La Unión Europea está empezando a tener problemas serios de coordinación interna. Tanto quiere abarcar que tiene problemas serios de cálculo interno. Está llevando a cabo políticas contradictorias, políticas que anulan todo su discurso. (1/4)
Usted no puede decir que hay una emergencia climática, que está todo fatal y que hay que mantener los derechos de emisión de carbono o subvencionar coches eléctricos, y al mismo tiempo quemar carbón. (2/4)
Está diciendo que no es tan urgente el tema porque está quemando usted carbón, no es un problema tan preocupante. Si en cuanto sube un poco la electricidad nos ponemos a quemar carbón o fuel, entonces no es tan urgente el cambio climático, no debe ser tan temible. (3/4)
Están diciendo que no hay electricidad y fomentan el coche eléctrico. ¿Y con qué van a funcionar? Están diciendo que vamos a tener apagones y queremos coches eléctricos. ¿Para qué? ¿Para que no puedan funcionar esos coches? (4/4) #PaleoLET
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Una solución podría ser abandonar el sistema marginalista que deriva en precios tan elevados, pero es de difícil implantación sin acabar con todo el esquema de ayudas a las renovables, que como vimos subsisten en parte gracias a este esquema. (1/4)
Supongo que los inversores en renovables, las grandes eléctricas entre ellas, escarmentadas del recorte a las subvenciones en tiempo de la crisis de 2008, habrán tomado garantías e intuyo que sería muy oneroso hacer frente a tal cambio. (2/4)
Pero sin él difícilmente se podría cambiar el esquema de precios. Países como España y Portugal intentaron políticas como topar el precio del gas para reflejar un precio menor del mismo a la hora de calcular el precio final de la electricidad en los mercados mayoristas. (3/4)
Dado que ni el viento ni el sol eran capaces de producir energía suficiente lo primero que hicieron los gobiernos europeos en verano de 2021 fue vaciar literalmente los embalses para intentar producir energía hidráulica (considerada también verde). (1/6)
En España se vaciaron muchos pantanos casi totalmente, al igual que en Escandinavia, que vació muchos de sus embalses para alimentar a la industria alemana. Pero no bastó, y una vez agotadas las reservas hidroeléctricas hubo que echar mano de nuevo del demonizado carbón. (2/6)
En toda Europa se volvieron a activar las viejas centrales y se renovaron las reservas de carbón, incluida la muy verde España, que reactivó centrales como la de As Pontes en el invierno de 2022. (3/6)
Si en su momento nos embarcamos en el proyecto de cambiar las formas de producir energía fue porque se nos dijo que no quedaba ya más tiempo antes de que las consecuencias dañinas del calentamiento se convirtiesen en irreversibles. (1/6)
Era necesario actuar no sólo con contundencia sino de forma inmediata. Los atrasos en la transición energética están señalándole a la ciudadanía que el problema climático es algo secundario (2/6)
con respecto a otros posibles problemas como la paralización de la industria o los cortes en el suministro, esto es, a los primeros problemas detectados se suspenden las medidas. (3/6)
En la Edad Media existían en Europa cientos de unidades políticas. Dije bien, cientos. Y de esa fascinante fragmentación surgió el genio político, cultural y económico de nuestra civilización. (1/7)
Taifas, ciudades-estado, reinos y principados eclesiásticos convivían sin gran problema en el espacio europeo (los problemas serios vinieron después cuando confrontaron grandes Estados) (2/7)
y esta variedad permitió el desenvolvimiento de libertades, de cultura y de mercados que construyeron buena parte de lo que somos. (3/7)
Creo que de todas las épocas históricas la llamada Edad Media debe ser de las que peor reputación tienen entre la ciudadanía. (1/7)
Pintada siempre como una era de tinieblas y supersticiones es usada con frecuencia en el lenguaje político como epíteto denigrante de cualquier propuesta que no es del agrado del interlocutor y como ejemplo de a dónde nos llevaría tal o cual propuesta. (2/7)
Los llamados ilustrados crearon una leyenda negra alrededor de ella, leyenda que parece inmune a cualquier argumento en contra que se le dé. (3/7)
El petróleo, de hecho, no subió tanto. En dólares está más barato que en 2008, lo que varió es nuestro tipo de cambio. En 2008 un euro era 1,60 dólares y hoy 1,05. (1/5)
Hagan las cuentas y verán que fue nuestra moneda la que se depreció, y por tanto en euros es más caro el petróleo y otras materias primas, incluso frente al también inflado dólar, y que el petróleo en dólares ajustados está más barato que en los comienzos de la gran crisis. (2/5)
Si no cambian las políticas monetarias es casi seguro que el euro no va a mejorar su cotización. Draghi y Lagarde crearon dinero de la nada (incluidos los fondos Next Generation) de todas las formas posibles, (3/5)