Thread by @JEP_Colombia

Hoy el país continúa escuchando a los imputados en el #Caso03, subcaso Costa Caribe, que investiga 'falsos positivos' cometidos por miembros del batallón La Popa. Se espera que hagan reconocimientos por el segundo patrón criminal.
🎥#EnVivo|

El segundo patrón criminal identificado por la Sala de Reconocimiento se dio en una lógica en la que, para responder a la presión por resultados en el batallón 'La Popa', militares asesinaron a personas en condición de vulnerabilidad, por cuyas muertes, creían, nadie reclamaría.

#ElDato| Los militares involucrados en estos ataques generalizados y sistemáticos contra la población civil fueron imputados con el crimen de homicidio en persona protegida, el crimen de guerra de homicidio y los crímenes de lesa humanidad de asesinato y desaparición forzada.

Como parte del proceso que lleva la sala en el subcaso Costa Caribe, en total 159 integrantes del batallón La Popa, para la época en que ocurrieron los hechos, han solicitado someterse ante la #JEP.
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En el cierre de la primera jornada de esta audiencia, el magistrado Óscar Parra resaltó que "es absolutamente necesario para el país dialogar sobre estas atrocidades y este dolor", y agradeció a las víctimas por su entereza al revivir estos duros hechos.

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La jornada de hoy es presidida por el magistrado Óscar Parra, relator del Subcaso Costa Caribe (#Caso03), quien está acompañado por las magistradas Belkis Izquierdo y Nadiezhda Henríquez, de la Sala de Reconocimiento; y el magistrado Alejandro Ramelli, del Tribunal de Paz.

En esta segunda jornada se espera que hagan reconocimiento el sargento primero (r) Efraín Andrade, el teniente (r) Carlos Lora Cabrales, el mayor (r) Guillermo Gutiérrez, el teniente (r) Eduart Álvarez, el soldado profesional Álex Mercado y el cabo tercero (r) Elkin Rojas.

"Un joven de 17 años, con muchas metas, proyectos de vida, entre esos trabajar dignamente para regalarle casa propia a su mamá", empezó su intervención Katherine Pacheco, hermana de Deivis de Jesús Pacheco, un adolescente de Baranoa asesinado en 2003.

Katherine pidió permiso a la magistratura para solicitarle al compareciente Soto Sepúlveda, quien intervino al final de la jornada anterior, que aclare las circunstancias en que fue asesinado su hermano Deivis y limpie su buen nombre.
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Soto Sepúlveda tomó la palabra y le aclaró a la familia Pacheco que "el teniente Vergara llamó al paramilitar 'Don Mario', quien fue el que me entregó los 3 muchachos con vida, entre los que estaba su hermano", le dijo a Katherine⬇️

"Estoy acá porque mi hermana me da fuerza", dijo María Faustina Martínez, hermana de Noemí Pacheco, niña wiwa de 13 años asesinada por miembros del batallón 'La Popa'. "Estamos pidiendo a gritos poder ver a los asesinos de mi hermana, quien tenía 2 meses de embarazo", agregó.

"Si a ellos los mandaron a cuidarnos, ¿por qué no nos cuidaron?", cuestionó a los comparecientes María Faustina. Y agregó: "Por qué acabaron con una menor de edad, si mi hermana clamaba que no la asesinaran y la mataron. (...) Mi hermana era campesina como todos los wiwa".

María Faustina concluyó con vehemencia pidiendo justicia por el asesinato de su hermana. "No era para que hubiera muerto de esa manera mi hermanita", dijo. Y les reiteró a los comparecientes: "No los voy a perdonar, pero sí quiero ver aquí a los asesinos de mi hermana".

El magistrado Parra aclaró a María Faustina que el caso de Noemí es muy importante para la #JEP, pues su crimen hace parte del enfoque en el que la Sala determinó que hubo violencia discriminatoria. "Noemí era una niña wiwa, embarazada y en condición de marginalidad", le dijo.

#EnVivo| A continuación, María Faustina dejó en la tarima del auditorio un poporo como ofrenda en memoria de su hermana Noemí y de otras víctimas de los pueblos wiwa y kankuamo.

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#LaJusticiaRestaurativaTransforma

#EnVivo| Audiencia de reconocimiento por 'falsos positivos' cometidos por 12 exmiembros del batallón La Popa en la Costa Caribe ⬇️

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El compareciente Efraín Andrade Perea, en su reconocimiento relató que, con la llegada del teniente coronel Hernán Mejía Gutiérrez a 'La Popa', "lamentablemente se dio un cambio. Se inicia la popular ley de cooperantes del expresidente Álvaro Uribe", dijo.

"Los cooperantes eran informantes que eran comerciantes, campesinos y ganaderos, entre otros. Cualquier persona que aportara verdad o mentira era integrante de la red de cooperantes", explicó Andrade Perea y añadió que eso estaba sujeto a un análisis de inteligencia.

"Hoy ante los señores magistrados, las víctimas, ante el mundo y ante mi país, reconozco y acepto mi responsabilidad por mi contribución esencial en el plan macrocriminal que llevamos a cabo algunos miembros del batallón La Popa", dijo Andrade Perea.

"No tuve el valor ni la entereza que me enseñó mi mamá", dijo Andrade Perea. "Si yo hubiera hablado a tiempo, cuando me di cuenta de que mis hombres estaban haciendo actividades ilegales, mostrándole mentiras a mi pueblo, hoy no estaría aquí", agregó.

Andrade Perea aclaró a los familiares de las víctimas que sus seres queridos eran inocentes campesinos y no guerrilleros. "Eran personas que se les dio ese título en un área acomodada, (...) un área que yo corregía y decía que había un combate, pero era un combate ilegal", dijo.

Andrade contó que "las bajas se hacían entre el comandante del batallón, (el paramilitar alias) '39' y Manuel Valentín Padilla (otro de los imputados)". Según dijo, el jefe paramilitar llamaba al batallón para recoger a las personas que serían asesinadas y presentadas como bajas.

🎥Según Andrade Perea estas personas eran entregadas por los paramilitares vivas o muertas, "el caso que más se daba era que llegaban muertas", precisó. Una vez simulaban el combate, Andrade se encargaba de redactar el informe en el que presentaba a las bajas como guerrilleros⬇️

El magistrado Parra interrumpió a Andrade para que ahondará en la relación con los paramilitares.

"Nosotros manejábamos un sistema de guías geográficos. (...) Esos guías eran recomendados por Manuel Valentín y en algunos casos los enviaba el coronel Mejía", respondió Andrade⬇️

A través de un video intervino Yesenia Flórez, hermana de Albeiro Flórez Hernández, quien fue retenido por paramilitares cuando recolectaba café en una finca cercana en Pueblo Bello y luego de ser asesinado fue presentado como baja en combate por miembros del batallón La Popa.

🎥En otro video, dio su testimonio Norgelis Isabel Martínez, esposa del indígena kankuamo Juan Nehemías Daza, quien fue asesinado y presentado como guerrillero dado de baja en combate en febrero de 2004 por miembros de la misma unidad militar.

Abelardo Daza, indígena kankuamo, hijo de Norgelis, relató cómo retuvieron a su padre Juan Nehemías y lo señalaron de ser guerrillero luego de que estuvieran haciendo actividades de campo. "Él no traía armas, simplemente traía una mochila y dos limones", dijo Abelardo.

Abelardo agregó: "No podíamos hablar. Los apellidos Arias, Oñate, Daza, éramos como los malos del pueblo, porque fuimos señalados". "Quiero que el compareciente Lora aclare y diga que mi papá no era ningún guerrillero y que él dio la orden de quitarle la vida", dijo.

"Soy indígena kankuama, nosotros no éramos ningunos guerrilleros, éramos perseguidos por el solo hecho de ser indígenas", dijo con la voz entrecortada por el llanto Neila Arias, hija de Enrique Arias, indígena kankuamo asesinado en junio de 2004.

"Yo creo que aquí no hay ningún 'falso positivo' que fuera rico", dijo Neila. Y resaltó la alianza que tenían militares con paramilitares en los que protegían los intereses de los ricos. "Ahí yo entendí, con razón están matando a los más pobres", agregó Neila.

Finalmente, Neila, dominada por el llanto, les dijo a los comparecientes: "nos dejaron huérfanos. A raíz de eso nos tocó desplazarnos de nuestra tierra por tener el apellido Arias. (...) Todos nos perseguían. Y lo viví porque a mí también me señalaron". #JusticiaParaLaCostaCaribe

"Quiero enviarle un mensaje a Carlos Iván Cáceres, quien nació el día de la muerte de su papá. (...) Quiero que sepan que he llevado por mucho tiempo esta cruz y sé del daño causado a esta familia", inició su reconocimiento el compareciente Carlos Andrés Lora Cabrales.

El teniente (r) Lora Cabrales fue excomandante del grupo especial Trueno. Sobre su ingreso a esta unidad militar, Lora Cabrales dijo: "pertenecer a ese pelotón era un orgullo. (...) Pero a esta edad de 44 años (ahora entiende) que ese pelotón fue creado para asesinar personas".

Lora relató la primera vez que participó en el asesinato de civiles en marzo de 2003, en el sector de La Mesa, Cesar. Según reveló, el coronel (r) Hernán Mejía les dio la orden de dirigirse al sitio. Allí estaban Manuel Padilla, Efraín Andrade y el mayor (r) José Pastor Ruiz...

Allí, simularon un combate y en una choza encontraron a tres víctimas que presentaron como bajas. "Pero ahí no hubo combate", explicó Lora. Y agregó: "Cuando llegamos al batallón hay una especie de agasajo, un asado y me felicitan. (...) Ahí empieza mi carrera de asesinatos".

Lora relató las circunstancias en las que fue asesinado Carlos Arturo Cáceres. Reveló que paramilitares lo señalaron como miembro de las Farc-EP y lo capturaron. "Yo digo que lo traigan y ordené el asesinato. Quien le disparó fue el soldado Monsalve", dijo Lora.

"Lamento profundamente el hecho de que Carlos no haya conocido ese día a su padre, que su señora no haya podido tener esa mano de apoyo que le ayudara durante su parto", dijo Lora. Y agregó que entiende el daño causado a la comunidad de Guatapurí.
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Luego, Lora Cabrales relató los hechos que llevaron al asesinato del señor Juan Daza quien fue retenido y señalado por paramilitares. "Efectivamente Juan Daza no era ningún guerrillero. Él venía de enseñarles a sus hijos el trabajo del campo", señaló.

Además, el compareciente Lora Cabrales le aclaró a Abelardo Daza que su padre no fue asesinado el 7 de agosto sino la tarde del 6. "Yo ordené que le dispararan", le dijo. Y corroboró que el señor Daza nunca intentó escapar.
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🔴#EnVivo| Lora Cabrales les dijo a las víctimas que todos los reconocimientos, felicitaciones, condecoraciones y uniformes "fueron quemados, incinerados por mi señora madre cuando me encontraba detenido en La Picota. Con esto sepulté cualquier honor militar que me quedaba"⬇️

🎥A continuación, el magistrado Parra reconoció el camino transitado por el compareciente Lora, quien en un principio no hacía un mayor reconocimiento ante la #JEP.
💬El magistrado Alejandro Ramelli le preguntó qué lo hizo cambiar.
🔴#EnVivo|

"Indiscutiblemente los golpes de la vida", respondió Lora entre lágrimas. "Unos hijos que nunca vi crecer, eran muy pequeños, tenían 2 años y los vine a ver cuando tenían 9. Al ver a estas personas, a estas víctimas", concluyó Lora Cabrales.

Continuó su relato: "Una vez entrega el batallón el coronel (r) Mejía, las instrucciones y exigencias del coronel (r) Figueroa eran mayores. Se tenían las tres baterías: Albardón, Bombarda y Contera (...) y la exigencia se traslada a Dinamarca y Espoleta", dijo.

Sobre los grupos especiales Zarpazo y Trueno dijo: "Estos dos pelotones eran una máquina de guerra y se volvieron una maquinaria de muerte". Y agregó que la presión por resultados se ejercía "a todos los niveles".

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"Debido a la presión que ejercíamos, porque también me incluyo ahí, (...) alentamos a continuar con esta barbarie y a producir esos resultados operacionales que nos trajeron nefastas consecuencias", señaló Gutiérrez Riveros.
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"Con el coronel Figueroa se implementaron 'los premios'. Que consistían en permisos de 15 días a un mes y una remuneración de plata en efectivo", dijo Gutiérrez. Y agregó que "toda la documentación se hacía de forma impecable para dar legalidad a las muertes fuera de combate".

Gutiérrez reconoció su responsabilidad en la muerte del señor Evelio Vaca. Relató que llegaron con el comandante del batallón al sitio donde se había reportado un supuesto combate y dicha muerte finalmente se presentó como una baja en combate. #JusticiaParaLaCostaCaribe

"Quiero pedirles perdón a las comunidades indígenas por haberle causado daño a su territorio, sus creencias y sus costumbres. Me comprometo a hacer lo que la JEP disponga. Su batallón La Popa, de la época, les falló. No cumplimos con nuestra misión”, les dijo Gutiérrez Riveros⬇️

En seguida, el magistrado preguntó al compareciente si sentía, desde mandos superiores, presiones y competencia entre unidades. Gutiérrez respondió: “sí, la presión existía. Se medía por resultados operacionales (…) En especial, muertes en combate”.

🎥¿Quiénes les exigían?, replicó el magistrado Parra. "El comandante del Comando Operativo 7, el coronel Juan Pablo Rodríguez Barragán (…) el general Díaz y el general Martín Orlando Carreño Sandoval", respondió el imputado.

El magistrado también le pidió al compareciente que profundizara en lo que conocía sobre el accionar paramilitar. "Para nadie es un secreto que una de sus bases que tenían era La Mesa, (...) durante mi permanencia ninguna operación se lanzó sobre ese sector", concluyó Gutiérrez.

“Yo di la orden de asesinar a Leovigildo Daza. Mucho antes de que viéramos presencia de la guerrilla ahí. En esa época se vivía una presión en la que nos pedían bajas (…) yo vi la oportunidad de cometer ese asesinato”, dijo el teniente (r) Eduart Gustavo Álvarez⬇️

En su relato, el excomandante del grupo especial Zarpazo, reconoció que “él era un N.N. y él se llamaba Leovigildo Daza. Yo mismo destruí los papeles de él. Esto, con el fin de obstaculizar la investigación”, confesó.
🔴#EnVivo|

Álvarez Mejía relató que, en una operación conjunta, al mando del capitán Ruiz de la Osa, se reportó una captura y, según dijo: “yo le doy la orden al soldado Soto de asesinar a esta persona. En esta contraguerrilla había el kit de legalización” de estas falsas bajas en combate.

🎥Álvarez Mejía reconoció que dio la orden de asesinar al señor Evangelista Arias, y les reiteró a los familiares presentes que no murió en combate. La esposa del señor Arias pidió tomar la palabra y exigió que se aclarara que su esposo era un hombre noble

Yesenia Flórez, hermana de Albeiro Flórez, tomó la palabra para pedir que le ayuden a ella, y a otros familiares, a encontrar los restos de sus seres queridos. Respecto a esto, el magistrado Parra indicó que la JEP y la @UBPDcolombia trabajan en esa tarea

🎥Álvarez relató que el coronel (r) Mejía le dijo "de forma jocosa que hiciera una operación con las fuerzas especiales de él", es decir, con un grupo paramilitar al mando del comandante '611', quien le entregó un paramilitar muerto al coronel (r) Mejía para presentarlo como baja

Además, el teniente (r) Eduart Álvarez relató cómo en medio de esa operación recibió una llamada del coronel (r) Hernán Mejía, quien le indicó que aprovechara "esos recursos, refiriéndose a los paramilitares, para presentarle al menos 12 bajas más". #JusticiaParaLaCostaCaribe

A continuación, la magistrada Nadiezhda Henríquez hizo una exposición de cómo evolucionó el segundo patrón criminal al interior del batallón 'La Popa' y leyó los nombres de otro grupo de víctimas identificadas en el subcaso Costa Caribe del #Caso03.
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A continuación, dio su testimonio Lauro Maestre, indígena kankuamo, hermano de Víctor Hugo Maestre, asesinado en octubre de 2004 en el corregimiento de Atánquez, luego de haber sido señalado por paramilitares a quienes contactó el pelotón Dinamarca 2.
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Sobre la presencia del Ejército en la región, Lauro dijo: "Pensábamos que estaríamos protegidos y cuidados por ellos. Pero llegaron buscando a estos jóvenes que huían de la guerra y los llamaron milicianos colaboradores de la guerrilla".

Luego, Lauro contó que su hermano resultó señalado de ser miliciano y lo desaparecieron. "Es lamentable que el Ejército Nacional, que garantiza el cuidado de nosotros, se prestara para este hecho", dijo. Y pidió que se conozcan los otros responsables en los altos mandos.

"Creo en un país en paz", empezó su intervención Laura Piña, hija de Álvaro Adolfo Piña Londoño, quien fue asesinado en marzo de 2005. Laura agregó que cree en el Ejército Nacional, institución "a la que mi papá, el mejor papá del mundo perteneció y después lo asesinó".

"Me duele inmensamente ver a mi país bañado en sangre, ver a hijos como yo crecer sin sus padres (...) porque una bala, pagada con nuestros impuestos, le arrebató la oportunidad de acompañarme, de guiarme, de educarme y de mostrarme el amor que por mí sentía", continuó Laura.

Laura habló de su abuelo quien falleció hace pocos días "esperando escuchar que el asesinato de mi papá fue una injusticia", dijo. Y agregó: "hablo desde mi experiencia como hija (...) pero pensando y sintiendo en cada una de las historias que están detrás del número 6.402".

Laura solicitó a la #JEP que haga lo necesario para traer a esta instancia al coronel (r) Juan Carlos Figueroa. También, habló de la importancia de conocer la responsabilidad de los medios de comunicación, de la Justicia Penal Militar, de la Procuraduría y de la Fiscalía.

Finalmente, Laura Piña, vestida con una camisa a cuadros marrón, dijo: "como un acto de memoria, hoy decido ponerme la camisa que era de mi padre. Su imagen soy yo".


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El magistrado Parra reaccionó a las solicitudes de Laura Piña diciendo que "la forma como ha interpelado a la magistratura ha sido positiva". Parra agradeció que las intervenciones de las víctimas, como la de Laura, "ayudan a construir mejores escenarios", dijo.

Sobre la comparecencia ante las víctimas del coronel Figueroa, el magistrado Parra aclaró que se sometió al proceso adversarial pues no reconoció la imputación del auto y la @UIA_JEP tendrá que convocarlo en algún momento. "Él dará la cara y lo ha hecho saber", concluyó Parra.

"Me preste para asesinar personas inocentes. Me presté para ir a buscar (personas) a la ciudad de Barranquilla ", empezó su reconocimiento el soldado profesional Álex José Mercado Sierra, quien hizo parte del grupo especial Zarpazo.

En vivo:

Continuó su relato: “en marzo de 2005 fui a la ciudad de Barranquilla a buscar a tres personas. Me las entregó otro soldado (…) en esa ciudad me entregó Álvaro Adolfo Piña Londoño, Carlos Carmona y un joven no identificado”, dijo.

"Asesiné por orden de mi comandante al indígena kankuamo Deiver de José Mendoza", dijo Mercado. Y agregó: "Al indígena kankuamo Uriel Evangelista Arias, no lo asesiné pero encubrí para que lo asesinaran a ese campesino que traía su mochila y un balde".
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“Hoy quiero decirle a Laura Piña cómo planeamos y cómo hicimos para ir a buscar a su papá. Nos encontrábamos cerca a Codazzi. Allí el sargento Cuellar me dio la orden de ir a Barranquilla donde el soldado Gómez Pallares me iba a entregar a tres personas”, relató Mercado Sierra.

EL soldado profesional añadió: “Yo sabía para qué los iba a buscar. No les puedo negar a usted que lo hacía porque no sabía (…) lo hacía como una persona ignorante. Por un premio, un arroz chino, un permiso de un mes, el ego de llegar al batallón o darle gusto al coronel”.

De acuerdo con Mercado Sierra: “(…) Los comandantes con los que estábamos tenían vínculos con los paramilitares. Y, un soldado que hablara, era un soldado que no volvía de un permiso”, contó durante la audiencia de reconocimiento.

Mercado Sierra le pidió perdón al pueblo indígena al cual le arrebató a varios de sus hijos. "(Ellos) son personas humildes, trabajadoras", dijo. "Cuando llegaba uno allá de lo que estaban comiendo le daban a uno. Se sentían alegres con su Ejército".
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#EnVivo| El segundo patrón criminal tiene dos modalidades que se diferencian en la manera en que fueron seleccionadas las víctimas. Primero, asesinaron a personas retenidas en puestos de control, en operaciones de registro y control del área.

🎥|| Y, en la segunda modalidad del segundo patrón criminal identificado en el subcaso Costa Caribe, engañaron y trasladaron a personas desde Barranquilla y Valledupar con el objeto de asesinarlas para presentarlas como bajas en combate.

Marquiz Oñate dio su testimonio a través de un video. Es hijo del indígena kankuamo Néstor Rafael Oñate, asesinado en abril de 2004 por el pelotón de soldados Dinamarca 2 al mando de Elkin Burgos. Fue acusado falsamente de pertenecer al ELN.

"Vine solo porque a mis familiares les da miedo esta situación", dijo Luis Carlos Meza Viana, hermano de Alberto Meza Viana, asesinado en junio de 2004. "Todavía hay daño por reparar en nuestra familia", agregó al iniciar su testimonio.

"Mi mamá se murió sin saber por qué fue la pérdida de su hijo. Eso son cosas que no dejan de ponerlo mal a uno", dijo conmovido el señor Luis. Y agregó: "A mí el Estado me cerró las puertas (...) me dijeron que quería recibir beneficios del Estado sin ser desplazado".

Finalmente, el señor Luis Carlos Meza pidió permiso a la magistratura para poner un tejido en el escenario. "Viene de manos de nuestros hermanos indígenas. Así como ellos hacen este tejido así labran la tierra. Pongo este tejido en honor a la vida de mi hermano", concluyó.

"En todo lo que han relatado ustedes hay algo que nos hace falta", dijo para iniciar su testimonio Marcial Contreras, hermano de Joaquín Felipe Contreras, asesinado en Pueblo Bello en febrero de 2004 por integrantes del pelotón Dinamarca 2, al mando de Elkin Burgos Suárez.

"En todo lo que han relatado ustedes hay algo que nos hace falta", dijo para iniciar su testimonio Marcial Contreras, hermano de Joaquín Felipe Contreras, asesinado en Pueblo Bello en febrero de 2004 por integrantes del pelotón Dinamarca 2, al mando de Elkin Burgos Suárez.

Dirigiéndose al compareciente Elkin Burgos, el señor Marcial dijo: "Usted todos los días pasaba por el frente de mi casa con su tropa. (...) De allí salió mi hermano para la finca a buscar una yuca para hacer el almuerzo; y fue la presa más fácil que le pasó a usted por la manos"

"Mi madre murió sin saber que le habían matado al hijo porque el día que ustedes lo mataron ella estaba grave aquí en Valledupar. Cuando la veníamos a ver, preguntaba por su hijo", dijo el señor Marcial. "Limpie el apellido Contreras", le exigió al compareciente Burgos.

"Soy mujer kankuama echada para adelante como todas las mujeres de nuestro territorio", dijo Sol Maestre para abrir su testimonio, es hermana de Víctor Hugo Maestre, asesinado en octubre de 2004. Luego, enseñó la foto de su hermano estampada en una camiseta

"No he venido a juzgarlos a ustedes, señores comparecientes, porque no soy nadie", les dijo la señora Sol. "Ha sido un dolor muy grande el que han causado en mi familia, en mi pueblo, en mi territorio. (...) Pero no somos quienes para vengarnos". #JusticiaParaLaCostaCaribe

"Sabemos que fuimos un pueblo abandonado por ustedes mismos, por el Estado. Porque estábamos en una situación en la que el que tenía el arma tenía el poder. (...) Nos tocó una guerra que no era de nosotros", concluyó la señora Sol Maestre.

El subteniente (r) Elkin Leonardo Burgos Suárez, antiguo comandante de pelotón, empezó diciendo durante la audiencia de reconocimiento: "las órdenes emitidas fueron por presiones de los comandantes de batallón".

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#ReconocerParaNoRepetir

"Fui designado para cuidar la vida, honra y bienes de las personas de Pueblo Bello. No lo hice", dijo el compareciente Burgos. Y, dirigiéndose al señor Marcial, agregó: "quiero reconocer hoy en esta audiencia pública que su hermano fue vilmente asesinado. Yo di la orden".

Burgos relató cómo el hermano del señor Marcial llegó a un retén, liderado por el cabo tercero Cubillos, en el que lo reportaron como indocumentado. "Yo, en el afán de querer dar un resultado operacional, di la orden de que lo asesinaran", reveló.

En seguida, Burgos contó cómo simularon un combate y él mismo reportó que "se había dado de baja a un subversivo. Cosa que no es cierta, señor Marcial, su hermano era un campesino", dijo dirigiéndose a los miembros de la familia Contreras.

Por otra parte, Burgos reconoció que trató de alimentar su ego militar y recibir distinciones. "Como lo ofrecían los comandantes de batallón, que después de 7 bajas le daban a uno una medalla que se llamaba la gris y que seríamos candidatos a un viaje al Sinaí", dijo.

Al señor Marquiz, el compareciente le reiteró que su hermano no era ningún guerrillero. "A usted, señor Marquiz, una persona incansable, después de 18 años le quiero demostrar mi arrepentimiento. El señor Néstor Oñate Arias no pertenecía a ningún grupo al margen de la ley", dijo

Burgos también reconoció su responsabilidad en dar la orden de asesinar al Alberto Edwin Meza y David Rubio. "Yo le di la orden al cabo tercero Elkin Rojas y al soldado profesional Murieles de dar un resultado operacional. Fueron vilmente asesinadas", dijo.

Luego, Burgos contó las circunstancias de la muerte de Víctor Hugo Maestre, hermano de la señora Sol y el señor Lauro. "Reconozco que su hermano fue vilmente asesinado y yo di la orden. (...) Nunca me tomé la molestia de averiguar quién era realmente su hermano", le dijo.

Burgos reconoció que engañó al batallón cuando alteraba y falsificaba los informes de patrullaje para justificar las falsas bajas. También reconoció dar órdenes a sus subalternos y prepararlos antes de rendir indagatoria ante la Justicia Penal Militar.

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"Di instrucciones a mi subalternos, para que cuando fueran llamados a rendir indagatoria en la Justicia Penal Militar —en el Juzgado 90— y ante la Fiscalía, de prepararlos antes de dar sus versiones. (Les decían) qué tenían que decir y cómo tenían que decirlo", reveló Burgos⬇️

Burgos reconoció haber estigmatizado a la población indígena y confesó haberles realizado controles indebidos. "Controlar hasta la venta de insumos y prohibir la movilidad, cosa que no debí haber hecho", dijo.
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"Quiero reivindicar, así mismo, los territorios indígenas, honrar su cultura, sus creencias, que son únicas y que deben ser respetadas. Que se reivindique el nombre de todos los territorios sagrados del Cesar y a nivel nacional", pidió el compareciente Burgos.

#EnVivo| La JEP realiza en #Valledupar la segunda jornada de la audiencia de reconocimiento de 'falsos positivos' cometidos por 12 exmiembros del batallón La Popa en la Costa Caribe.

🎥Transmisión:

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El cabo tercero (r) y antiguo comandante de escuadra, Elkin Rojas, reconoció su responsabilidad en tres hechos y cuatro víctimas. "Fueron delitos graves, crímenes cometidos en gran parte en contra de la población civil. Por esto siento vergüenza, pena", dijo en la audiencia.

El compareciente Rojas reconoció que planeó y reclutó a personas vulnerables, "engañándolas con falsas promesas de trabajo para luego ser asesinadas y presentadas como falsos resultados operacionales", señaló ante la Sala.
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"Reconozco que causé daños irreparables, que manché la honra de sus seres queridos y de otros hombres buenos. Acabé con familias y afecté toda una comunidad como la del pueblo kankuamo", agregó el compareciente Rojas.
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Rojas reconoció que en el caso de los asesinatos Alberto Meza Viana y David Rubio tuvo que alterar la escena del crimen para hacerlo pasar como una emboscada. "Llegó el comandante Figueroa al día siguiente y nos dio como premio unas cajas de arroz chino y una felicitación", dijo.

"Señora Sol, yo no solo iba por Víctor Hugo, yo iba por más personas que habían sido señaladas por dos guías", dijo Rojas. Y agregó que eran los paramilitares quienes sabían dónde vivían las víctimas y los propios soldados hacían los brazaletes del ELN.

Rojas reconoció que él y otros soldados se vestían como guerrilleros para engañar a las víctimas. Así entraba a las casas que le indicaban los guías paramilitares. "En una casa un familiar no dejó que nos lleváramos a la víctima, si no, hubiera sido otro asesinado", relató.

Rojas contó que cuando Víctor Maestre reconoció al subteniente Burgos supo que lo iban a matar. Rojas confesó que lo torturó psicológicamente. "Le dije que si se ponía camuflado le garantizaba que le regresábamos el cuerpo a su familia, si no, lo enterrábamos en otra parte", dijo

El compareciente Elkin Rojas contó que, cuando se reportó el asesinato de Víctor Hugo Maestre al coronel Figueroa, este dijo que ojalá no fuera la persona que estaban denunciando que se habían llevado del pueblo. "Ahí supimos que nos habíamos embalado", recordó Rojas.

Finalmente, Rojas dijo: "Dejo claro que ninguno de ellos era subversivo. Me aproveché de su situación y su condición. Me los llevé como si nada porque no me importaba nada. El batallón quería resultados, se le daba resultados".

La magistrada Belkis Izquierdo, presidenta de la Sala de Reconocimiento, hizo una exposición sobre la importancia de comprender la dimensión de los daños donde hay presencia de sujetos y pueblos colectivos para contribuir, como punto de partida, a la sanación.

"La #JEP tuvo en cuenta el enfoque de mujer, familia y generación, que implica observar principios como la unidad, la cultura y la integralidad con el territorio, la ley de origen, la cosmovisión, la espiritualidad, los saberes y las prácticas ancestrales": magistrada Izquierdo.

A continuación, tomó la palabra Sibelis Villazón Cáceres, mayora kankuama. "Voy a dirigirme a Colombia para decir el daño diferencial que este conflicto nos trajo, por mucho que uno no quiera, hace que se le vaya la voz", dijo.
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"Ustedes llegaron a muchos sitios sagrados, movieron piedras que para nosotros tienen vida. Movieron sitios sagrados que no nos permite defender la línea negra, que no nos permite que el corazón del mundo hoy sea armonizado", les dijo Villazón a los comparecientes.

"En nuestro cuerpo está la Sierra Nevada de Santa Marta. Esas afectaciones que ustedes le hicieron al agua, esos caminos donde anduvieron, hay que darles la profundidad espiritual. Hay que darle el alcance a lo que significó darles bombazos a nuestros cerros", dijo Villazón.

Villazón relató cómo anteriores lideresas kankuamas fueron amenazadas por denunciar ante la institución que "estaban tocando a nuestras niñas y a nuestras jóvenes, porque estaban tocando a las mujeres que es lo más sagrado que tiene el pueblo indígena", dijo.

"Ustedes sembraron el odio, el dolor, la tristeza, la agonía de la juventud que tenemos hoy en nuestro resguardo", dijo Villazón. "Nosotras, las mujeres kankuamas estamos a cada instante invitando a las demás mujeres de la Sierra a que nos unamos para sanarnos juntas", agregó.

"Hablar de la mujer es hablar de la familia. (...) Y sé que como mujeres tenemos mucho que aportar. (... ) Cada día pedimos la garantía de no repetición", dijo la lideresa kankuama. Y pidió a las instituciones "que también cuenten por qué nos estaban matando".

Pedro Loperena, autoridad del pueblo wiwa, preguntó a los comparecientes: "¿Cómo piensan ustedes reparar lo irreparable?". Les dijo que poco se escuchó de lo que les pidió que reconocieran en su intervención en la apertura de la audiencia. "Ustedes no son una rueda suelta", dijo.

Loperena también pidió a los países acompañantes del proceso y garantes de paz: "Hay que reevaluar las políticas de ayudas económicas que se les dio a las fuerzas militares porque usaron sus recursos para hacer estas fechorías", concluyó.
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El compareciente Elkin Burgos Suárez, en su intervención final, dijo: "Esta persona que les habla, así como ustedes, ha tratado de sanar las heridas que durante años hemos tratado de sanar y no hemos podido. A las víctimas les pido que sigan con esa valentía".

Carlos A. Lora reiteró su compromiso con la verdad y dijo que espera la sanción por parte de la JEP. A continuación, entregó un telar con los nombres de las víctimas.
Eduart Álvaréz reiteró su solicitud de perdón al pueblo kankuamo y se refirió a la estigmatización que sufrieron

Manuel Padilla Espitia reiteró que las víctimas no eran bandidos, ni delincuentes, ni pertenecían a grupos como los hicieron pasar en el batallón La Popa. Álex Mercado Sierra les pidió nuevamente a los medios de comunicación que limpien los nombres de las víctimas.

"Llegar hoy hasta acá fue un paso sumamente importante. Crean en estos 12 comparecientes", dijo el compareciente Guillermo Gutiérrez Riveros. Efraín Andrade Perea dio gratitud a las víctimas y pidió seguir luchando por lo logrado hasta hoy. "Tenemos que unirnos", aseguró.

Juan Carlos Soto Sepúlveda entregó también un telar con los nombres de las víctimas. Yeris Gómez Coronel, por su parte, reiteró su compromiso con la #JEP y con las víctimas de reconocer su responsabilidad por los delitos que cometió.

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Finalmente, el compareciente Heber Gómez Naranjo dijo: "Es lastimoso de verdad no tener respuestas a todos sus interrogantes"; y reiteró su compromiso con todo lo que pueda ayudar y encaminar para encontrar esas respuestas que ahora no tiene a su alcance.

Daniela Rodríguez, vocera de los representantes legales de las víctimas, a nombre del Comité de Solidaridad con los Presos Políticos y el @Ccajar, pidió que "la centralidad de las víctimas, sus deseos y expectativas, sean los que orienten estos procedimientos".

El magistrado Alejandro Ramelli destacó de las víctimas presentes "su fortaleza, su resiliencia, su lucha contra la impunidad y la búsqueda incansable de los cuerpos de sus seres queridos. Esa búsqueda sin lugar a dudas es un acto de amor", dijo.

El magistrado Alejandro Ramelli destacó de las víctimas presentes "su fortaleza, su resiliencia, su lucha contra la impunidad y la búsqueda incansable de los cuerpos de sus seres queridos. Esa búsqueda sin lugar a dudas es un acto de amor", dijo.

Por su parte, a los comparecientes Ramelli les dijo: "Me satisface profundamente el cambio que han tenido. He advertido que han abandonado la lógica del negacionismo, del ocultamiento y han venido con gallardía a aceptar sus responsabilidades".

La magistrada Nadiezhda Henríquez destacó la importancia de este día en el que vimos cómo "acciones que duraron unos minutos, unos pocos días, causan efectos radicales, destrozos de años", dijo. Y agregó: "Escuchar la verdad ayuda a que deje de pesar tanto en el corazón".

La magistrada Belkis Izquierdo retomó la pregunta del líder wiwa: "¿Cómo reparar lo irreparable?", pero agregó otro cuestionamiento: "¿cómo avanzamos en superar la discriminación, la estigmatización". Y sugirió que debe ser desde "vernos como iguales".

Finalmente, el magistrado Óscar Parra reflexionó sobre cómo optimizar la realización de estas audiencias. Habló sobre los desafíos que tiene la justicia restaurativa, "que no es una justicia libreteada. Ni donde se pueda anticipar de forma total los elementos de estos espacios"⬇️

A continuación, la magistratura cedió el espacio de la audiencia para que la mayora wiwa realizara una armonización espiritual para dar cierre a esta diligencia pública en Valledupar por el #Caso03, subcaso Costa Caribe.
#JusticiaParaLaCostaCaribe