Los hermanos Coen juran y perjuran que los sucesos son reales.
Por supuesto, era mentira.
Era un juego, un farol metacinematográfico...
¿O no?
Los Coen son los que mejor juegan con la realidad y por eso están hoy en #CorraAverlo.
¿Qué es una película realista?
No tengo una definición para ello, pero estoy seguro de que soy la única persona en todo Twitter que elegiría a los Hermanos Coen como los directores más realistas de todo Hollywood.
Venga, Jorge... te estás tirando el pisto.
¿Cómo van a ser los más realistas unos tíos que hay hecho esto?
Voy a tratar de explicarme, pero será un camino largo, sinuoso y estoy seguro de que no colmaré vuestras expectativas.
Vamos, como una película de los Coen.
Porque quizás, esa sea el gran tema de sus películas: las expectativas.
Las de los personajes, pero sobre todo las nuestras.
Los Coen son especialistas en crear un camino, en coger una carretera de la que creemos conocer su destino...
Y reventar nuestras expectativas.
Esta escena final de No country for all men me encanta.
Mientras todos estamos expectantes de si Javier Bardem va a bajarse e ir a por esos niños, de pronto aparece de la nada un coche y fin.
Como dicen los Coen:
"En las películas las cosas pasan por una lógica... en las nuestras, no."
Estamos acostumbrados que si una película muestra un camino, es porque el personaje va a cogerlo.
En las películas de los Coen, los cogen... a veces.
Otras veces pasan.
Otras veces los cogen y ni siquiera un camino.
Porque así es la vida.
Una serie de sucesos inconexos uno tras otro.
Pero, claro. Esto dicho así suena muy interesante.
Pero detrás de esta teoría se han perpetrado algunas de las películas más coñazo de la historia.
Sin embargo, los Coen tienen un secreto...
Nos rompen las expectativas, pero nunca defraudan.
Después del punto A y el B, no van a C.
Ni siquiera a D.
Los Coen se inventan una nueva letra.
Una nueva letra que está muy alejada de lo que esperamos, pero que es tremendamente original o divertida o estética.
Porque para ellos, lo más interesante cómo llegar, sino a dónde llegan.
Los Coen no escriben con una estructura pensada. Siempre comienzan con una escena que les fascina y luego siguen sin saber a dónde van.
Por eso, muchas de sus películas son viajes.
Ellos se montan con los personajes y realizan el viaje con ellos.
Y que les lleve a donde les tenga que llevar.
Vale, todo esto sigue sonando bastante intelectualoide y aburrido.
Y podría serlo, pero los Coen se guardan otro truco.
Si no te convencemos por lo original, pues entonces...
Te convencemos por lo formal.
Los Coen, en realidad, no son directores de cine.
Son hipnotizadores.
Tienen la capacidad de atraparte con sus imágenes.
Y no solo nos atrapan a nosotros.
También son capaces de atrapar un ambiente, un momento de la historia, una época.
¿Se puede describir mejor el L.A de los 90 que en esta bolera?
(va sin los Gipsy Kings para que no me tumben la cuenta)
Los lugares son un personaje más en las películas de los Coen.
Texas, Minnesota o Arizona quedan para siempre impresos en nuestra mente por cómo lo muestran ellos.
Y para mí, la mejor película que reúne todo esto que he contado es "Inside Llewys Davis".
Una película llena de expectativas rotas.
Con unas soluciones originalísimas para cada escena.
Con un viaje.
Con una atmósfera que parece que estás en el Gaslight
Y una música maravillosa... que no os puedo mostrar, porque Twitter me cierra la cuenta si pongo un vídeo con canciones (me he quejado en este hilo ya, ¿verdad?)
Todo esto consigue que cuando acabas la peli, hagas lo mismo que hice yo, buscar si existió Llewyn de verdad.
La respuesta es lo mejor de todo: No existió, pero yo creí durante toda la película que sí.
O espera... ¿Sí existió?
De estas y otras cosas hablaré el martes 7 con @adolfovalor en los @cineszoco, después de ver "Inside Llewyn Davis".
Ah, no. Un momento. Se me olvidaba daros las gracias a todos y cada uno de los que habéis comprado mi novela "Las chicas del muro" esta semana.
He sido muy muy muy feliz con todos vuestros mensajes, fotos y reseñas.
Gracias, gracias, gracias.
Y a los que no la tenéis aún, si os gusta lo que hago y queréis apoyarme para que siga con los hilos de los viernes, la mejor manera es comprar mi novela:
Los lápices no suelen ser útiles en la guerra: son frágiles, se rompe la punta, necesitan un sacapuntas cada poco tiempo.
Pero este, el Cumberland 103 de la compañía Derwent, fue uno de los mayores inventos de la Segunda Guerra Mundial.
Porque salvó muchas vidas.
Tira del hilo
Toda esta historia comienza con un sermón.
Un sermón en la iglesia Evangelica Open Brethen en Leeds.
Estamos en 1939 y la situación es tensa. Reino Unido y Francia acaban de declarar la guerra a Hitler, tras la invasión alemana de Polonia.
Todos los ministerios se preparan para la guerra. Uno de los más Valioso es el Ministerio de Abastecimiento, que se encarga de todo el material necesario para el ejército.
Dos de sus empleados se sientan en los bancos de esta iglesia, esperando el sermón dominical del párroco.
Las cajas de carretes Kodak son reconocibles en todo el mundo por su tono amarillo.
Sin embargo, en los 60, esta caja provocó perdidas increíbles en la compañía.
Y también generó uno de los mayores avances del siglo XX en diseño.
Y todo por el color.
🧵 de #MaterialNarrativo
(Antes de empezar os recuerdo que todas estas historias que cuento por aquí (más otras que no cuento en Twitter) podéis encontrarlas en mi pódcast Material Narrativo:
Podría ser un lápiz azul cualquiera, pero no lo es.
Esa mina azul es parte de la historia de Portugal, tanto de la buena como de la mala.
Porque este lápiz escribió la censura del país y también su libertad.
Un hilo de #MaterialNarrativo
(Antes de continuar, os informo de que podéis apoyar mi proyecto Material Narrativo adquiriendo en mi tienda algunos de los objetos sobre los que hablo en el pódcast, como el Olímpico 291: jorgecorrales.es/tienda/
l 11 de abril de 1933, bajo la dictadura de Salazar, se publica una reforma de la Constitución Portuguesa. En ella, se asegura la libertad de pensamiento.
Pero con un matiz:
Leyes especiales regularán el ejercicio de la libertad de pensamiento.