O hablar con cualquier librería de España y pedirlo para tenerlo el mismo día 23 de febrero.
Los actores se subieron sin sus trajes, tal y como venían de la calle y se sentaron en unas sillas en el escenario
Cuando comenzaron a sonar los primeros acordes, nadie se puso de pie, no hubo bailes, ni miradas entre los personajes.
Solo gente sentada y cantando.
Era el 26 de enero de 1996.
Era el estreno de un musical en OFF Broadway, pero no había la habitual efervescencia del estreno.
Toda era tristeza.
El creador de aquel musical, el hombre que se había peleado durante 6 años para sacar adelante aquella obra, acababa de morir.
Jonathan Larson tras haber acudido al ensayo general del musical, volvió a su casa, calentó un poco de agua para un té y murió.
Sufrió un desgarro en la aorta y sin más, murió.
Por unas horas, por unas miserables horas, no vio su obra terminada.
Porque una obra no está terminada hasta que hay un espectador.
Sus padres estaban en pleno vuelo a Nueva York cuando se enteraron de la noticia.
Desde la cabina del piloto llamaron al productor del musical y le pidieron "Lo que Jonathan hubiera querido"
Que los actores representaran su obra.
Si habéis visto la película "Tick, Tick, Boom" o conocéis un poco de su biografía sabréis lo importante que era para él aquel estreno.
Si alguien se lo merecía era él, que había trabajado durante 10 años en una cafetería para poder pagar el alquiler mientras componía cada noche.
Al día siguiente, los actores no tenían ánimo para interpretarlo, pero sabían que debían hacerlo.
Así que se reunieron entre bastidores y acordaron cantarlo, sentados, sin alegría, de luto.
Pero eso no era lo que Jonathan quería.
Al final del primer acto, comenzó a sonar esta canción y nadie pudo aguantarlo más.
Los actores comenzaron a levantarse, uno a uno y subirse a las mesas.
La energía del momento les superó y unió a todos por un momento en un verdadero acto de homenaje.
En el descanso, hubo muchas lágrimas, muchos abrazos.
Pero todo llegaron a la misma conclusión: salieron al escenario con el vestuario de sus personajes y actuaron tal y como Jonathan lo habría querido.
La actuación continuó entre aplausos y sollozos.
Hasta que dos horas después el telón cae...
Cuando el telón vuelve a subir, los actores se encuentran con algo que nunca más experimentarían. Todo el público, amigos y familiares, estaban en silencio.
Nadie decía nada.
El más puro silencio.
Nadie sabe cuánto tiempo pasó, pero los que estuvieron dicen que mucho.
Nada rompía el silencio.
Hasta que alguien, entre el público, alguien al fondo de la sala gritó:
¡Gracias, Jonathan Larson!
No, te echamos de menos.
No, lo sentimos, Jonathan.
No, esto es una mierda.
Solo...
Gracias, Jonathan Larson.
Y después de eso la gente comenzó a aplaudir.
Aplaudió tan fuerte, que aún seguimos aplaudiendo.
Porque aquel musical se llamaba Rent y se convirtió en un absoluto éxito que nadie esperaba. El Pulitzer, 3 Tonys y mucho público, mucho...
Y es que casi 30 años después de aquel día, el cartel de Rent sigue bajo las luces de Broadway.
No de Off-Broadway, del Broadway que tanto amaba.
Así, en unas pocas horas, en un día de enero, la vida de Jonathan Larson cambió para siempre sin que él lo supiera.
Mi vida también cambió en una pocas horas, pero con dos diferencias yo sí pude disfrutarlo y no era enero, era agosto en Berlín.
El 19 de agosto de 2021 estaba sumido en una profunda crisis. Hacía casi 8 años que había dejado de escribir. O al menos había dejado de escribir para otros.
Escribía para familiares y amigos, como Jonathan.
Sin embargo, aquel día, después de derramar varias lágrimas mientras tecleaba la historia de dos chicas frente al muro, le di al botón de Twittear todo y me fui con mis hijos al parque.
Lo que pasó aún no logro explicármelo.
Aquella historia pasó de los 50 lectores habituales a 250 mil. Una locura que aún no cabe en mi cabeza.
Fue entonces cuando comencé a escribir esta novela.
Una novela que no existiría sin vosotros.
Vosotros me disteis la noche que no pudo tener Jonathan.
El sueño que ya había abandonado: el de ser escritor.
Así que se me ocurre una cosa que deciros desde el fondo de la sala:
Gracias.
Gracias, a ti que estás al otro lado de la pantalla.
No se me ocurre otra forma de agradecéroslo que con esta novela.
Aquí está todo lo que fui, todo lo que soy, todo lo que me disteis.
En cada mirada de Elena, en cada sonrisa de Nelly, estoy yo y, lo mejor de todo... estáis vosotros.
Ah, no es lo había dicho, las protagonistas de la novela no son las dos chicas de la foto, no son Rosie y Kriemhild...
Son Elena y Nelly.
Después de un año con ellas, son como dos hermanas para mí. He hablado con ellas más que cualquier otra persona.
Ahora son toda vuestras.
Ojalá lo paséis tan bien como yo lo he pasado con ellas.
Y hasta aquí este hilo especial.
Me dijo una vez alguien muy sabio que mi campo en Twitter no era Berlín, mi tema era la emoción.
Si esto es así, quizás este es el hilo más berlinés que he escrito nunca.
Hacía tiempo que no lloraba escribiendo.
Y es de felicidad.
Y si me hacéis el gran favor de retuitear el hilo, ya sería la leche:
Si has llegado por casualidad y no sabes quién soy, me llamo Jorge Corrales y escribo cada viernes un hilo sobre Berlín, sobre cine o sobre lo que sea.
En el año 2013, un pequeño reloj frente al Zoo de Berlín se convirtió en el reloj más buscado del mundo.
Lo peor es que nadie sabía calcular la hora, ni porque lo estaban buscando.
Y todo por culpa de la CIA.
Bienvenidos a los relojes de #MaterialNarrativo
Dentro hilo 🧵 👇
Antes de empezar, esta historia pertenece al nuevo capítulo de Material Narrativo, si queréis escuchar esta y otras historias más sobre relojes no convencionales, pasaos por aquí:
Dentro del Laberinto es una de esas películas que cambian con tu edad.
Cuando era pequeño, creía que iba de una chica que pierde a un niño.
Ahora sé que dentro del Laberinto esconde una alegoría preciosa sobre cómo funciona nuestro cerebro adolescente.
Hilo de #CorraAverlo
Los efectos especiales en el siglo XXI no han llevado a lugares increíbles, hemos viajado más allá del tiempo y espacio, hemos visitado el interior de un agujero negro...
Y, sin embargo, yo sigo echando de menos los efectos de los 80 y 90.
De alguna manera, las maquetas de mundos inexplorados, los animatronics sabías que eran reales.
No estaban construidos por pixeles; era cartón y gomaespuma, pero eran materiales.
¿Veis ese dibujo colgado en uno de los decorados de Sesame Street?
Lleva ahí colgado 40 años.
Para recordar uno de los hitos de la televisión más emblemáticos y para recordar la importancia de ser sinceros con los niños.
Abro hilo para hablar de Mr. Hooper y sus batidos.
Antes de comenzar, os aclaro que este hilo ya lo subí, pero hoy trae una segunda parte con una historia que encontré para mi pódcast Material Narrativo .
El otro día pillé Gattaca a medias en la tele, por supuesto me senté a verla. Y me hice la misma pregunta de siempre:
¿Por qué es todo es tan verde?
Entonces lo vi.
Un pequeño detalle que había pasado por alto y que me dio la clave.
🧵En #CorraAverlo: Narrar con verde. 🧵
Hacer bien una película es una cosa muy complicada... muy complicada.
Muchas veces pensamos que el director es el creador de la historia y no es exactamente así.
El guionista escribe la historia, pero el director hace otra cosa.
El director toma la historia y... narra.
Siempre pongo el mismo ejemplo en clase.
Sabéis esa gente que tiene gracia para contar chistes. Tú puedes contar el mismo chiste, pero ese tipo de gente consigue que la gente se ría... y mucho.
Eso es porque sabe utilizar las herramientas de la comedia.