DINOSAURIOS BURGALESES DE RÉCORD
Aunque parezca increíble el segundo yacimiento con más huellas de dinosaurios del mundo está en Burgos y en concreto en #RegumieldelaSierra. En El Frontal II se han localizado 5.000 icnitas de distintas especies de estos desaparecidos animales.
Entre los rastros localizados destaca el dejado por varios dinosaurios ornitópodos muy pesados y que caminaban a cuatro patas. Debido a esto último han dejado unas huellas muy profundas y las marcas de la larga cola con la que conseguían equilibrar su lenta marcha.
En cambio, este otro rastro pertenece a un saurópodo de marcha lenta que caminaba a dos patas. Sus icnitas (resaltadas en negro) pertenecen a una especie de dinosaurios ornitópodos y herbívoros que también han dejado los largos surcos (en blanco) marcados por sus colas.
En la misma plataforma de roca arenisca se localiza el rastro de un dinosaurio terópodo de pequeño tamaño con hábitos carnívoros o carroñeros. De caminar bípedo, sus huellas son estrechas, alargadas, con dedos esbeltos de extremos afilados y la marca de las garras.
Y por si todo esto fuera poco, en El Frontal II se han localizado algunas de las huellas más pequeñas del planeta. De apenas 5 cm, los investigadores todavía no saben si pertenecen a un dinosaurio carnívoro del tamaño de un gato o a las crías de alguna otra especie.
ABSIDE DE QUINTANARRUZ
De la iglesia románica de Santa Leocadia, de finales del siglo XII, destaca el ábside semicircular, en cuya construcción se utilizaron buenos sillares de arenisca dorada, mientras que el resto del templo fue ejecutado en una más tosca piedra procedente de los páramos
El templo consta de una única nave de cuatro tramos, rematada en su cabecera con un ábside semicircular dividido en tres lienzos mediante elevadas pilastras rematadas por cortas semicolumnas. Son bien visibles los rasgos arquitectónicos propios de la escuela de La Bureba. También muestra influencias decorativas provenientes del influyente foco de San Pedro de Tejada.
Levantado sobre un escueto basamento se ornamenta con alargadas ventanas de arcos ciegos de medio punto dispuestas en el centro de cada paño. Desparecida la del lienzo central, que seguramente iluminaba el interior de la cabecera, las dos laterales adornan sus tímpanos con rosetas caladas.
EL CURPILLOS
Desde 1331, el viernes siguiente al Corpus Christi se celebra en el barrio burgalés de las Huelgas el Curpillos o Corpus Chico, la fiesta burgalesa más genuina por ser la más antigua de la ciudad y por conjugar la doble dimensión de lo sagrado y lo profano.
El origen medieval de la celebración se remonta a la victoria del rey castellano #AlfonsoVIII sobre las tropas musulmanas en la batalla de las #NavasdeTolosa en 1212, por lo que su celebración está unida de manera inexorable al Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas.
Es alrededor de este monasterio donde tienen lugar todos los actos matutinos como la procesión, en la que se porta una réplica del Pendón de las Navas de Tolosa, un desfile militar y diferentes actos folklóricos.
DOLMEN LA COTORRITA
En el austero paisaje de los páramos que presiden las zonas altas de las comarcas de #Sedano, #LaLora y #LosAltos se localiza uno de los mayores conjuntos dolménicos de Europa. El más septentrional de todos ellos es el de La Cotorrita, en Porquera de Butrón #Merindades
Su esquema arquitectónico y funcional responde a la variante conocida como sepulcro de corredor. Fechado hace unos 5.500 años, consta de una cámara circular de unos 2,5 m de diámetro formada por 8 grandes ortostatos y un largo pasillo de acceso
Esta estructura interna estaba protegida por un túmulo de notables dimensiones: 3 m de altura y 21 de diámetro. En el pasillo interior del dolmen de #PorqueraDeButrón se localizaron una gran cantidad de huesos dispersos, pertenecientes a unos 15 individuos
CASTILLO DE LOS VELASCO
En las afueras de Espinosa de los Monteros se levanta el castillo de los Condestables de Castilla. Está rodeado por un frondoso bosquecillo y presenta una imponente silueta alargada. Siglos de abandono han conseguido arruinar el interior de la fortaleza
El castillo está formado por un alargado cuerpo rectangular. Al piso noble se accede a través de un patín protegido con almenas y saeteras. Encima de la escalera se descubren dos pequeñas ventanas sobre las que campean los blasones de la poderosa familia feudal de los Velasco
Un rasgo llamativo del castillo es la desafiante balconada o cadalso de madera con el que se reforzaba la defensa de la fortaleza cuando ésta era asediada. Todavía son visibles las filas de los orificios en donde se anclaban las vigas de madera que formaban la galería
FENÓMENO ASTRONÓMICO EN LA CARTUJA
Como cada solsticio de invierno, un rayo de sol penetra por el gran óculo que preside la fachada de la iglesia de la Cartuja de Miraflores de #Burgos y durante unos breves instantes se detiene en la rueda central que preside el retablo.
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En torno al 21 de diciembre, poco antes de la puesta de sol —entre las 16,45 y las 17,15— el rayo recorre en diagonal de izda a dcha toda la superficie del retablo esculpido por Gil de Siloe.
Es evidente la clara intencionalidad teología de este llamativo fenómeno astronómico...
...encabezada por fray Hernando de Talavera, confesor de la reina #IsabellaCatólica —impulsora y mecenas de la Cartuja—, hasta Gil de Siloe, artífice del retablo, pasando por Simón de Colonia, ejecutor de la fachada en la que se abre el óculo por el que penetra el rayo de sol
LA MONTAÑA MÁGICA DE LOS PASIEGOS
En el extremo septentrional de la provincia de #Burgos y en una de las zonas más aisladas de la Cordillera Cantábrica, se alza una bella, mágica y llamativa montaña: el Castro Valnera. A sus pies vive todavía el misterioso pueblo de los Pasiegos.
Castro Valnera es, con sus 1.718 m de altura, la cumbre más elevada del sector oriental de la Cordillera Cantábrica. Sus vertientes cántabra y burgalesa se abren a unos profundos desniveles que llegan a formar uno de los paisajes más bellos y espectaculares del norte de España
Los valles presididos por el Valnera son un libro abierto para el estudio del glaciarismo cuaternario. Todavía es visible la erosión producida por el río de hielo que, con sus más de 11 km de longitud, descendía lentamente por los actuales valles del Trueba y sus afluentes.