Vamos a contar qué está pasando en esta pintura de Gandolfi.
Como bien habéis apuntado esa espada no es cosa de broma.
🎨 Mercurio a punto de decapitar a Argos.
Os voy a enseñar otra que precede a la anterior del mismo pintor.
🎨 Mercurio arrullando a Argos para que se duerma.
Os las pongo juntas.
No hay solo dos personajes como observamos a primera vista.
Fijaos bien.
Ella es la protagonista. Una ternera blanca.
Vale, vamos a ponernos en contexto.
Hera, como todos sabéis, es la esposa de Zeus y este es un poco digamos... mujeriego. Ella es una mujer muy celosa; si mezclamos todo eso resulta una bomba de relojería y así sucede en este pasaje mitológico.
Ío era una hermosa joven sacerdotisa de Hera. Zeus al verla se enamoró de ella, cómo no y tenían sus encuentros al lado de un lago.
Para que Hera no viese a Zeus, este se convertía en niebla.
🎨 Júpiter e Ío, Correggio.
Pero Hera, que no era tonta, se lo olió y los pilló y antes de que la niebla se disipase, Zeus convirtió a Ío en una ternera blanca.
Hera quiso entonces que se la regalase y se la confió a Argos, un pastor gigante de cien ojos.
🎨 David Teniers el Viejo.
Cuando Zeus se enteró de esto, quiso liberar a la pobre Ío y mandó que Hermes durmiese los 50 ojos del pastor con la música de su flauta, los otros 50 ya estaban durmiendo.
Y le cortase la cabeza una vez dormido.
Y entonces...
Hermes nos hace cómplices con su mirada de lo que está a punto de suceder.
Hermes le dio muerte con su cimitarra.
Pero la muerte de Argos no liberó a Ío, a quien Hera envió un tábano para atormentarla.
El insecto se pegó a sus costados y la volvió furiosa; atravesó el mar por
los estrechos que separan la ribera de Europa de Asia, dando origen al nombre de Bósforo: "Paso de la Vaca".
Llegó a Egipto y dio a luz a un hijo de Zeus, Épafo.
Allí recuperó su primitiva figura y le tributaron honores divinos, siendo venerada bajo la denominación de Isis.
Cuando Hera supo lo que había sucedido, le arrancó los ojos a Argos y se los puso en la cola a su pavo real.
(Siempre que veáis una diosa con un pavo real cerca, esa es Hera).
🎨 Juno y Argos, Rubens.
Así que, cuando veas a un pavo real extendiendo su cola, piensa que son los ojos de Argos vigilando por si Zeus tiene otra aventura.
Espero que os haya gustado.
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Mi nombre es Deméter, divinidad de la tierra cultivada y del trigo.
Mi hermano Hades raptó entre lamentos a mi preciosa hija Perséfone con el beneplácito de su padre, Zeus.
Hoy vengo a contaros mi historia.
Ella gritaba e imploraba la ayuda de su progenitor, pero ninguno de los mortales hombres oyó su voz, ni siquiera su padre, solo la hija de Perses, Hécate, la de brillante velo, la oyó desde su cueva, y el Sol soberano lo vio todo.
Cuando me dijeron que mi hija había desaparecido, un dolor agudo se apoderó de mi corazón y comencé a buscarla por tierra y mar. Todavía no sabía que su propio tío la había raptado y se la había llevado al Inframundo.
Bienvenidos al antiguo Herculaneum, nacido en las laderas del Vesubio en el Golfo de Nápoles, Patrimonio de la Humanidad desde 1997.
Os invito a pasear conmigo por el Parque Arqueológico de Herculano y retrocederemos a ese fatídico día del año 79 d.C.
Pero antes es necesario que os cuente un poquito de historia.
Dionisio de Halicarnaso remonta la fundación de la ciudad al héroe Hércules que regresaba a Grecia tras vencer al gigante Caco.
Según Estrabón, la ciudad, en primer término, estuvo en poder de los antiguos ópicos y de sus descendientes, los oscos, más tarde perteneció a los etruscos y a los pelasgos y, por último, cayó en manos de los samnitas.
¿Dónde estás, Teseo?
¡Teseo, vuelve!
Las rocas me devuelven tu nombre, pero no puedo verte.
Mi nombre es Ariadna, y traicionada por el sueño y por Teseo, os voy a contar mi historia.
🎨 Ariadna abandonada por Teseo, Angelica Kauffmann.
Soy la hija de Minos, rey de Creta, ayudé a Teseo a salir del laberinto tras matar a mi hermanastro el Minotauro.
Traicioné a mi familia y él lo hizo conmigo.
Me enamoré de él nada más verle cuando se presentó voluntario para terminar con la vida del Minotauro y así terminar con la maldición que recaía sobre Atenas.
Le entregué un ovillo de lana para poder salir del laberinto y con él mi amor.
¡Ay, el amor!
Ese sentimiento que provoca angustia y dolor aunque, si eres afortunado, también alegría y placer.
Este niño es el dios que los antiguos griegos y romanos consideraban responsable de esos sentimientos.
Los griegos lo llamaban Eros, los romanos Cupido y era capaz de provocar un impulso físico poderoso y enloquecedor.
¿Quién no ha enloquecido alguna vez por amor?
El amor reconforta, pero también desencadena pasiones con crueles consecuencias.
En esta pintura de Parmiginiano, Eros aparece pintado como un pícaro.
Eurípides no le pudo definir mejor: "Eros, el de áurea melena, dispara las flechas de las Gracias, flechas de dos tipos; la una da una venturosa existencia, la otra trastorna la vida". (Ifigenia en Áulide).
Se cumple el nacimiento del Maestro Bernini (7 de diciembre de 1598); pintor, escultor y arquitecto italiano y uno de los mejores artistas del Barroco. Hoy se celebra el día del #OrgulloBarroco.
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Si me preguntas: ¿Qué es el Barroco?
Te diré que el Barroco es Éxtasis.
Me llamo Asterión, poca gente conoce mi nombre aunque todo el mundo ha escuchado hablar de mí.
Monstruo me llaman, y ¿qué culpa tengo yo de ser víctima de un castigo?
Me conoces, soy el Minotauro y hoy te voy a contar mi historia.
En la época en la que Asterio era rey de Creta, Zeus raptó a Europa en Fenicia y se la llevó a Creta montada en un toro manso blanco que era el mismísimo Zeus y uniéndose a ella engendró tres hijos: Minos, Radamantis y Sarpedón.
🎨 Gustave Moreau.
El rey Asterio se casó con Europa y adoptó a los tres hijos de Zeus.
Al morir Asterio sin descendencia, Minos pretendió reinar en Creta, pero los otros hermanos no estaban de acuerdo.
Convenció a sus hermanos de que había recibido el trono de los dioses y que se lo demostraría.