Ya ha llegado #Halloween2022. Y, cómo no, voy a hablaros de unos muy curiosos: los huesos de santos (los dulces no, los otros). O, mejor dicho, de cómo se elegía dónde enterrar sus huesos.
¿Me acompañáis a rebuscar en algunas de sus tumbas? 🧵
Para empezar, recordemos que los huesos de los santos (reliquias) tuvieron una gran importancia desde la tardoantiguedad. Durante la Edad Media se produjo un boom en su culto, llegando a desmembrar los cuerpos de los santos para poder repartir sus reliquias, que eran tesoros.
Por eso era importante saber dónde estaba su tumba. A veces era muy sencillo, porque el santo había sido enterrado en un lugar relacionado con el sitio en el que vivió. Por ejemplo, la tradición cuenta que san Millán fue enterrado en la misma cueva en la que rezaba como ermitaño
Parece sencillo, ¿verdad? Pues a veces no estaba tan claro cuál era la sepultura correcta. Por ejemplo, a partir del siglo XV, en Torrelapaja (Zaragoza) decían que la verdadera tumba y las verdaderas reliquias de san Millán se encontraban allí, y no en La Rioja.
Menudo lío... Pero no os preocupéis, que tenían respuesta para todo. Ante la duda, los de Aragón decían que ellos tenían el cráneo del santo, y que si los riojanos querían demostrar que tenían al santo de verdad, sacasen sus reliquias a ver si había cabeza o no.
Y es que, de entre todas las reliquias corporales (huesos), la más importante era precisamente el cráneo: lugar en el que, según la interpretación clásica, residía el alma del santo mientras estuvo con vida. Por eso podemos encontrar relicarios ricamente adornados para esta parte
Volviendo al tema, algunos santos que fueron enterrados en lugares relacionados con su vida no arrojaron dudas (al menos en su época...). Por ejemplo, no se dudaba de dónde estaban depositadas las reliquias de Domingo de Silos (izquierda) o Domingo de la Calzada (derecha)
De hecho, en 2019, año del Milenario calceatense, se procedió, entre otros actos, a la exhumación de sus reliquias. Os dejo el video, para que podáis ver sus huesos como Dios manda.
Otro santo, estrechamente relacionado en muchos aspectos con Domingo de la Calzada, también cuenta con un hermoso cenotafio digno de ser visitado: san Juan de Ortega. Por cierto, bastante parecido al del calceatense.
¿Y qué pasaba cuando no se tenía muy claro dónde enterrar al santo? Algunas soluciones fueron de lo más imaginativo. Una de mis favoritas, muy repetida en la hagiografía, era la de colocar al santo muerto encima de un mulo o mula y esperar a que este, vagando libre, cayera...
... enterrarlo en aquel lugar y, de paso, construir un santuario a la altura del santo cuyos huesos iban a descansar allí. Este es el caso de San Gregorio Ostiense y la espectacular basílica de Sorlana, (Navarra)
Algo similar ocurrió con los restos mortales de san Prudencio y el monasterio de San Prudencio de Monte Laturce (La Rioja), hoy en ruinas.
INCISO: hay un grupo de gente buena y muy maja (yo no estoy, pero conozco a buena parte de ellos) que se ha propuesto salvar este maravilloso lugar del olvido. Os dejo una noticia sobre el tema, del que espero hablaros más en otro momento. larioja.com/culturas/asoci…
Los mulos no fueron los únicos animales que ayudaron con esto de enterrar a santos. Por ejemplo, el monje Gozimás pudo enterrar a su querida ermitaña santa María Egipcíaca en pleno desierto porque le ayudó... ¡Un león!
Pero estos enterramientos en el desierto a veces suponían un problema, porque había que buscar la tumba del santo o santa para poder venerar sus reliquias o sacar sus huesos si era necesario. A veces esto se solucionaba con cierta facilidad porque los santos revelaban esta info..
... aunque a veces no quedaba del todo claro. De hecho, cuentan que san Isidoro de Sevilla tuvo que aparecerse dos veces a san Alvito para decirle dónde estaba después de que pasasen un buen rato levantando el suelo de una iglesia sin encontrarle.
Por cierto, según la versión del siglo XIII de la traslación de san Isidoro, el cuerpo de Alvito (que falleció poco después de que encontrasen la tumba del hispalense) fue enterrado en León siguiendo el mismo sistema del mulo. Hoy descansa en la @CatedraldeLeon
Pero no siempre los santos estaban contentos con la idea de que hurgasen en sus tumbas y no querían que le los llevase. Mejor dicho, no querían que determinado personaje los trasladase a otro lugar. Esto es lo que sucedió en el case de san Felices de Bilibio,maestro de san Millán
En este caso, cuando García el de Nájera quiso llevárselo a @StaMariaLaReal, el santo se negó: cuando trataron de abrir su tumba se desató una terrible tempestad y una fuerza invisible apartó del sepulcro al obispo García de Alava, deformándole la cara de por vida.
Y es que parece que, tal y como interpretaba Mateo Anguiano al hablar sobre este suceso prodigioso, "no gusta a Dios se hagan trasiegos de los cuerpos de los santos ni se ande en sus sepulcros" si estos no lo han pedido...
Visto esto, creo que podemos dejar el hilo de hoy aquí. Gracias por leerme. A continuación os dejo una relación de datos sobre las imágenes que he utilizado. Disfrutad de la noche de Halloween...
Pero tened cuidado. Puede que nos hayamos dejado abierta alguna tumba...
Imágenes por orden de aparición: 1. Reliquias y relicario de san Millán en Torrelapaja, Zaragoza. 2. Desmembramiento del cuerpo del santo para obtener reliquias. s. XII, Vita Mathildis, Donizio; Biblioteca Apostólica Vaticana, Vat. Lat. 4922, f. 19r
3. Cenotafio de san Millán en el monasterio de Suso, la Rioja 4. Sepultura (?) de san Millán en la iglesia de Santa María de Malanca, Torrelapaja, Zaragoza. 5. Cráneo de santa María Magdalena, Basílica de Santa María Magdalena de Vézelay, Franco Condado de Borgoña, Francia
6. Capilla de las reliquias y exvotos de Santo Domingo de Silos, Burgos 7. Cenotafio de Santo Domingo de la Calzada, La Rioja 8. Cenotafio de San Juan de Ortega, Burgos 9. Basílica de San Gregorio Ostiense en Sorlana, Navarra
10. Relicario de san Prudencio, Concatedral de Santa María de la Redonda de Logroño, La Rioja 11. Ruinas del monasterio de San Prudencio, La Rioja 12. Entierro de santa María Egipcíaca (s. XIV, Ms 0266, f. 103v, Bibliothèque Municipale de Rennes)
Lo prometido es deuda, así que ahí va el hilo de hoy. Como decidisteis, vamos a hablar del monacato dúplice y de cómo las jerarquías eclesiásticas (llenas de varones) hicieron todo lo posible para acabar con él.
¡Empezamos!
En primer lugar, cuando hablamos de monacato dúplice nos referimos a un conjunto de prácticas en los que podía darse (o no) la convivencia de hombres y mujeres dedicados a la religión. En ocasiones, se trataba de comunidades de eremitas en las que participaban ambos sexos.
Este sería el caso, por ejemplo, de la primitiva comunidad que surgiría entorno a san Millán en la actual Rioja. En la "Vita" escrita por san Braulio, de hecho, se menciona la presencia de mujeres que cuidan al santo durante su vejez.
Seguro que muchas de vosotras habéis oído hablar de las glosas emilianenses, que sitúan a San Millán de la Cogolla como la "cuna del castellano". También habréis oído hablar de los cartularios de Valpuesta, que también sitúan esta localidad como "cuna del castellano".
🧵 va:
Se trata, de forma muy sucinta, de un conjunto de anotaciones marginales identificadas por primera vez en el Códice 60 de la Biblioteca de la Real Academia de la Historia. Fueron realizadas por monjes que, probablemente, no comprendían determinados pasajes del texto latino.
Las glosas emilianenses fueron descubiertas por casualidad en 1911, cuando Manuel Gómez Moreno las transcribió durante sus investigaciones sobre arquitectura mozárabe y se las envió a Ramón Menéndez Pidal.
No solo los monjes medievales falsificaban o enmendaban documentos para que en ellos apareciera lo que querían o necesitaban. Mucho tiempo después, entre los siglo XVII y XVIII también lo hacían. Sobre todo cuando querían que su santo protector emparentase con grandes linajes. 🧵
En el siglo XVII dos autores, uno monje de Silos y otro de San Millán, escribieron sendas biografías de Santo Domingo. Ambas estaban dedicadas a Don Francisco Manso de Zuñiga, riojano, natural de Canillas de Río Tuerto Arzobispo de Burgos y I Conde de Hervías.
Llegó el 13 de diciembre, día en que la Iglesia Católica celebra a Santa Lucía, patrona de la vista, los oftalmólogos y los fotógrafos, entre otros. Y aquí estoy yo, hija de ciegos, dispuesta a contaros algunas cositas sobre el martirio de la santa. Acompañadme en este humilde 🧵
Conocemos la historia del martirio de Lucía a través de fuentes relativamente tardías, griegas y latinas, escritas hasta un siglo después de su muerte. Hoy es venerada como patrona de los ciegos, de los oftalmólogos, de los fotógrafos entre otros.
Y como siempre pasa por aquí, de su historia podemos extraer datos muy interesantes sobre la forma en la que los eclesiásticos (todos hombres) interpretaban la santidad de las mártires. Empezamos:
Para los que no os hayáis enterado: "La batalla de Atapuerca: La otra mirada" ya está a la venta en Amazon y en @bookdepository@BNTrends@AbeBooks. También podéis pedirlo a cualquier librería, por si os lo pueden conseguir ellos, a través de los enlaces que encontraréis aquí 🧵
No era mi profesora, pero sí lo es en una universidad portuguesa. Coincidimos en un workshop en el que ella, como "experta" en la temática de mi tesis, comentaba mi proyecto. Me dijo que no tenía ni idea sobre "memoria histórica"... (mini 🧵)
... , que no podría utilizar el folclore y la cultura popular como fuentes de estudio para procesos de generación de memoria a largo plazo, que mejor me replanteaba toda la tesis y empezaba de cero y estudiaba los "tesoros monásticos". Me dejo muerta meses...
Ro decidí arriesgar. Seguí con mi trabajo tal y como estaba planteando (y que mi director apoyaba a tope) y cuando llegué ante el tribunal iba muerta de miedo porque me iban a decir que todo mal.