Escucho la banda sonora de OBI WAN KENOBI de Natalie Holt y en mi mente suena:
- casi lo tiene
- lo tiene
- lo perdió
- ahí viene de vuelta
- ahí lo tiene
- lo volvió a perder
Todo ello sobre la sonoridad de Star Wars.
El tuit anterior no es queja.
Es mas ilustrar cómo hemos sido condicionados a una sonoridad en una saga narrativa, y el cómo nos cuesta trabajo ampliar las nociones musicales de esa saga.
Algo que, por cierto, los productores de las cintas de James Bond han hecho muy bien.
Hay 1ue decir que Natalie Holt hace buen trabajo, con varios momentos notables.
Tú rompes las reglas y te conviertes en héroe. Lo hayo y me convierto en enemiga.
Wansda Maximoff.
Hay una escena en DOCTOR STRANGE IN THE MULTIVERSE OF MADNESS que para mí es una carta de intención insertada por las mentes maestras que rigen los destinos de los hoy poderosos Marvel Studios.
Es una charla, que se va crispando, entre Wanda Maximoff y Stephen Strange
Dice el Top Hot 1977 de Billboard que el éxito número 20 de ese año fue para una canción que sólo tiene 30 palabras, y es un arreglo orquestal de un tema musical compuesto para una película.
Tuiteros, y tuiteras:
Gonna Fly del gran Bill Conti.
Mucho se ha hablado de la revolución musical en la industria del cine que significó la década de los años 70, en la que se destaca mucho, merecidamente, la influencia del maestro John Williams que retornó el uso de la orquesta plena para la composición de bandas sonoras.
Pero se ha menospreciado mucho lo que BIll Conti consigue fusionando la propia orquesta clásica ensamblada con música popular de época.
"Gonna Fly" es épica orquestal que comienza con una fanfarria y da paso a una balada discotequera.
Dentro de las rarezas que contiene el historial del Top Hot 100 Annual de Billboard, la de 1977 tiene detalles muy interesantes.
Sí, la de 1977 que hoy día anda cumpliendo 45 años de publicación.
Nos ilustra el Top Hot 100 de Billboard de 1977 que el éxito número uno de ese año fue una canción de Rod Stewart llamada "Tonight's the Night", una balada pop que yo, sinceramente, ni conocía y que, supongo que el mainstream de hoy tampoco.
Las situación se pone interesante cuando usted mira mas abajo de la lista. En el lugar 19 está "Hotel Californa" de The Eagles.
Cómo pasan los años y cambian los criterios como para que hoy la canción de Rod Stewart haya perdido trascendencia, y "Hotel California" sea un himno.