A Cervantes su parodia de los libros de caballerías se le acabó convirtiendo en uno de los libros de caballería más famoso del mundo.
Y sin irnos tan lejos, ayer mismo yo intenté una broma y aún no tengo claro si salió bien. 😂
Y justamente eso fue lo que le pasó al señor Ian Anderson en 1972.
Quería burlarse de algo y le salió el tiro por la culata. Pero mucho.
Quería burlarse de los discos conceptuales, tan en boga en ese momento. Y queriendo reirse, hizo uno de los mejores.
He dicho Ian Anderson porque hablar de Jethro Tull es hablar de este personaje. Un auténtico genio, y como tal, un auténtico loco, que ha cambiado a sus músicos mil veces.y ha firmado varias obras maestras.
El flautista de Hamelin del rock progresivo. El genio de la travesera.
Su carrera comenzó con apenas 16 años en su Escocia natal. Su primera banda, The Blades, ya incorporaba a John Evan, Barriemore Barlow y Jeffrey Hammond.
Sin embargo, Ian tuvo que mudarse de ciudad, así que cuando nació Jethro Tull, lo hizo con Mick Abrahams y Clive Bunker.
Aunque al principio tocaría la guitarra al poco tiempo decidió que la flauta sería su instrumento.
Con ella, así como con el resto de cosas que toca (bajo, guitarra, saxo, bouzouki, armónica...) es totalmente autodidacta.
Su estilo percusivo y visceral es único.
Cuando sacaron su primer disco, This Was, el camino a tomar no estaba tan claro. Mick Abrahams quería dedicarse al blues, Anderson a lo que hiciera falta.
Abrahams se fue, pasó por allí un joven Iommi previo a los Sabbath, y al final el que se quedó (y mucho) fue Martin Barre.
El verdadero primer disco que perfilaría su futuro sería el segundo de los Tull: Stand Up.
Incluye una de mis temas favoritos, una adaptación de una suite de Bach donde el bajo de Glenn Cornick y la flauta de Anderson mezclan jazz, folk, clásica y rock.
Si os fijáis, Ian ya habia adoptado una forma de tocar que le haría un icono: una pierna levantada en difícil equilibrio que remite a los juglares medievales por las ropas y a dioses hindúes por la postura.
Una postura que nació de la casualidad y de la cita de un periodista.
Al parecer el gesto surgió de la casualidad (o una lesión) en un concierto pero un periodista lo destacó en su crónica, mencionando al cantante por su habilidad para tocar así.
E Ian se quedó la idea. Igual que el nombre del grupo, que era el de un agrónomo del siglo XVIII.
En el siguiente disco John Evan vuelve a encontrarse con Anderson y al poco Jeffrey Hammond, sustituyendo a Cornick, volvería con su viejo amigo de The Blades.
Y esta formación, aún con Bunker a la batería, haría una de las joyas del rock progresivo y del folk.
Aqualung.
Aqualung (1971) es un disco que habla de Dios pero también de vagabundos y prostitutas y claro, fue muy polémico.
Pero es un disco riquísimo en estilos, viajando del blues a la psicodelia, del folk al hard rock.
Y ha vendido más de 7 millones de copias.
Famoso por la portada de Burton Silverman, basado en una fotografía de la esposa de Ian de un vagabundo que vio en las orillas del Támesis, una de sus canciones más notables es ésta que os pongo en directo: Locomotive Breath.
Es brutal. Es una maravilla.
Pues ahora viene la cosa: aunque Anderson siempre ha defendido que Aqualung solo eran un conjunto de canciones, la crítica flipó con el disco y lo aplaudieron como un maravilloso disco conceptual.
Pensad que estamos en el 71 y Yes o Emerson, Lake and Palmer lo petaban.
La cosa es que daba igual que Ian Anderson repitiera por activa y por pasiva que él no había hecho un álbum conceptual.
Es que a los críticos se les había metido en la cabeza que Aqualung era un álbum conceptual.
Ian, por supuesto, cada vez más mosqueado.
Así que entonces es cuando dijo "¿queréis un disco conceptual? Pues me voy a reír de vosotros".
Decidió grabar un disco que fuera una parodia del género, que llevara al extremo todos los clichés. Una hipérbole, una burla, una sátira.
Spoiler: salió mal. O bien, según se mire.
Por aquel entonces el que se había ido del grupo era Bunker y otro ex-Blade volvió a ocupar su puesto: Barriemore Barlow.
Esta formación de Jethro Tull duraría hasta el 75 y para mí es la mejor.
Durante semanas, en el estudio móvil de los Rolling, Ian fue perfilando la idea.
Asumiendo el control casi de forma tiránica -porque recordemos que todo esto era un cabreo personal- fue grabando las demos hasta dejarlo todo casi hecho.
Así que cuando en diciembre del 71 entraron a los estudios Morgan, esos fieras grabaron el disco en apenas dos semanas.
Como he dicho el disco era una parodia. Si los discos conceptuales y progresivos tienen canciones largas, Thick as Brick es una única canción de 43 minutos. 🤣🤣
Esta dividida en dos porque el vinilo tenía dos caras. Solo por eso.
Sí el rock progresivo tiende a ser barroco y orquestal, este lo es más. Teclados, órganos, la banda de rock, xilófonos, flautas se van uniendo en un crescendo continuo sin miedo al exceso.
Y si los discos conceptuales tienen historias retorcidas (ejemplo, Tommy) este también.
Anderson se inventó la historia de un niño prodigio llamado Gerald Bostock, conocido como Little Milton -en honor al famoso autor de Paraíso Perdido-, que había ganado un concurso con un oscuro poema.
Y que se lo habían quitado por decir tacos en TV.
Todo mentira, claro.
La famosa portada y contraportada imitan al periódico del pequeño pueblo de Gerald contando en la parte delantera cómo ha ganado el premio (y cómo lo ha perdido) y en la parte trasera como ha sido acusado de embarazar a una adolescente.
E incluye la letra del poema, claro.
Ese poema es la letra de, recordemos, la única canción del disco.
La broma estaba completa. Ian se había burlado de todos, ¿no?
Pues salió mal, como os he dicho.
El disco fue un éxito precisamente por aquellas características que Ian había exagerado como burla. 🤦
Y hoy en día está considerado uno de los mejores álbumes conceptuales de todos los tiempos y una de las cumbres del rock progresivo.
Lo siento, Ian.
Poco después sacarían un recopilatorio de rarezas con uno de sus temas más famosos: Living in the past.
Y dado que la broma había salido como había salido pues dijeron que demonios, y sacaron más discos conceptuales, como el accidentado A Passion Play o Too Old to Rock N Roll: too Young to die.
En el que por cierto Anderson arremetía contra la prensa musical a saco.
Y es que después de la dupla Aqualung/Brick era difícil superar aquello y los críticos y el grupo no tenían buena relación.
En directo es donde se crecian, con un show lleno de teatralidad, donde se disfrazaban (sobre todo Ian) como mendigos, juglares o lo que hiciera falta.
Y el directo Bursting Out les muestra en todo su apogeo, un doble LP en donde destaca el nuevo bajista, John Glascock, que había sustituido a Hammond y que fallecería en 1979 mientras grababan Stormwatch, un disco más en la onda de folk iniciada en Songs from The Wood.
Desde entonces el grupo tuvo una trayectoria más dispar con momentos más bajos y donde Anderson ha ido intercalando discos en solitario con los del grupo.
Algo que no entiendo muy bien dado que se puede considerar que Jethro Tull es Ian Anderson. 🤣
Y una última curiosidad y es que la portada del Aqualung estuvo censurada en España durante muchísimos años.
Primero estuvo prohibido durante años y cuando por fin lo editaron fue precisamente SIN LOCOMOTIVE BREATH por ser ofensiva para la Iglesia. 🤦
Espero que os haya gustado este hilo sobre uno de los mejores discos de la historia de uno de los mejores grupos de la historia. Seguro que algún amigo como @Apamacahuitl o @itospuf va a estar de acuerdo conmigo. ¡Compartidlo si os ha gustado!
Y si os gustan mis hilos ya sabéis que tenéis uno cada jueves y que los escribo yo y no una inteligencia artificial como quise hacer creer ayer día de los inocentes. 🤣🤣
Dicen que para triunfar en la música, además de talento y constancia, hace falta tener algo de suerte.
Pero también hace falta alguien que crea en tí.
Y eso hizo nuestro protagonista de hoy con unos chavales de San Francisco.
Hoy, en #LaHistorietaMusical, Jon Zazula.
El productor.
Esa figura muchas veces demonizada por una épica de la música que convierte a las estrellas en héroes abnegados utilizados por tipos sin alma.
Tipos que son como demonios con forma de abogados, mánagers y directivos de la industria.
Y vale, sí.
A veces es así.
En la historia de la música hay gente mala.
Productores enloquecidos, dominadores y controladores, como Phil Spector.
Su caso es extremo porque la malísima combinación de locura + drogas + armas terminó en el desgraciado asesinato de Lana Clarkson y con sus días en la cárcel.
En 1991, la banda irlandesa U2 había talado un árbol. No uno cualquiera: el árbol de Joshua.
Y al año siguiente emprendieron la gira más espectacular e imposible que jamás habían hecho.
Una gira que les atraparía en su propia ironía.
Hoy, en #LaHistorietaMusical, U2 y ZooTV.
La frase de talar el árbol no es mía.
La frase es del propio Bono.
Porque lo que hizo U2 con el Achtung Baby fue dinamitar la concepción de un sonido que habían tardado años en construir y había cristalizado en el Joshua Tree.
Y lo hicieron de la mano de su artífice.
De Eno.
A finales de los 80, U2 estaban cansados.
Tras la dupla del disco y documental llamado "Rattle and Hum" y el "Lovetown Tour" decidieron tomar un tiempo y replantearse quienes eran.
Y acabaron en unos estudios míticos: los Hansa, de Berlín.
Hay bandas que han tenido carreras que han durado décadas.
Hay artistas que han sido pioneros nunca reconocidos.
Hay grupos que han sabido adaptarse y evolucionar, sin tenerle miedo a lo nuevo.
Y hay dos hermanos que han hecho todo eso.
Hoy, en #LaHistorietaMusical, Sparks.
De hermanos que han tenido grupos hay muchos ejemplos.
Desde los hermanos Young, del que ya solo queda Angus, que enarbolaron la bandera del hard rock hace ya más de cinco décadas en Australia a los mal avenidos Gallagher, que siempre andan a la gresca desde que rompieron Oasis.
Hermanos fueron los creadores de Van Halen. O The Carpenters, un dúo del que siempre recuerdo el desdichado final de Karen.
La voz de Soledad y el talento de Juan Luis Giménez nos dieron a Presuntos Implicados. Y los Urquijo en Los Secretos, hasta el triste final de Enrique.