“La aurora se presentó en forma de gigantesco abanico, abierto hacia el cielo y de rayos ligeramente convergentes sobre el Polo magnético de la Tierra. El intenso fulgor rosáceo, atravesado por multitudes de bandas de luz más blancas y brillantes,
Patria, 26 de enero de 1938.
cual si procediesen de potentes reflectores enfocados hacia el cénit, se elevaba hasta unos 30 grados sobre el horizonte, con una anchura asimilar, casi doble a las dos bandas; cambiaba con frecuencia de posición, difuminándose unas, mientras se formaban otras a su lado.
Aunque el color predominante fue el rosáceo, hubo también sus matices verdes y blancos”.
Nota del Profesor Rodés,
Director del Observatorio del Ebro, publicada el 27 de enero de 1938 en la La Vanguardia; en referencia a la aurora boreal vista en Cataluña la noche del 25 de enero
El momento en que mejor se pudo contemplar fue entre las 19 y 20 horas, aunque pudo observarse hasta pasada la media noche.
En la misma nota de prensa se relacionaban esta aurora boreal,
Patria, 27 de enero de 1938.
con "un grupo extraordinario de manchas solares cuya superficie superaba la de veinte planetas”.
Aurora boreal del 20 de noviembre de 2003, fotografiada desde Aras de los Olmos (Valencia).
Fotografía: Joan Manuel Bullón.
Algunos testimonios de la época nos hablan de como fue interpretado este hecho. Por ejemplo, José Luis Alcofar Nassaes cuenta en "La aviación legionaria en la Guerra Española":
"El día 25 el bombardeo fue de nuevo muy intenso.
La moral se vio afectada aquel día por una extraña luminosidad que apareció por El Tibidabo sobre la que se hicieron las más extrañas conjeturas y que resultó ser una aurora boreal, un fenómeno muy raro en aquellas latitudes. Un extraño misticismo se apoderó de la ciudad,
hablando de milagros y culminando al día siguiente, cuando comenzó a correr el bulo de que se había llegado a un acuerdo con el Generalísimo para que no se repitieran los bombardeos de Barcelona. El optimismo desapareció el día 30 cuando la ciudad fue bombardeada tres veces".
La aurora, que fue muy visible en buena parte del mundo, hizo que muchos cristianos creyeran que se estaba cumpliendo una de las profecías de Fátima:
"Cuando veáis la noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la gran señal dada por Dios
Ideal, 26 de enero de 1938.
y que el mundo está a punto de ser castigado con el hambre y con la guerra por sus crímenes y por las persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre".
Lucía, una de las pastoras de Fátima, era entonces monja en Tuy (Pontevedra), y escribiría en su diario a este respecto:
"Dirán que es una extraña aurora boreal, pero se equivocan… yo sabía que era la señal que la Virgen me había anunciado el 13 de junio de 1929 si no había conversión y no se efectuaba la consagración pedida de Rusia (…)
Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la señal de que Dios va a castigar al mundo por sus pecados mediante la guerra, el hambre y persecuciones a la Iglesia… El Papa tendrá mucho que sufrir".
La gente salió a las calles e incluso a los campos, las iglesias se llenaron y había gente que afirmaba que aquello era la sangre de los muertos derramada.
El escritor y astrónomo Miguel Ángel Pérez Oca escribió esto sobre el espectáculo que vio su padre en 1938:
"En el atardecer del día 25, vio un enorme destello rojizo en el Norte, tan fuerte que iluminó el cielo como si de un gigantesco incendio se tratara. Algunos soldados creyeron que las grandes ciudades (Zaragoza-Barcelona) ardían pasto de los enfrentamientos bélicos y las bombas;
otros pensaron que se trataba de un designio divino que profetizaba el fin de la contienda; sólo unos pocos, los más instruidos, fueron capaces de decirle que, realmente, estaba asistiendo a un espectáculo único en nuestras latitudes: una Aurora Boreal".
Lo cierto es que en Europa los acontecimientos se precipitaron: Hitler anexionó Austria con su famoso Anschluss en marzo de ese año, y le seguirían los Sudetes. En España la Guerra seguía adelante en uno de sus momentos álgidos: la Batalla de Teruel.
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
El 25 de diciembre de 1977, a los 88 años, murió Charlie Chaplin en Corsier-sur-Vevey (Suiza) siendo enterrado en el cementerio de la localidad. La verdad es que nunca le gustó la Navidad.
El 1 de marzo de 1978 alguien robó el cadáver, ya que su tumba amaneció profanada y sin el ataúd. Poco después los profanadores se pusieron en contacto con Oona Chaplin, cuarta y última esposa de Charlot, para pedirle 600.000 dólares por el cadáver.
Oona se negó. Y volvió a negarse cuando los secuestradores rebajaron el rescate a 600.000 francos suizos, pocos días después. Y se negaría de nuevo cuando volvió a ser rebajado a 500.000 francos.
Su nombre oficial es Calle del Arco del Triunfo, y es uno de los 10 accesos de la Plaza Mayor de Madrid. Concretamente el que lo comunica con la Calle Mayor a la altura del número 33. Es quizá el menos transitado de todos ellos.
¿De dónde viene su nombre?
Del incendio que se produjo en la Plaza Mayor en 1672. Según parece el callejón actuó como chimenea, y lenguas de fuego se abrieron paso hacia la calle Mayor a través del callejón, como si fueran las puertas del mismísimo infierno.
Algo de maldad debió quedar impregnada en dicho callejón, ya que en el número 2 de esta calleja vivió Martín Merino y Gómez, conocido como "el apóstata", que intentaría apuñalar a Isabel II,cuando iba de camino a la Basílica de Atocha. Sería ejecutado a garrote vil en 1852.
El 3 de junio de 1904 el encargado de la almadraba de la Playa Santa María mandó a las 11 de la mañana a alguno de sus empleados que enterraran algunos despojos de atún en la playa de la Victoria.
Y para allí se fueron a cavar una zanja, cuando de repente, uno de ellos conocido como "Malos Pelos", encontró algunas monedas de plata enterradas. Pronto se corrió la voz del hallazgo, y aquella playa se llenó de gente con sus palas para cavar y encontrar sus duros de plata.
Dicen que "aquel primer día hubo quien encontró hasta doscientos "duros" y los de menos suerte sacaron sus buenos quince o veinte".
Al día siguiente centenares de personas acudieron a cavar, especulando por donde debían estar los dineros. Familias enteras cavaban por turnos.
Al artista Jago se le encargó en 2009 un retrato de Benedicto XVI (Habemus Papam). Contrariamente al estilo que le caracteriza, muy realista y lleno de detalles, el artista realizó un retrato muy esquemático y con los ojos vacíos.
Tras la renuncia papal Jago volvió a retomar la obra. La despojó de la ropa y de la cruz, dejándole completamente desnudo y con el anillo papal como único símbolo de su autoridad. Le añadió muchos detalles y le puso ojos.
Jago afirmó entonces que la inspiración para el primer retrato fue la representación de Adolfo Wildt de Pío XI.
Sobre la transformación de la escultura original en "Habemus Hominem" indicó que buscaba expresar que "el representante de Dios ha vuelto a ser un hombre común".
"Los nombres de los testigos no se deben publicar, ni comunicarse al acusado, siempre que resulte algún riesgo a los acusadores, y casi siempre hay este riesgo,
porque si no es temible el acusado por sus riquezas, su nobleza o su parentela lo es por su propia perversidad o la de sus cómplices, gente las más veces arrojada, que nada tiene que perder, y se venga cuando puede de los testigos,
como me lo ha acreditado varias veces la experiencia. (...) A veces hay menos que temer cuando el reo o sus amigos son sujetos nobles o ricos; por ejemplo un comerciante acreditado no se aventura de ligero a vengarse.