«Lo que mal comienza, mal termina» decía mi abuelita, que era sabia y muy bonita.
Hace 12 años, en diciembre del 2010. Joseph Blatter, presidente de la FIFA en aquellos años anunciaba que el mundial 2022 se iba a jugar en Qatar.
Los únicos que saltaron de sus asientos felices como lombrices fueron los integrantes de la familia Al Thani. Son los amos y señores de Qatar.
Este pequeño territorio metido en el Golfo Pérsico, con una sola frontera terrestre, con Arabía Saudita,
con la que se llevan bastante mal. Qatar está sentado sobre la tercera reserva de gas y petróleo del mundo. Su población es de 250.000 cataríes. Y 2.750.000 trabajadores inmigrantes… Sí, el 80% de la población son extranjeros.
Leticia fue mi alumna en la escuela "Justo Sierra", en plena sierra. Tenía once años de edad.
Once años conociendo las carencias y la mugre de la vida.
Siempre con la misma ropa, heredada por una tradicional necesidad familiar.
Once años batallando con los bichos de día y de noche.
Con una nariz que como vela escurría todo el tiempo.
Con el pelo largo y descolorido sirviendo de tobogán a los piojos.
Aun así, era de las primeras en llegar a la escuela.
Tal vez iba por los momentos necesarios para soñar que era lo que no; aunque enfrentara el rechazo y el asco de los demás.
A la hora del trabajo en equipo nadie la quería.
No dieron la oportunidad para demostrar qué tan inteligente era: el repudio fue lo que Leticia conoció.
La última vez que nuestro país sufrió un golpe de Estado fue en 1913.
Desde la embajada norteamericana se maquinó el asesinato del presidente Francisco I. Madero a manos del traidor Victoriano Huerta.
Ese 9 de febrero de 1913 el apóstol de la democracia salió del Castillo de Chapultepec al Palacio Nacional escoltado por los cadetes del Heroico Colegio Militar durante el inicio del golpe de Estado que culminó en la Decena Trágica.
Hoy, la investidura presidencial requiere de UNA MARCHA DE LA LEALTAD, acompañado de los millones de mexicanos no dañados por la imbecilidad y traición de la derecha conservadora,
¿Quiénes son los verdaderos devastadores del medio ambiente? El show mediático que han montado los pseudo ambientalistas en contra del Tren Maya resultó un distractor para seguir encubriendo los intereses y negocios de los neoliberales.
Carlos Salina de Gortari - Bajo su presidencia se aprobaron y promulgaron leyes que privatizaron bienes y recursos naturales de la nación.
Felipe Calderón - Como presidente de México entregó a empresas extranjeras 35.5 millones de hectáreas a través de concesiones de minas.
Ernesto Zedillo - Abrió a los extranjeros la posibilidad de adquirir tierras y aguas en una franja de 100 kilómetros en las fronteras.
Vicente Fox - Intentó despojar de sus tierras a la comunidad de San Mateo Atenco para la construcción de un nuevo aeropuerto.
Hay gente que tiene magia, que hace bonito un enfado, que transforma lágrimas en carcajadas, que te da la mano, que no se olvida de un cumpleaños, que tiene arte en los ojos, también en los labios.
Sí, hay gente que tiene música, que tiene mundo que cambiar, que tiene ángel, que sorprende, que te saca a bailar.
Hay gente que te hace el amor con un mensaje, con un te echo de menos, con un susurro, con un beso.
Hay gente que te roba, suspiros, y versos, que te rompe miedos, que te besa heridas, que usa canciones para darte los buenos días.
Hay gente que está rota, rota por dentro, pero te mira, y consigue que sonrías, sin tú saberlo.
*Cómo el Gobierno Chino explicó a sus ciudadanos lo que está pasando hoy entre Rusia y Ucrania.*
Y así el gobierno decidió explicarle a la gente común en un lenguaje accesible, usando una alegoría.
*Hace más de 20 años Ucrania se divorció de su esposo Rusia.*
Este matrimonio tuvo hijos.
*El esposo (Rusia) fue generoso y le dejó a su esposa una gran herencia, e incluso pagó las deudas de su esposa: $ 200 mil millones.*
Después de separarse, la Esposa comenzó a coquetear con un matón del pueblo (EE. UU.) y una banda de ladrones (La Unión Europea).
*La esposa comenzó a escuchar solo su opinión y comenzó a atacar a su ex esposo con ellos.*