Año 771 a. C. En la ciudad de Alba Longa, situada en el Latium, no lejos de donde más tarde se situaría la ciudad de Roma, nacieron dos gemelos hijos de un dios y una virgen vestal violada.
El trono de Alba Longa, fundado por Ascanio, a quien también llaman Julo, hijo del troyano Eneas, le había sido usurpado al legítimo rey, Numitor, de manos de su propio hermano, Amulio.
Sin embargo, el vengativo y guerrero dios Marte tenía otros planes. Un día vio a Rea Silvia dormida bajo un sauce junto a un arroyo. Sin pensárselo dos veces y ejerciendo todo su poder, violó a la vestal mientras dormía, dejándola embarazada.
Nueve meses después, Rea Silvia, hija del destronado rey Numitor, dio a luz a dos gemelos a los que llamaría Rómulo y Remo.
Cuando Amulio conoció la noticia, ordenó que los dos niños fueran ahogados en el río. Según se cuenta, las aguas retrocedieron ante tal despropósito.
Finalmente, los gemelos fueron colocados en una cesta en la orilla del sagrado Tíber.
El acogedor río, por aquel entonces conocido como Álbula, hizo que la cesta encallara junto a una higuera salvaje (el ficus ruminalis) junto a los montes de la futura ciudad de Roma.
Allí mismo una loba los recogió y los amamantó. Hay quienes también cuentan que un pájaro picapinos (picus) llevó alimento a los gemelos antes incluso de que llegara la loba. Es por ello que este pájaro estaba consagrado al dios Marte, padre de los bebés.
La loba, llamada Luperca, cuidó de los gemelos en una gruta (lupercal) hasta que Fáustulo, un pastor, los encontró y los llevó consigo.
Él y su mujer, Aca Larentia, los criaron junto a sus doce hijos hasta que fueron adultos. Solo entonces llegaría el tiempo de su venganza.
Cuando Rómulo y Remo hubieron crecido, regresaron a Alba Longa donde asesinaron al usurpador Amulio y restituyeron en el trono a su abuelo Numitor. Este, como recompensa por su gesta, les permitió fundar una nueva ciudad.
Rómulo y Remo regresaron al lugar en el que la loba les había rescatado para fundar allí la nueva urbe.
Remo pensó en el monte Aventino y Rómulo creyó que sería mejor el Palatino. Para decidir quien tendría el honor de ser el fundador (conditor) observaron los auspicios.
Júpiter todopoderoso envió primero a Remo una señal: seis pájaros desde el Aventino. Sin embargo, Rómulo vio después doce volando en perfecta formación desde el Palatino. Los auspicios divinos eran favorables a Rómulo. Él sería el fundador de la nueva ciudad: Roma.
En el día de la festividad de las parilia (21 de abril) Rómulo hizo un surco en la tierra del Lacio con un arado tirado por un buey en la parte exterior y una vaca en la interior, ambos blancos. Siguiendo la tradición, marcó el trazado sagrado de las murallas de Roma.
En el centro del monte, Rómulo creó un altar donde consagró un fuego eterno que alumbraría y daría calor y cobijo a los romanos. Siglos después, este fuego sagrado se custodiaría en el templo de Vesta del Foro romano.
Las murallas de la futura ciudad no eran más que un pequeño foso y un vallum, una defensa creada con tierra apilada y una empalizada de madera. Aun así, ya era un recinto sagrado: el pomerium. Aquel que lo traspasara sin permiso de los dioses, sería castigado.
Remo, el hermano de Rómulo, se burló del pomerium sagrado de Roma, traspasándolo. En su opinión, cualquier enemigo podría sortear aquella pequeña defensa. Rómulo lo condenó a morir, no sin llorar su pérdida.
Algunos dicen que fue Celer, uno de aquellos que ayudaron a Rómulo a fundar la ciudad, el que ejecutó a Remo. Otros creen que fue el mismísmo Rómulo el que lo hizo para expiar la culpa de su hermano ante los dioses.
Tras la muerte de Remo, Rómulo juró que la muerte sería el destino de cualquier enemigo que tratase de sobrepasar sobre los muros de Roma. Ese punto, cercano al lugar en el que siglos más tarde se construiría un arco dedicado al emperador Tito, quedó marcado como sagrado.
Aunque esta es la historia que todos conocemos, antiguamente había quienes defendían que Remo no había muerto, sino que se marchó y fundó otra ciudad más allá de Roma. Se decía incluso que Remo llegó a vivir más años incluso que su hermano Rómulo.
Así cuenta la leyenda que comenzó el reinado de Rómulo y con él la historia de la ciudad eterna de Roma, herencia y pasado común de todos nosotros.
Hasta aquí el primero hilo de hoy sobre la leyenda de la fundación de Roma. Esta tarde seguiré hablando de lo que hay de mito y de realidad en ella.
Y, si quieres hacerme un regalo por este fastuoso aniversario, puedes hacer RT en el primer tuit del hilo.
Bene valē!
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Hoy se celebraba la primera fiesta en honor de Juno Moneta (la que advierte).
¿Sabías que de ahí viene la palabra "moneda"? Te cuento su origen en este hilo.
Los restos del templo de Juno Moneta se encuentran hoy en día bajo la iglesia de Santa María in Ara Coeli, construida con una gran cantidad de materiales de época romana reutilizados.
El templo de Juno Moneta se edificó para mostrar la gratitud de Roma hacia Juno por haberles advertido de la invasión gala del 390 a. C. gracias a los sus gansos, consagrados a ella, despertaron a los romanos mientras los galos entraban en el Capitolio.
Hoy en el año 121 nació en Roma el futuro emperador Marco Aurelio, adoptado por Antonino Pío junto con Lucio Vero por mandato de Adriano. Fue uno de los emperadores de la dinastía Ulpio Aelia.
Marco Aurelio fue un gran gobernante y militar que defendió las fronteras del Imperio entre los años 161 y 180.
En sus últimos años Marco Aurelio escribió en griego sus “Meditaciones”. Está considerado como un importante exponente de la filosofía estoica.
La leyenda de la fundación de Roma el 21 de abril del año 753 a. C. es estupenda pero… ¿Qué hay de cierto en ella?
Ha llegado la hora de centrar nuestra atención en los verdaderos fundadores de Roma más allá del mito. Sígueme en este nuevo #HiloRomano para conocerlos.
Son muchos los autores que contaron la leyenda de la fundación de Roma: Tito Livio, Ovidio, Plutarco, Dion Casio, Dioniso de Halicarnaso… Sin embargo, las referencias más antiguas que conocemos de la leyenda datan del siglo III a. C.
Las versiones de la leyenda varían en los detalles e incluso en las fechas. Fueron Varrón y Ático quienes fijaron el año 753 a. C. como la fecha canónica de la fundación de Roma. 751, 748, 750 a. C. fueron algunas de las fechas que barajaron con anterioridad.
Felix Dies Natalis Urbis! El 21 de abril del año 753 a. C., según la tradición, el rey Romulo fundó la ciudad de Roma.
Seguro que has leído más veces esta historia, pero quizá no conoces todos los detalles... sígueme para descubrirlos.
Feliz año 2777 Ab Urbe Condita
#HiloRomano
Año 771 a. C. En la ciudad de Alba Longa, situada en el Latium, no lejos de donde más tarde se situaría la ciudad de Roma, nacieron dos gemelos hijos de un dios y una virgen vestal violada.
El trono de Alba Longa, fundado por Ascanio, a quien también llaman Julo, hijo del troyano Eneas, le había sido usurpado al legítimo rey, Numitor, de manos de su propio hermano, Amulio.
¿Aprovechamos este #SabadoSanto para hablar sobre los orígenes del cristianismo? ¡Dentro hilo!
El pequeño grupo inicial de seguidores de Jesús, que eran judíos mesianistas, comenzó a difundir poco a poco las historias que habían vivido. Pronto se formaron diversas ramas entre las que estaba la de Pedro, más estricta y ortodoxa o la de Pablo, con tintes helenizantes.
Tras la pugna entre las enseñanzas de Pedro y Pablo, las de este último resultaron “vencedoras”, relegando a Pedro a un segundo lugar -incluso en las escrituras que se escribirían más adelante-. Fue Pablo de Tarso quien comenzó a desarrollar la figura mística de Jesucristo.