No deja de sorprenderme ver a más compañeras traductoras y a profes que se están jugando algo hablando abiertamente del tema del momento que a personas del ámbito creativo sin vinculación que nunca, jamás dicen nada sobre ningún tipo de explotación, pero que luego construyen...
sus bases de seguidores retratando estos asuntos de forma superficial porque eso da «Me gusta». Estoy muy cansada de un tipo de gente muy concreta para la que el activismo no parece ser mucho más que una performance o un modo de posicionar su marca más que un compromiso real.
Lo de no denunciar ciertas prácticas hasta que no te afectan directamente a ti o a tu especialidad también se ve mucho en mi sector y, sin esperar que nadie se pase las 24 horas significándose sobre todo (para empezar porque es imposible estar bien informades de tantas cosas)...
sí que huele un poco lo de encontrar el momento SOLO cuando toca a lo tuyo. A mí no me han llegado, por suerte, ni el 90 % de las malas prácticas que se denuncian, pero igual por eso tiene sentido que no me apetezca ser la siguiente. No se puede luchar solo por lo de una.
Ni yo ni nadie puede exigir directamente a otras personas que se posicionen sobre nada (creo de hecho que no es el enfoque adecuado) y hay que dar margen siempre a la reflexión, pero eso no quita que me sienta muy defraudada a veces con el paso del tiempo. No ahora, por esto...
Son muchos años de ver cómo la gente desaparece cuando lo suyo ya está resuelto. Cómo hay tantas personas que se aúpan a espaldas de otras sin mirar atrás con el más mínimo agradecimiento. Y es normal no poder estar en todo, pero hay actitudes muy concretas que no cambian.
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Ha sido difícil sentarme sobre las manos estas semanas, pero por fin se puede contar: Domestika está inmersa en un ERE en el que planea despedir a un 45 % de su ya mermada plantilla actual. Cuesta creerlo, pero es así y hay bastante que decir al respecto. lavanguardia.com/economia/20230…
El año pasado, las cosas se pusieron feas. Después de una inyección de 105 millones de euros, la empresa empezó a contratar (lo veríais en LinkedIn) de una forma que solo puedo describir como insostenible. Este artículo de @lalalalia lo explica bien: epe.es/es/activos/202…
El problema de todo esto es que empezaron a lanzar mensajes contradictorios: somos un unicornio y somos rentables, todo va bien, pero, de repente, ERE encubierto y la gente desaparece de Slack. Desconectados sin más, sin aviso, sin poder despedirse, sin anuncios oficiales.
Tengo un panorama que empieza a partirme el corazón. Hace unos meses que gestiono un pequeño equipo de traductoras externas y la reacción cuando me piden un día más y se lo doy sin problemas o les explico que no queremos que trabajen durante el fin de semana por nosotros es...
No sé describirla. Una de ellas incluso parece sentir cierto rechazo cuando en algún encargo las aviso de antemano de que la fecha de entrega puede ser flexible si esa semana tienen mucha carga de trabajo. Si te dejan hacerlo bien a ti, es fácil conseguir márgenes amplios.
Teniéndolos, es posible dar fechas de entrega generosas y que además te queden varios días más de sobra para posibles imprevistos, aunque ya estén contemplados en la fecha original. Y así, en épocas de urgencia extrema, la gente arrima el hombro sin pensárselo dos veces.