Dos argumentos han estado dando vueltas respecto a al #moratoria (más allá de las justificaciones de cada uno ). 1) Esto implica menores jubilaciones a futuro. 2) Esto elimina incentivos a aportar.
Abro hilo al respecto.
Podríamos sumar el griterio desencajado que acusa a los beneficiarios de la medida como “vivos que se aprovechan”, pero eso no es argumento ni tiene fundamento. @ndvoskin acá, discute similares cosas con otro enfoque.
El comienzo. Considero que el Estado debe comprometerse a garantizar un ingreso digno a los adultos mayores (no, hoy no es ingreso digno). La única discusión es cómo lo financiamos.
Sobre esa base discuto lo que sigue.
Vamos a los argumentos. 1) "menores jubilaciones" no me convence por varios motivos. Desde los años 1960s que el sistema es deficitario (se pagan más jubilaciones que aportes recibidos). El déficit “contributivo” se cubre con otros impuestos.
Así que si se aumenta la cantidad de beneficiarios hay que aumentar los recursos tributarios para cubrirlo. Hace décadas que no son los aportes únicamente lo que se distribuye. Si consideras que el Estado tiene un compromiso, lo que hay que hacer es ver cómo se financia.
A su vez, las personas que pueden ingresar en la moratoria son personas con aportes en el pasado pero que no logran cumplir los años requeridos.
Entonces estas personas en realidad si financiaron en algún momento a otros jubilados y ahora si no logran jubilarse el sistema no les “devuelve” sus aportes. @SolMinoldo desarrolló esto:
Finalmente, la solución “PUAM” es esencialmente la misma. Se pagan jubilaciones con impuestos, solo que como se los acusa de ser “vivos” -vuelvo sobre esto más abajo- te doy pero un 20% menos que la jubilación mínima (que ya es una vergüenza). ¿Qué diferencia tiene?
Discutamos 2) “se rompen los incentivos”. Falso. Por un lado, no es una decisión si aportas o no. Es obligatorio justamente para que socialmente no termines con este problema que enfrentas hoy (adultos mayores sin ingreso) en base a malas decisiones individuales
Pero aún más falso porque el incentivo no es a “aportar o no” sino a estar registrado o no. Y acá es claro que el incentivo existe, es muy evidente y esta moratoria no lo afecta.
No sólo tenes derechos laborales (vacaciones, días por enfermedad, indemnización, etc.) sino que el salario de bolsillo una vez descontadas los aportes a jubilación y salud -entre otros- es MAYOR al ingreso de alguien no registrado.
Esto se puede ver con estimaciones conocidas como “penalidad salarial por la informalidad”. Al trabajar informal o no registrado -luego de corregir por otros factores- se cobra entre 20% y 30% MENOS DE BOLSILLO. Y sobre ese menor sueldo debe hacerse cargo de jubilación y salud.
Aquí algunas estimaciones que tengo a mano (son de sector formal-informal pero alcanzan para ilustrar). El primero sale de @santiago_poy et al (2020). La estructura ocupacional urbana argentina en Trabajo y Sociedad, 36(22). Y el segundo de la tesis de @agustinarakaki.
En la literatura aparecen algunas teorías que respaldan la idea de una “informalidad voluntaria” (De Soto, Maloney) pero en el mejor de los casos es una situación numéricamente marginal de los sectores de mayores niveles de educación e ingresos (Fields lo denomina “upper tier”).
Para el resto, y particularmente en América Latina, la precariedad no es una elección. Bajo esas condiciones podría estar, como mucho el 5% de los ocupados.
Entonces, no parecen buenos argumentos para oponerse a la #moratoria.
Pero evidentemente hay otro problema, el nivel pésimo de las jubilaciones. Con o sin moratoria hay que destinar más recursos al sistema.
Si es a costa de otros gastos o nuevos ingresos es un debate separado pero siempre hay que explicitar la fuente de financiamiento.
Aquí juegan varias variables para definir cuánto se gasta y cuánto ingresó contributivamente. El % de ocupados no registrados que no aportan, el nivel del ingreso de los ocupados y jubilados, el proceso envejecimiento, la edad de jubilación.
El empleo no registrado tiene una magnitud relevante en ARG desde que se tienen datos. Para reducirlo se necesita crecimiento económico sostenido, sindicatos representativos y fuertes (
El nivel de ingreso de los ocupados está en valores muy bajos, luego de su caída en 2017-2019, y que este gobierno no logró recuperar y ya está nuevamente perdiendo contra desde 2022.
Para cerrar. Si, se necesita una reforma integral del sistema de jubilaciones. Pero si ese debate comienza con “los precarios se aprovechan”, “la culpa es de las regulaciones” es muy difícil. Parece que el llamado a reforma es una excusa para demorar dar una respuesta.
Algunas ideas sueltas para eso.
El sistema jubilatorio no debe reproducir la desigualdad del mercado laboral, sino que debe anclarse en asegurar condiciones de vida dignas para los adultos mayores.
Quizá un sistema jubilatorio financiado íntegramente por impuestos progresivos -ingresos, bienes personales y herencia- es mejor que lo actual -que además actualmente son indirectos-. La financiación de la salud podría seguir este camino también. Consultar por @martinkalos
Ambas cosas lo harían más “justo” y además abaratarían la contratación registrada al quitar los aportes y contribuciones. Pero gran parte de ustedes están contra aumentar impuestos progresivos así que está difícil.
Los regímenes especiales, la edad jubilatoria -en el marco del envejecimiento y la mejora de la calidad de vida-, la diferencia de edad entre varones y mujeres (65-60), si la jubilación se paga por igual a cualquier edad de jubilación o se incentiva permanecer o no en actividad.
Hay mucho y muy complejo, pero partiendo del compromiso de asegurar ingresos a los adultos mayores es más fácil repensar el esquema actual y no simplemente buscar dónde reducir el gasto público.
Empecemos por lo que sabemos todos: la situación económica está al límite. La suba de los dólares paralelos -y la brecha- no parecen tener techo y la inflación que ya era muy alta se aceleró.
🧵Hilo un poco largo...
Además el Estado no parece tener capacidad de financiarse. No tienen acceso a deuda en dólares (más allá de si es bueno o no), no tiene suficiente financiamiento en pesos a tasas razonables, y la emisión no puede cubrir semejante brecha sin agravar los problemas de arriba.
Estos son los dos problemas de la macroeconomía hoy. Por supuesto que hay otros problemas gravísimos como el nivel de los salarios, la pobreza, etc. etc. No estoy minimizando, pero si no se resuelven los dos primeros todo va a empeorar.