Según el calendario que regía las tierras dominadas por los Incas, noviembre correspondía al mes de los difuntos. Esta temporada, de acuerdo con el ciclo agrícola marcaba el inicio del conjunto ceremonial del año.
La siembra finalizaba y la tierra estaba preparada para hacer la cosecha, a ello se la denominó Aya Marcay Quilla.
El Aya (difunto, en quechua) se convirtió en el punto sobre el que giraría la actividad cotidiana del incario y al cual se le dedicó una serie de ritos que, Felipe Guamán Poma de Ayala, (cronista amerindio) describió:
“En este mes (noviembre) sacan los difuntos de sus bóvedas que llaman pucullo, y le dan de comer y beber, le visten de sus vestidos ricos, le ponen plumas en la cabeza, cantan, danzan con ellos”.
El Aya Marcay Kuilla, “era la época de retorno de las almas, por lo cual no podía ser un día de lamentaciones, al contrario, un día de júbilo,
pues los muertos se tomaban la molestia de volver (en largo viaje) a un mundo que ya no les pertenecía y debían asegurarse de que entre su gente todavía esté intacta su memoria (…).
Es ese largo viaje que les espera lo que les impulsa a que los vivos sientan la profunda necesidad de hacerles más corto el camino.
Quizás por ese sentido de la reciprocidad tan presente en la cultura andina se agradece la visita desplegando un suculento banquete y proveyendo al caminante de los víveres indispensables. El muerto, sin lugar a dudas, compensará de alguna manera a los vivos”.
En Latinoamérica, esta fiesta adquiere una suerte de sincretismo que resulta de la fusión de las prácticas cristianas con las costumbres de las culturas prehispánicas. En estas culturas la concepción respecto a la muerte es totalmente distinta a la de occidente.
En la cultura aimara (cultura andina), por ejemplo, “la muerte natural no constituye un episodio trágico, sino un ciclo más de la propia vida. Por eso, cuando alguien fallece, se suele decir que esa persona “se ha ido” o “ha partido”.
Entre las tradiciones que aún se mantienen se cree que los ajayus (las almas) vienen para traer fecundidad y fertilidad para todo el año, porque en el mes de noviembre también se inicia la época de la siembra en los campos agrícolas del altiplano”.
El Ministerio Público Fiscal de Rio Negro retiró la denuncia penal por falta de mérito contra el periodista mapuche Oscar Moreno, de San Carlos de Bariloche, quien estaba acusado de amenazas en el marco del conflicto por tierras en la zona de Villa Mascardi.
En el marco del II Encuentro de articulación de Comunidades y pueblos colectivos, llamado Abya Yala Soberana que será llevado a cabo del 22 al 25 de noviembre.
Pueden seguir las trasmisiones previas al encuentro por nuestra página de Mink'a Comunicación, como así también de Abya Yala Soberana, página oficial del evento.
Desde la Asamblea El Algarrobo informaron que Aldo Flores, fundador y miembro de la Asamblea fue notificado el pasado 4 de noviembre por el Fiscal Martín Camps de la elevación a juicio por la causa “Apología del delito”.
Hoy, 14 de noviembre se cumplen cuatro años del asesinato del joven comunero mapuche Camilo Catrillanca, quien falleció tras recibir un disparo de Carabineros al interior de la comunidad de Temucuicui, en la comuna de Ercilla,
El 15 de diciembre de 2020, la China (un seudónimo puesto para resguardar su identidad), sintió dolores de ovarios fuertísimos. Todos los meses era lo mismo, sus menstruaciones siempre fueron dolorosas, abundantes y con coágulos.
Con un paro indefinido desde el 22 de octubre en Santa Cruz, se enfrentaron en las calles quienes defienden la movilización y quienes quieren seguir trabajando con normalidad. La líder indígena Flora Aguilar dijo a Sputnik que se está iniciando un nuevo golpe de Estado.