Historia real con datos menores cambiados por confidencialidad: 1. Fotógrafo ve una foto suya dos segundos en una peli. 2. Mandamos burofax. 3. Acuerdo extrajudicial e indemnización de 5.000 euros.
Moraleja: Puedes quejarte en Twitter, pero no olvides hacerlo también por burofax
A veces el burofax no da ningún resultado y hay que ir a los juzgados. Aquí una de esas historias. El final es más largo y nunca es garantizado pero, en ocasiones, merece la pena.
Os cuento la nueva forma de sacar dinero con amenazas legales. ¿Alguna vez has puesto una foto en un tuit? Pues un bufete de abogados de cualquier país de Europa te puede reclamar miles de euros si quieres evitar un proceso judicial en los tribunales de su país. Lo hacen así 👇
Una empresa se hace titular de los derechos de propiedad intelectual de un amplio banco de imágenes muy utilizado en internet. Después rastrean internet y, por medio de un bufete de abogados cualquiera, se dedican a pedir dinero por cualquier uso (lucrativo o no) de su fotografía
A veces piden varios cientos de euros y otras varios miles. Generalmente es una petición masiva lanzada a modo de trasmallo para ver quién pica y paga. Sin embargo toda la comunicación tiene cierta base legal que excluye que podamos hablar de estafa. ¿Cuál es esa base?
El juzgado ha decidido que @raquelsastrecom no va a juicio por unos chistes de humor negro. Sin embargo el asunto tiene diferentes matices que lo hacen muy especial y, en cierto punto, surrealista. Dentro HILO con uno de los asuntos más esperpénticos que he llevado en mi vida.
Raquel recibió una querella de 106 folios en la que se le atribuían decenas de comentarios que, según la querellante, eran antisemitas. Esos comentarios eran de una tuitera anónima que no era Raquel, pero los mezclaban con seis chistes que sí publicó Raquel en Twitter.
En su declaración, Raquel se pasó una hora contestando a lo que la querellante creía que acreditaba que ella era esa tuitera. Le mostraron fotos de su Instagram y de la otra persona para que explicara cómo podía darse la coincidencia de que las dos tuvieran persianas en su casa.
¿Qué ocurre cuando se intenta eludir el cumplimiento de una sentencia que te obliga a rectificar en Twitter una información falsa? En este caso el condenado fue Naranjo por inventarse que Máximo Pradera le había pegado. Esto es lo que pasó cuando llegó la hora de corregir 👇
Naranjo difundió ampliamente que Pradera le había pegado. Fue un invento y así lo declaró el pleno del Constitucional. En consecuencia, además de a indemnizar a Max, se le obligó a publicar la sentencia condenatoria EN Twitter. Pongo "en" en mayúsculas porque tendrá importancia.
Antonio Naranjo lo que publicó no fue la sentencia EN Twitter sino que la publicó en Scribd.com y la enlazó desde Twitter. Además le puso un texto genérico, la publicó casi a las cuatro de la madrugada y capó la posibilidad de comentarla. Así 👇
Hace poco se difundió la noticia de que "El creador de Rojadirecta" había sido condenado a dos años de cárcel y al pago de 500.000 euros. La noticia tuvo un gran impacto porque ROJADIRECTA es una web muy conocida desde 2005. Sin embargo, la noticia es falsa. Aquí lo explico 👇
Entre el 20 y el 21 de abril medios nacionales e internacionales publicaron la supuesta condena al creador de ROJADIRECTA, a la que identificaban con su característico logo. La web es tan conocida que la noticia fue publicada en prácticamente todos los países del mundo.
El presidente de LaLiga, Javier Tebas, enlazó a la noticia e incluso retuiteó su tuit para darle mayor difusión. Diarios como MARCA lo publicaron en portada, le dedicaron una story y lo difundieron desde su cuenta de Twitter.
Os cuento un caso que ha llegado al Pleno del Constitucional. Importante para Twitter
El periodista Antonio Naranjo dice en Twitter que Máximo Pradera le pegó después de terminar un programa de radio con Julia Otero. Es un invento pero el bulo se esparce. Max le demanda. HILO 👇
Naranjo es condenado por inventar una agresión física. Los testigos, como Julia Otero, aclararon en juicio que fue una discusión pero sin contacto físico. La agresión física inventada llegó a publicarse en prensa con declaraciones de Naranjo calificando a Máximo de maltratador.
La sentencia condena a Naranjo a rectificar en Twitter, en Periodista Digital y a una indemnización, pero es recurrida al Tribunal Supremo. El Supremo admite a trámite el recurso, lo que no es muy común, y se pronunciará en sentencia. Los argumentos de Naranjo son sorprendentes.
Gran empresa de publicidad hace un anuncio para una multinacional plagiando una foto que encuentra en internet. El fotógrafo protesta por mail y les pide responsabilidades. La directora de la empresa, que ha cobrado mucho por ese anuncio, le ofrece 150 euros. (HILO).
El fotógrafo rechaza la oferta y pide un pago proporcional a lo que ellos han ganado. La empresa no vuelve a contestar a sus quejas. Les denunciamos. El juzgado de instrucción no admite a trámite la denuncia porque no le parecen relevantes los hechos denunciados.
Recurrimos la decisión alegando que el hecho de que al juzgado le parezca o no relevante lo denunciado carece, precisamente, de relevancia. Los hechos denunciados encajan en un tipo penal y hay que investigar si hay indicios de que sucedieron o no. Nuestro recurso se estima.