Thread by @mallemar

Todos tenemos que asumir que como docentes tenemos algo del "sesgo del superviviente".
¿Qué es eso y que relación puede tener con la educación?
Te cuento en este hilo 🧵👇

El sesgo del superviviente es un fallo que podemos cometer cuando tratamos de aplicar la lógica, al tener en cuenta solo los elementos o personas que superaron un proceso de selección.

Según dicen, se empezó a hablar de él cuando se estaba haciendo un estudio en la Segunda Guerra Mundial, en el que trataban de analizar cómo mejorar los aviones de cara a los ataques, estudiando su fuselaje.

De este modo, analizaban los aviones que volvían de la batalla: dónde habían recibido los impactos, qué había fallado, etc. Con esto, hicieron una propuesta de mejora. Una imagen con los puntos rojos en los que reforzar los aviones.

Sin embargo, Abraham Wald, un matemático, planteó que esa propuesta era errónea y que el refuerzo de los aviones tenía que realizarse precisamente donde NO había puntos rojos.

Es decir, el análisis se había hecho teniendo en cuenta los que volvían, pero no los que caían y no volvían de la batalla. Los que volvían lo hacían con daños, pero VOLVÍAN. Si no volvían aviones con daños en esas zonas era porque eran las realmente críticas.

Esto es el sesgo del superviviente. Y supone que cuando analizamos algo, podemos olvidar, por decirlo de alguna manera, lo que se nos queda por el camino, que es lo que realmente nos puede indicar lo que falla.

En el mundo empresarial, por ejemplo, tener en cuenta el sesgo del superviviente implica, por ejemplo en una encuesta, recoger la opinión no solo de tus clientes, sino también a los que no lo son.

En el mundo educativo, implicaría no valorar únicamente los casos de éxito. Por ejemplo, porque un estudiante sea muy sobresaliente y gane premios, no implica que el centro funcione estupendamente. Haría falta un análisis más profundo.

¿Cómo nos afecta el sesgo del superviviente como docentes?.
Sencillo. Con más o menos dificultades, somos casos de “éxito” del sistema: hemos superado todas las etapas y nos hemos titulado, convirtiéndonos en docentes de un sistema del que fuimos estudiantes.

Por tanto, en cierto modo “validamos” el sistema (si yo he llegado hasta aquí, tan malo no será) y consciente o inconscientemente reproducimos el modelo.
No estamos teniendo en cuenta los que no llegaron. A veces ni siquiera les preguntamos.

Asumimos que no se esforzaron lo suficiente, que no quisieron terminar, echamos a veces balones fuera...
Las tasas de fracaso escolar cada vez son mayores. Nuestro diagnóstico y nuestra experiencia puede plantear un mapa de puntos rojos.

Pero ya sabemos que nuestro mapa de puntos rojos puede estar equivocado.
Tenemos que preguntar a los que no llegan, a los que se quedan en el camino. Tenemos que probar cosas diferentes y reconocer nuestro propio sesgo del superviviente.

Tenemos que reconocer la importancia de las investigaciones en educación, tenemos que valorar otras estrategias y hacer cosas diferentes. Tenemos que conseguir que vuelvan más aviones, aunque eso suponga a veces que nuestro mapa de puntos rojos se ponga del revés.