Thread by @larotesmeyer

Hablando ayer con @Profe_RamonRG en el tren, comentábamos que en los últimos dos años, muchos compañeros habían dejado de compartir materiales y proyectos, por las críticas, a veces feroces y gratuitas sobre lo que se publicaba.

Sin embargo, unos años más atrás, ese era el símbolo de identidad de este claustro tuitero, compartir y aprender.
Porque lo que yo hago, tal vez me venga bien a otra persona, y si a alguien no le gusta, con pasar de largo tiene suficiente.
Pero no.
No pasan de largo.

Les gusta pararse, contestar, retuitear, “pantallacear” y tirar a los leones a los que no trabajan y opinan como ellos.
Y eso hizo que muchos compañeros, hayan dejado de publicar, limitándose a una sombra autoimpuesta para no sufrir.

Ya lo decía también @rafadavilo durante la comida, los comentarios negativos hacen mucho daño, y aunque recibas muchísimos buenos, se te quedan clavados los que te han dolido o derrumbado.
De eso saben bien también @nando y @de_infantil.

Que los sufren por visibilizar su condición sexual o la pertenencia a un pueblo o etnia.
Estamos tan acostumbrados a recibir lo negativo, que olvidamos a veces que lo positivo es una respuesta mucho mayor.
Y con eso deberíamos quedarnos.
Y recuperar esa ilusión por compartir.

En mi clase, cuando un niño insulta a otro, el único “castigo”, es que por cada uno de esos insultos, tiene que buscar 3 palabras bonitas para decirle a su compañero/a.
Y a veces les cuesta un mundo.
Porque nos cuesta decir lo bueno, y también nos cuesta recibirlo.

Y si algo saqué de la #EduJornada de ayer, es que todas esa personas que estaban allí, tenían tanta ilusión por aprender, compartir y dar, que no pueden quedarse en la sombra. A veces por lo que sea, algunos nos convertimos en más “mediáticos”, y si esta cuenta sirve de algo,

que sea por favor, para que os animéis a seguir a esos compañeros/as, a valorar su trabajo, a respetar sus puntos de vista y a formar parte de ese cambio, de esa semilla que yo vi ayer, que es el futuro de la escuela que todos queremos.

Ayer estaban representados todos los niveles, especialidades, de infantil a la universidad, de las aulas específicas a las aulas de justicia de menores, de los profesores más jóvenes a los “jubilosos” que no jubilados.
De los teóricos a los prácticos.
De norte a sur.

Con los mismos deseos y la misma ilusión.
Allá por finales de los 80, cuando mi profesora de francés se lanzó a trabajar sin libros, con un proyecto “gamificado”, rompió estereotipos y fue jefa de estudios, luchó por la educación que creía y nos hizo mejores en todos los aspectos

muchos la criticaron y no creyeron en ella.
Sin embargo nosotros, los que fuimos sus alumnos, no la hemos olvidado.
Así que recordadlo cuando recibáis esos comentarios negativos.
#Nihatersnihatars
Porque no trabajáis para ellos, sino para vuestros alumnos, o lectores,

y eso es lo que importa de verdad.
No dejéis de compartir, que nadie os corte las alas, usadlas para darles un plumazo y a volar.
#EduJornada

Y mi agradecimiento siempre a @imgende, nunca tendré palabras suficientes para agradecerle lo que ha hecho ❤️