Sirve este hilo para quitarnos un poco el mal sabor de boca de la historia de Badfinger. Una historia dura, pero como dije, necesaria.
Esta, más amable, también lo es. Porque la historia de Dolly Parton también nos puede enseñar mucho sobre integridad, independencia y carácter.
Y es que aunque esta cantante y empresaria parece que siempre ha estado ahí con una brillante sonrisa y su aura de éxito, Dolly Rebeca Parton ha tenido, a lo largo de su carrera, que enfrentarse a muchos prejuicios y romper muchas barreras.
La primera de ellas, la de la pobreza.
Dolly era la cuarta hermana de los doce hijos del granjero Robert Lee Parton y su mujer Avy Lee: una familia numerosa que vivía en una humilde cabaña de una sola habitación en las montañas de Tennessee.
De esa vida dura Dolly aprendería muchas lecciones.
De su padre, granjero analfabeto que comenzó trabajando duro la tierra de otros, aprendió sobre esfuerzo e ingenio para conseguir tener su propia plantación de tabaco.
De su madre, que con 35 años ya tenía doce hijos, aprendió muchas cosas.
Y una de ellas fue la música.
Con tantos hijos, Avy Lee Caroline intentaba entretenerles con canciones.
Viejas baladas que habían cruzado el océano con los inmigrantes que se habían asentado en los Apalaches, canciones que a ritmo de banjo y violín latían en el corazón de EEUU.
Y que Dolly haría suyas.
Con siete años aprendería a tocar la guitarra. Con diez participaría en un programa 'The Cass Walker Farm anda Home Hour', el primero de muchos.
Con trece años grabó su primer single, 'Puppy Love', y en 1964 se mudó a donde todo estaba pasando.
Donde sigue pasando.
Nashville.
Nashville era -y sigue siendo- uno de las ciudades donde la música se vive y se siente en cada rincón.
Era un mundo duro pero la joven Dolly supo defenderse con lo que mejor sabía hacer: componer buenas canciones.
Temas suyos serían cantados por Hank Williams o Bill Phillips.
Y en 1967, con 21 años edita su primer disco. Era su carta de presentación. Así que no es raro que se llamara 'Hello, I'm Dolly'.
Incluía muchas canciones compuestas a medias con su tío Bill Owens y que ya habían sido éxito, como Fuel to the flame.
Este primer trabajo llamaría la atención de mucha gente, y uno de ellos sería Porter Wagoner.
Porter era un famoso cantante country que llevaba un programa de TV con su nombre que se hizo muy popular, aún más cuando comenzó a grabar duetos con Dolly.
A la par que sus discos con Porter eran un éxito, la cantante intentaba hacer lo mismo con discos en solitario como 'Just because i'm a woman' (1968)
Pero no sería hasta mediados de la siguiente década cuando lo consiguió con dos canciones que, ojo, escribió la misma tarde.
La primera de ellas es la historia de una mujer diciéndole algunas cosas a otra que le quiere quitar a su 'hombre', basada en una historia real que le pasó al poco de casarse con el que sigue siendo su marido, el discreto Carl Dean.
Hablamos de Jolene.
Una canción que ha sido versionada por decenas de artistas, desde Olivia Newton-John a los White Stripes o más recientemente, por Miley Cyrus.
Que por cierto, es su ahijada.
La otra canción tendría más éxito, si cabe. Una balada que seguro conoces por la versión de Whitney Houston.
Una de las canciones de amor más famosas de todos los tiempos: I will allways love you.
Como ella dice, esta canción le pagó muchas pelucas. 😅
Pero mucho antes de Whitney, otro grande de la música quiso hacer su version: el mismísimo Rey del Rock, Elvis Presley.
Algo que nunca ocurrió.
Y es que cuando el Coronel Parker le dijo a Dolly de compartir derechos con el Rey, a ella no le tembló el pulso.
Le dijo que no.
Y es que Dolly siempre ha sido una mujer de carácter, con las ideas muy claras y que ha manejado con mentalidad empresarial su propia carrera.
Poco después de estas dos canciones Parton decide acabar su contrato con Wagoner y volar sola.
Y vaya si lo hizo.
En los siguientes años su sonido evolucionó a un pop más comercial, con frecuentes apariciones en TV por todo el pais y tras entrar en el cine con Jane Fonda y Lily Tomlin en la divertida '9 to 5', hizo mas películas, destacando 'Magnolias de Acero'
A finales de los 80 grabaría uno de sus mejores trabajos: el espectacular 'Trio' junto con dos de las grandes damas de la música de raíz americana: Linda Rondstand y Emily Louharris.
Una delicia con el que ganaron el Grammy (de todos los que tiene).
Dolly ha hecho siempre lo que ha querido, y por eso después de aquello volvió al bluegrass en varios discos, reivindicando sus raíces montañeras.
Pero también ha colaborado con artistas actuales sumándose a nuevos sonidos.
Y que nadie le chiste.
Además es una formidable empresaria metida en muchos proyectos, desde producir 'Buffy, cazavampiros' a tener su propia gama de recetarios y productos de repostería o todo tipo de merchandising.
Pasad por su página, que es una fantasía del brillibrilli.
Y por supuesto, lo que os decía al principio, su propio parque de atracciones, Dollywood, donde, amenizado por música country, puedes asistir a espectáculos de rodeos, divertirte en su parque acuático o asistir a cenas temáticas.
Alguna vez en mi vida tengo que ir. 😅
Una mujer con tanta personalidad que es inclasificable, que responde entre bromas a cualquier pregunta sobre política, feminismo o religión no dejando que nadie la encasille ni la utilice, mosqueando a veces a aquellos que creen que es 'de los suyos'.
Dolly solo es de Dolly.
Tan personal que cuando fue nominada hace poco al Rock and Roll Hall of Fame lo rechazó alegando que ella no lo merecía, porque lo suyo nunca había sido el rock, sino el country.
Aunque al final aceptó y resultó elegida y salió, a sus años, a darlo todo.
Pero si hay algo que hace más grande todavía a Dolly Parton es su labor filantrópica: desde donar un millón de dólares en la pandemia para la investigación de vacunas contra el COVID (y después esperar su turno) a su proyecto más personal: la Dolly Parton's Imagination Library.
Un proyecto dedicado a la memoria de su padre que reparte libros a familias de pocos recursos y que va por la friolera de cien millones de libros donados.
Porque Dolly recuerda a ese granjero analfabeto y lo que hizo por sacar adelante a su familia.
Porque Dolly recuerda a ese granjero analfabeto y lo que hizo por sacar adelante a su familia.
Y pese a su fama y fortuna, siempre ha tenido muy presentes sus orígenes.
Y por eso hace ya años compró y restauró la vieja cabaña familiar.
Para no olvidar nunca de dónde viene.
Espero que os haya gustado este hilo que repasa la carrera e increíble personalidad de esta gran artista.
Y espero que pase el corte de @RadioConBotas, que de ella sabe mucho.
Si te ha gustado, puedes darle al corazón y retuitear el hilo.
Y para terminar con toda esta parte de autopromo 😅 si os gusta como escribo, podéis seguirme la pista por mis otras redes, donde hablo de otras cosas, como libros propios y ajenos.
El problema de las comparaciones es que siempre hay alguien que sale perdiendo.
Y este cantautor escocés tuvo que soportar ser comparado con la mayor figura del mundo del folk.
Y tanto le marcó que se perdió buscándose a sí mismo.
Hoy, en #LaHistorietaMusical, Donovan.
Donovan Leitch nació en Glasgow en 1946 de antepasados irlandeses: no es extraño que desde niño se sintiera atraída por el folk y los sonidos celtas.
Y es que la música folk, al igual que el blues, había hecho un largo viaje de ida y vuelta.
Solo que en sentido contrario.
Del viaje del blues ya hablamos esta temporada a propósito de Cream.
Precedido por el éxito del skiffle, el blues arraigó en UK. Y a partir de los 60, tras lo que se conoció como "invasión británica", los ingleses se lo devolvieron a EEUU hecho beat, blues-rock y hard-rock.
Fue una de las grandes damas del jazz de la época clásica, en una carrera que abarcó décadas de éxitos y reconocimientos.
Y su voz era tan perfecta que la llamaron "la divina".
Hoy, en #LaHistorietaMusical, nos vestimos de gala para hablar de la increíble Sarah Vaughan.
Es curioso pero Sarah Vaughan no es tan conocida (o reconocida) hoy día más allá de los entendidos del jazz que otras figuras con una vida más polémica como Nina Simone o desgraciada como la pobre Billie Holiday.
Y motivos artísticos para ser más valorada no le faltaban.
Y esto nos lleva a una reflexión que quizás es necesario hacerse de vez en cuando.
Nos gusta el morbo.
Nos gustan las historias dramáticas, los momentos difíciles, los tragos amargos y los finales trágicos.
Este último hilo de Cream me ha hecho darle vueltas a unos conceptos que he tocado de refilón en muchos hilos, como el de Janis o Jefferson Airplane, y que están relacionados con como entendemos la evolución musical.
Voy a intentar explicarlo en esta #MetaHistorietaMusical.
En el estudio de la historia de la música, como en la historia de cualquier arte y en general como en la historia misma, es un recurso fácil (y útil) marcar hitos usando fechas.
En tal año nació el rock, este es el primer disco heavy, este concierto marcó el fin de la era hippy.
Es útil y sencillo. Sirve para diferenciar épocas, estilos o tendencias.
Pero como bien explicó @PGonz8 hace poco, refiriéndose a la historia en general, no deja de ser una simplificación.
Solo hicieron falta tres músicos y cuatro discos para poner patas arriba el blues y el rock y crear un sonido que sigue siendo inspiración para muchos incluso hoy en día.
Y eso que solo se aguantaron apenas dos años.
Hoy, en #LaHistorietaMusical, el primer supergrupo: Cream.
Esta historia de hoy la vamos a empezar hablando de listas.
Y es que a los rockeros siempre nos han gustado las listas.
Ya sabéis: que si los cinco mejores discos del año tal, los mejores baterías ordenados según, yo que sé, el número de timbales...
Y no, no es algo de ahora.
En 1966, en Inglaterra, hubo tres músicos que salieron en unas famosas listas como los mejores en su respectivo instrumento.
En la guitarra el número uno lo tenía un tal Eric Clapton, en la batería un tal Ginger Baker, y el mejor bajista se llamaba Jack Bruce.