Los ludi romani han comenzado. Es el momento de abrir una ventana al pasado para descubrir las carreras de carros en el circo.
Ni las luchas de gladiadores eran rival para el que fue, sin duda, el deporte rey en la antigua Roma. Sígueme en este #HiloRomano para saber por qué.
Las carreras de carros -ludi circenses- son el deporte más seguido de forma continuada a lo largo de la historia de la humanidad. Sus orígenes son anteriores a Roma, siendo realizadas ya por etruscos y griegos y se siguió practicando en el Imperio romano de Oriente hasta el s. X
La popularidad de las carreras se debe, en parte, a que no trataba solo de un espectáculo, sino de una verdadera ceremonia religiosa. Los ludi comenzaban con la pompa circensis, una procesión sagrada en honor de todos los dioses. Era la forma más sencilla de rendirles culto.
Las carreras más comunes eran las de carros de cuatro caballos -quadrigae- y las de dos -bigae- aunque existían también de tres caballos y otras modalidades en las que un segundo hombre, que iba en el carro con el auriga, debía dar varias vueltas corriendo por la pista.
Las carreras de carros eran el deporte estrella de la antigua Roma, ni siquiera las luchas de gladiadores eran tan seguidas. El Circo Máximo de Roma tenía una capacidad para más de 150.000 personas, más del doble de aforo que el Coliseo.
A pesar de su popularidad, algunas figuras destacadas como Cicerón, Plinio el Joven o el mismísimo Julio César dejaron constancia de su animadversión hacia las carreras de carros. Cicerón incluso se marchaba de Roma para no oír hablar del tema a todas horas cuando había carreras.
En el año 10 a. C. Augusto ordenó colocar en el Circo Máximo un obelisco de 24 metros traído de Egipto en honor del dios Sol. En 1587 los restos de este obelisco, y de otro que se había añadido en el s. IV, fueron realzados en la Piazza del Popolo y junto a San Juan de Letrán.
Sol, montado en su carro que cruza el firmamento cada día, era el dios más relacionado con las carreras de circo. En ellas había mucha simbología alrededor del ciclo anual. Se realizaban 24 carreras, como horas tiene el día, con 7 vueltas cada una, como días tiene la semana.
En las carreras de carros existían cuatro grandes equipos -factiones- que representaban las cuatro estaciones del año. La factio prasina -verde-, simbolizaba la primavera; la russata -roja- el verano; la veneta -azul- el otoño y la albata -blanca- el invierno.
Muchos emperadores apoyaban públicamente a alguno de los equipos, sobre todo a las factiones veneta o prasina. Domiciano llegó a crear dos nuevos equipos: púrpura y dorado, pero tras su asesinato fueron eliminados.
Las carreras de circo tenían un funcionamiento bastante simple. Los carros salían desde las carceres -casillas de salida similares a las de los hipódromos actuales- y daban siete vueltas en el sentido contrario de las agujas del reloj alrededor de la spina central.
La parte más peligrosa de las carreras de carros era el giro en los extremos de la spina, conocidos como metae -de donde procede nuestra palabra meta como linea de llegada de una carrera-. Allí los carros podían volcar o chocarse unos contra otros.
Los accidentes en la pista se denominaban naufragia -singular naufragium- de donde viene nuestra palabra naufragio, aunque en este caso no tenían nada que ver con el mar. Los encargados de frenar los carros en carrera y retirar a los accidentados eran los llamados moratores.
La pasión de los espectadores por su equipo llegaba hasta extremos insospechados. Algunos tiraban jarros, piedras y otros objetos a la pista para hacer que los carros de los equipos contrarios se estrellaran. Unos jóvenes eran los encargados de retirarlos, arriesgando su vida.
En cada carrera debían competir, al menos, un carro de cada equipo, pudiendo llegar a tener hasta cuatro representantes cada uno, lo que suponía un total de 16 carros disputándose el espacio en la pista. Sin embargo, lo más frecuente es que hubiera cuatro u ocho carros en carrera
La spina central del Circo Máximo de Roma contaba con diversos monumentos a dioses como Magna Mater, Ceres o el Sol, así como los contadores de las siete vueltas de la carrera en forma de huevos y delfines.
En Roma existían varios circos y estadios -que se diferenciaban de los anteriores porque en ellos solo se realizaban pruebas atléticas-. El más famoso es el Circo Máximo (1), pero existían el Flaminio, el de Calígula -Vaticano- (2) o el estadio de Domiciano -Piazza Navona- (3).
Los aurigas que dirigían los carros -agitatores equorum- eran jóvenes -sabemos de algunos que comenzaron con 13 años- que se jugaban la vida en cada carrera. Muchos no llegaban lejos, pero si lograban las suficientes victorias podían llegar a hacerse ricos y famosos.
Los aurigas fichaban por uno u otro equipo según iban mejorando en las carreras. Si competían bien podrían hacerse famosos y ricos como el lusitano Cayo Apuleyo Diocles, el mejor auriga de la historia -al menos eso dice en la lápida que le dedicaron sus seguidores tras su muerte-
En su lápida conmemorativa también se cuenta que Cayo Apuleyo Diocles empezó a competir a los 18 años, fue contratado por los cuatro equipos sucesivamente y a los 42 años se retiró, rico y famoso, tras haber ganado 1462 carreras en el circo y 36 millones de sestercios.
A lo largo de los siglos, las factiones verde y azul, que quizá habrían surgido después que la blanca y la roja, fueron tomando cada vez más prestigio. En el s. III la blanca se unió a la verde y la roja a la azul, formando dos grandes equipos de conjunto.
Las carreras de carros, a diferencia de los combates de gladiadores, no fueron prohibidas por el cristianismo. En Roma la última carrera de circo tuvo lugar en el siglo VI, pero en Constantinopla se siguieron disputando ininterrumpidamente hasta, al menos, el siglo X.
La revuelta de Niká, una de las mayores revoluciones populares del mundo antiguo comenzó precisamente en el gran hipódromo de carreras de Constantinopla en el año 532, reinando Justiniano I.
@JuanGomezJurado Si quieres saber más sobre las carreras y quieres ver algunas representaciones de aurigas victoriosos espectaculares en forma de mosaico te invito a acompañarme en este video por las salas del @MANArqueologico.
@JuanGomezJurado@MANArqueologico Hasta aquí este hilo en conmemoración de los Ludi Romani que se celebraban en Roma del 4 al 19 de septiembre de cada año.
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Continúan las excavaciones en la Regio V de @pompeii_sites. Hace poco nos mostraban los avances en la casa del Larario.
Ahora, justo detrás, surge un dormitorio con su cama intacta. Y con un detalle cotidiano precioso… #HiloRomano
La excavación nos muestra un cubiculum, una pequeña estancia que servía como dormitorio. Tan solo una ventanita en la parte superior iluminaba esta estancia que cuenta con un pavimento de tierra prensada y un techo de madera (caído en la parte inferior y trasera de las fotos)
Lo más interesante de la habitación es la cama, de la que se ha hecho un calco en yeso. Cuenta con paneles traseros en el cabecero y el lateral. Ambos decorados con pequeñas placas de hueco.
En la parte inferior se amontonan las que seguramente son las mantas de la cama.
Hoy te quiero contar cómo un solo hombre consiguió engañar y conducir a su muerte a más de 15.000 romanos.
Un episodio tan grave que hizo que el emperador de Roma se golpeara la cabeza contra las puertas y hasta influyó en el surgimiento del nazismo. #HiloRomano
Este episodio tuvo lugar a comienzos de septiembre del año 9 d. C. Las fuentes no nos dan la fecha exacta pero seguramente tuvo lugar entre los días 9 y 10 de septiembre. Y no sucedió en Roma o cerca de ella, sino en Germania, cerca de la frontera del Imperio romano.
Como quizá ya has intuido, hoy hablamos de la batalla del bosque de Teutoburgo, un desastre que tuvo como protagonistas al general Publio Quintilio Varo, al mando de las legiones XVII, XVIII y XIX y Arminio, el germano que consiguió destruirlos a todos ellos.
Con su fallecimiento se activa el mecanismo de la Operación London Bridge.
En el mundo romano, cuando fallecía el emperador, se activaba el sistema del “funus imperatorium”. Sígueme en este #HiloRomano para descubrir en qué consistía.
Al igual que la reina de Inglaterra, que ha fallecido en el castillo de Balmoral (Escocia), los emperadores podían morir por causas naturales lejos de Roma. Ese fue el caso de Trajano, Adriano o Septimio Severo
En ese caso, en Roma se preparaba el protocolo del funus imaginarius
Tras recibir la noticia del fallecimiento y mientras el emperador era trasladado a Roma, en el palacio imperial se realizaba una dramatización del empeoramiento del estado de salud y el posterior fallecimiento del emperador.
Cada año, en los primeros días de septiembre se produce en el Panteón de Agripa un acontecimiento espectacular que solo dura unos segundos y que solo unos pocos conocen y disfrutan.
¿Quieres saber de qué se trata? Viaja conmigo a la antigua Roma para descubrirlo. #HiloRomano
El Pantheon es sin duda una de las estructuras más espectaculares que nos han llegado de la antigua Roma.
Consagrado seguramente al culto a la familia imperial, fue reconstruido en diversas ocasiones. El que vemos actualmente se completó en el año 125 bajo el reinado de Adriano.
Según Dión Casio recibió ese nombre (Pantheon) porque con su estructura circular recordaba al firmamento (donde habitan todos los dioses).
En lo más alto de la cúpula de 43 metros de diámetro se encuentra el óculo (de 9 m), responsable del acontecimiento que os voy a mostrar.
La mañana del 4 de septiembre del año 476 comenzó en Roma como cualquier otra. Pero ese día el hérulo Odoacro hizo abdicar en Rávena a Rómulo Augústulo, causando el fin del Imperio romano de Occidente.
Pero, ¿fue realmente el final? Sígueme en este #HiloRomano para descubrirlo.
El estudio de la historia siempre se ha dividido en periodos con unas fechas de inicio y fin más o menos cerradas. Sin embargo, la realidad suele ser algo diferente y no tan homogénea...
Aunque pensemos en este como un día significativo, quienes lo vivieron no dirían lo mismo.
Las gentes que vivían a lo largo y ancho del Mediterráneo no experimentaron ningún cambio el 4 de septiembre del año 476 (fecha tradicional del fin del Imperio romano), puesto que es tan solo un punto fijado por la investigación. En aquel momento la situación no cambió en nada.
Estas puertas fueron atravesadas por los personajes más destacados del Imperio romano. De Augusto a Domiciano, de Trajano y Diocleciano. Hoy en el 29 a. C. fue inaugurada la Curia Julia, el edificio de reunión del Senado.
Sígueme en este #HiloRomano para conocerla en profundidad.
La dedicación de la Curia contó con una procesión presidida por una gran estatua dorada de la Victoria (de unos 8 metros) traída desde Tarento que conmemoraba las victorias de Octaviano (el futuro Augusto) en las batallas de Actium y Alejandría contra Cleopatra y Marco Antonio.
La Victoria de Tarento fue colocada al fondo de la Curia, presidiendo el espacio. Desgraciadamente no ha llegado hasta nosotros, pero sabemos cómo era gracias a representaciones en monedas y en pequeñas reproducciones de bronce como la de la imagen (hallada en Pompeya)