No tiene desperdicio, mirad el video y vamos a comentarlo. 🧵
El lugar donde se ubica la acción es un Museo y como en todas las obras de Arte la luz tiene su importancia.
Como si de un cuadro de Velázquez se tratase, el aire está pintado.
Vemos a un joven estudiante, probablemente de Bellas Artes, sentado en un banco haciendo referencia al Pensador de Rodin.
Que lo tiene justo detrás.
De tanto pensar porque se ha quedado sin inspiración se va durmiendo y es cuando aparece la magia, 'Real Magic', y los cuadros cobran vida para despertarle.
Y qué mejor que una Coca-Cola de Andy Warhol, 'Large Coca-Cola'.
Pero, ¿de quién es ese brazo?
De Aket, un artista callejero de Marcq-en-Baroeul que ha sido elegido por la marca americana para pintar el lienzo que animará su campaña publicitaria.
Coge la Coca-Cola y se la pasa al 'Naufragio', de Turner.
¿Y la chica que pasa por delante del 'Naufragio'?
Bien podría ser 'Muchacha leyendo una carta', de Vermeer traída a nuestra época.
Del cuadro de Turner y con una perspectiva increíble vuelve a lanzarse la Coca-Cola y esta vez a la pared de enfrente.
Lo recoge esta joven del cuadro de Vikram Kushwah, 'Emily Falling in Library'.
Que la deja caer
Y la recoge 'The bow dryer', de Fátima Ramadán.
Para pasársela a 'El Grito', de Munch.
Que la lanza rápidamente y la coge el cuadro de al lado.
'You Can’t Curse Me', de Wonder Buhle (África).
Que como si de Spiderman se tratase, cae al vacío.
Para aterrizar en la cama de 'El dormitorio en Arlés', de Van Gogh.
Sale la Coca-Cola lanzada a toda velocidad y ahí está 'El Pensador' que hace un paradón y nos acerca el refresco a nosotros.
Y como si fuese un jugador de baloncesto la mete en 'Natural Encounters', de Stefania Tejada.
Sale la joven del cuadro como si de uno de Chagall se tratase.
Y deja la Coca-Cola en 'Drum Bridge and Setting Sun' de Utagawa Hiroshige.
Porque no hay nada más refrescante que una Coca-Cola helada.
'La Joven de la perla' cogerá la Coca-Cola bien fría.
Y la abrirá, pero no es para ella.
Sino para el joven que necesita la inspiración.
Él se la bebe y como si de una Musa se tratase le inspira.
Y comienza a dibujar a carboncillo en su cuaderno.
Con el visto bueno de su profesora.
Fijaos en el Pensador que tenía detrás, ya no necesita pensar.
Porque el Arte también refresca la mente.
Espero que os haya gustado.
*Cuando digo el Pensador es por la referencia a esa escultura, por el gesto que tienen en un plano los dos que es la misma. El Pensador de Rodin no tiene barba, de hecho después ya no mantiene el gesto. No me expresé bien y no es la escultura de Rodin. :)
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
Me llamo Asterión, poca gente conoce mi nombre aunque todo el mundo ha escuchado hablar de mí.
Monstruo me llaman, y ¿qué culpa tengo yo de ser víctima de un castigo?
Me conoces, soy el Minotauro y hoy te voy a contar mi historia.
En la época en la que Asterio era rey de Creta, Zeus raptó a Europa en Fenicia y se la llevó a Creta montada en un toro manso blanco que era el mismísimo Zeus y uniéndose a ella engendró tres hijos: Minos, Radamantis y Sarpedón.
🎨 Gustave Moreau.
El rey Asterio se casó con Europa y adoptó a los tres hijos de Zeus.
Al morir Asterio sin descendencia, Minos pretendió reinar en Creta, pero los otros hermanos no estaban de acuerdo.
Convenció a sus hermanos de que había recibido el trono de los dioses y que se lo demostraría.
Mi nombre es Fedra, a lo mejor nunca has escuchado hablar de mí, pero seguro que sí de mi familia.
Soy la hija del rey Minos y Pasífae; mi madre lo es también del Minotauro y de Ariadna, la que ayudó a Teseo a terminar con la vida de nuestro hermano y luego la abandonó en Naxos.
No tuve ningún remordimiento en casarme con Teseo a pesar de haber abandonado a mi hermana, aunque también es verdad que al final salió ganando, y matar a mi hermanastro, el Minotauro.
En mi defensa diré que todo fue culpa de Afrodita, maldita sea esa terrible diosa.
Avergonzada por mi comportamiento, os voy a contar mi historia, pero antes os tengo que poner en situación para que me entendáis mejor.
"Yo no soy inferior a Atenea en el arte de tejer la lana".
Y probablemente no lo era, pero contra los dioses no se puede competir.
Mi nombre es Aracne y hoy os voy a contar mi historia.
Llegó a oídos de la diosa que todo el mundo se deleitaba con la belleza de mi arte y que hasta las ninfas de Tracia abandonaban sus aguas para verme utilizar el huso con gran destreza.
"Aracne, eres digna alumna de Palas", decían.
Yo lo negaba, no era alumna de nadie; era única y osé pronunciar:
"¡Que compita conmigo! A nada me negaré si vence".
Mi nombre es Eurídice, soy una dríade, una ninfa encargada de la protección de los árboles.
Me casé con mi amado Orfeo y los auspicios de Himeneo, dios que preside el cortejo nupcial, se cumplieron.
Hoy vengo a contaros mi historia y la catábasis de mi querido Orfeo.
Rodin.
A los pocos días de la boda iba paseando por un prado acompañada de mis amigas las náyades cuando una serpiente me mordió en el talón y encontré la muerte.
🎨 La muerte de Eurídice, Erasmus Quellinus.
Orfeo, roto de dolor, se atrevió a descender hasta el Estigio a través de la puerta del Ténaro, un promotorio en Laconia donde había una de las entradas al Infierno.
Hoy vamos a visitar el Museo de Orsay de París.
Ubicado en una antigua estación de tren, alberga una maravillosa colección de obras de arte de los siglos XIX y principios del XX.
Vamos a entrar.
Se trata de un museo fácil de ver, no es tan grande como el Louvre que está muy cerca.
Al entrar hay una nave central iluminada con luz natural que emana de la bóveda de cristal con esculturas de la segunda mitad del siglo XIX y pequeñas salas a ambos lados.