De todos es sabido que Lady Diana Spencer, además de intentar aportar un toque más fresco a la corona inglesa (spoiler: salió mal), a través de sus acciones benéficas, estableció fuertes lazos y amistades con muchos cantantes y artistas de la época.
Al parecer en 1988, junto con otros amigosz estaban en la casa del cantante tomando algo y viendo la tele (The Golden Girls) cuando la princesa les pregunto que iban a hacer después y Freddie les dijo que irían de fiesta a un conocido garito de ambiente gay: The Vauxhall Tavern.
A lo que la malograda aristócrata respondió melancólica que le encantaría poder ir y ni corto ni perezoso Freddie le dijo "¿Y por qué no?" y decidió disfrazarla de hombre y llevársela de fiesta.
Y así pasó. A Freddie le iban a decir que no podía hacerse algo.
Por supuesto el asunto trascendió a los tabloides ingleses que terminaron haciéndose eco de la historia. Y algo de polémica generó.
Y me despido con la versión que se hizo a sí mismo Elton John de su tema "Candel in the wind" (que en un principio estaba dedicada a Marilyn Monroe) para el funeral de Lady Di, en una interpretación muy emotiva. Y es que fueron grandes amigos.
Mientras tanto, ya sabéis que podéis repasar todos los hilos de la primera temporada en este índice y retuitear el que os guste. Y si ha sido este pequeño #minihilo pues os animo a compartirlo.
En 1973 un genio de la guitarra improvisó un tema casi de relleno.
No sabía que estaba destinada a ser su mayor éxito y el que le daría el reconocimiento internacional.
Algo que solo supo ver un loco visionario.
Hoy, en #LaHistorietaMusical, Entre dos aguas de Paco de Lucía.
Tengo que explicar primero que hay personajes a los que me cuesta hacerles un hilo.
Su grandeza, su trayectoria o su influencia hacen difícil resumir toda una carrera.
Por eso a veces me centro solo en un hito de su historia, como he hecho con Freddie o Bowie a veces.
Y pretender resumir la vida de uno de los grandes genios de la guitarra -considerado por muchos el mejor guitarrista de flamenco y por otros simplemente el mejor- en treinta tuits es un absurdo.
Así que me voy a centrar en un momento determinado de su vida.
Es muy jodido tener una carrera sólida y que esté a la sombra de una de las figuras más icónicas de tu generación.
Sobre todo si es alguien a quien amas.
Pero lo más jodido es que, cuando le pierdes, medio mundo te eche la culpa.
Hoy, en #LaHistorietaMusical, Courtney Love.
Hablar de Courtney Love es hablar de un icono de los 90.
Los escándalos personales, sus choques con los medios de comunicación, su trabajo con Hole, sus incursiones en el cine y hasta su estudiadamente desaliñado aspecto forman un personaje total.
Y luego está lo otro.
Porque seamos sinceros: para muchos, Courtney Love es alguien a quien se le concibe por su mas conocida relación personal.
Como si fuera el personaje secundario de una biografía ajena, surgida de la nada en 1991.
Pero lo cierto es que por aquel entonces ya llevaba mucho camino.
Saber que te vas es algo duro. Pero en esas circunstancias muchos artistas optaron por despedirse de sus fans de la única forma que sabían hacerlo.
Creando música.
Es como hizo David Bowie con Blackstar.
Porque lo sencillo para Bowie cuando supo que tenía cáncer y que le quedaba poco tiempo de vida era haber hecho lo que hacen muchos otros cuando se acerca su final.
Hacer un disco de duetos o un refrito que sonara a un grandes éxitos.
Pero claro, es que hablamos de Bowie.
Por eso, Blackstar no es un disco cómodo.
Surca los caminos del jazz más experimental, algo que no es de extrañar teniendo en cuenta que trabajó con los músicos de María Schneider, pero también es electrónico.