En el #ESTRÉS el cortisol actúa sobre la corteza prefrontal y el hipocampo: disminuye la plasticidad sináptica, atrofia dendrítica, pérdida de volumen de materia gris. Pero sobre la amígdala (cortisol): incrementa la plasticidad sináptica y la expansión dendrítica. OPOSICIÓN. 
Esta oposición contribuye a los efectos clínicos adversos del stress. Facilita la adquisición del MIEDO y limita su extinción. Se alteran la cognición, control de impulsos, regulación emocional, toma de decisiones, empatía y conducta prosocial.
"La amígdala cree que sabe lo que está ocurriendo antes de que la corteza frontal presione los frenos. El camino hacia un trastorno de ANSIEDAD paralizante está pavimentado con vivaces sinapsis amigdaloideas."
ESTRÉS. La incapacidad crónica para desactivar los efectos del CORTISOL sobre la AMÍGDALA promueve el sesgo hacia una visión generalizada de los eventos como AMENAZANTES.
Uno de los problemas más frecuentes en la clínica son los síntomas que se producen por la incapacidad de "CERRAR" respuestas fisiológicas al estrés cuando la amenaza ha cesado. Según Bruce McEwen es la incapacidad de escuchar el mensaje "Ya todo está despejado".
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