Debe ser duro sentirte obligada a aplaudir cada memez del Ministerio de Igualdad por miedo a que te quiten el carnet de feminista. El #feminismo no es pertenecer a un rebaño sino estar comprometida con la igualdad y eso sólo es posible con libertad y pensamiento crítico.
Sugerir que toda crítica al Ministerio de Igualdad es 'antifeminista' o una muestra de 'odio hacia las mujeres' es un intento de censura. Esconde, asimismo, una pretensión de perseguir o estigmatizar a quien con educación y argumentos piensa diferente o resulta una voz incómoda.
A mí es que ya me han llamado de todo, además, sin basarse en la realidad. Paso. Todo rumorología, ganas de dañar y envidias. Prefiero seguir firme en mis convicciones: igualdad con libertad (lo contrario es sumisión al dogma), compromiso en la prevención y pensamiento crítico.
No soy marioneta de nadie. Colaboro y tiendo redes con muchas personas, las cuales representan diferentes formas de ver el feminismo o entienden la política desde una visión más conservadora, de centro o progresista. La clave es el consenso, no el servilismo ideológico.
Y a quien no le guste, que se vaya con las expedidoras del carnet radfem o derivados. No es mi objetivo estar aquí para complacer o resultar simpática. Si para alguien soy antipática o una hereje por tener ideas propias, mira, este no es su sitio.
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