LA MUERTE DE SAN JOSÉ
Relato de la Beata Ana Catalina Emmerick.
Beata Ana Catalina Emmerick. –
Capítulo XCVI, Libro II
Cuando Jesús se acercaba a los treinta años, José se iba debilitando cada vez más, y vi a Jesús y a María muchas veces con él. María sentábase a menudo en el suelo, delante de su lecho, o en una tarima redonda baja, de tres pies,
de la cual se servía en algunas ocasiones como de mesa. Los vi comer pocas veces: cuando traían una refección a José a su lecho era ésta de tres rebanadas blancas como de dos dedos de largo, cuadradas, puestas en un plato o bien pequeñas frutas en una taza.
– Quítales los "teléfonos inteligentes" y proporcióneles libros gruesos, y los hará a ellos inteligentes.
– No dejes que se acerquen a TikTok y otras redes sociales, llévalos a bibliotecas públicas y museos de arte, y realmente enriquecerás su vida social.
Lo sé, lo sé: es mucho más fácil darles un dispositivo electrónico, y dejar que se pierdan en él, la "niñera más eficaz", pero, viene con un alto costo: la riqueza moral, intelectual y espiritual de tu hijo. ¡No!
No digo que no deban usar dispositivos electrónicos en absoluto: eso es absurdo. Tales tecnologías pueden ser de gran ayuda en su formación, pero NUNCA sin supervisión, y mucho menos, por tiempo ilimitado.
“Si la Iglesia no saliera de esta universal crisis y ella continúa imperversando, tendrá que volver Jesucristo a arreglarlo. Durante su vida mortal, Él habló con toda seriedad de su Retorno a la tierra, prometiéndolo como prometió su Resurrección, y más todavía.
Eso sí que no lo creen hoy día los «asesinos de Dios». Estos desdichados no se dan cuenta que dicen sin saber una verdad tremenda, porque en efecto, han matado en sí mismos a Dios, renegando de la fe.
En cuanto a la pretensión majadera de que la Ciencia va a matar, si no ha matado, a Dios, hace más de dos siglos un españolete llamado Padre Astete respondió en su Catecismo —que enseñaban aquí a los chicos y yo aprendí de chico— a los soberbios «científicos»
Porque no todo el que se casa entiende el significado de matrimonio, no todo el que se casa está dispuesto a cambiar, no todo el que se casa entiende que su prioridad después de Dios debe ser su cónyuge.
Porque no todo el que se casa tiene la humildad de reconocer que aunque se considere a sí mismo un buen cónyuge, puede mejorar y echar mano a herramientas que fortalecerán su matrimonio.
Porque un matrimonio no prevalece, cuando se convierte en un campo de guerra donde a diario hay insultos, ofensas, toda clase de faltas de respeto, engaños, mentiras y mucho menos si hay traiciones.
Oh san José, cuya protección es tan grande, tan fuerte y tan inmediata ante el trono de Dios, a ti confío todas mis intenciones y deseos.
Ayúdame, san José, con tu poderosa intercesión, a obtener todas las bendiciones espirituales por intercesión de tu Hijo adoptivo, Jesucristo Nuestro Señor, de modo que, al confiarme, aquí en la tierra, a tu poder celestial, Te tribute mi agradecimiento y homenaje.
Oh san José, yo nunca me canso de contemplarte con Jesús adormecido en tus brazos. No me atrevo a acercarme cuando Él descansa junto a tu corazón. Abrázale en mi nombre, besa por mí su delicado rostro y pídele que me devuelva ese beso cuando yo exhale mi último suspiro.
Cuento del Padre Lucas Prado
Un día estaba un joven en su casa y alguien llamó a la puerta. Al abrir se encontró al diablo, quien lo agarro del pelo, lo golpeó y luego se fue.
Se preguntó el muchacho:
— ¿Qué debo hacer si el diablo vuelve a venir?
De pronto, vio pasar a Jesús y pensó:
— Si Él está en mi casa el diablo no entrará.
Entonces lo invitó a pasar, le mostró la casa y le preguntó:
— ¿Puedes venir mañana antes que el diablo pase por aquí?
Al día siguiente el diablo volvió a llamar a la puerta; Jesús ya estaba dentro de la casa… El muchacho muy tranquilo abrió la puerta y el diablo volvió a darle una tremenda paliza.
El muchacho muy molesto le reclamó a Jesús y le dijo:
— ¿Por qué no hiciste nada para defenderme?