Fluminense es un acontecimiento con titulares y reservas. Su fútbol es una mezcla debida, una imperfección andante, aventurero, respetando esos valores culturales, dependiente de sensaciones que otorga únicamente la pelota y dispuesto a fallar para mejorar en cada partido.
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No lo digo porque existe una 'liquidez' similar en su juego que, de hecho, lo intenta. Pero sí por la forma en la que pretende llevarlo a cabo, abrazando esa cuota de imprecisión que necesita para que el motor de cada jugador encienda en el afán. Cultural.
Esa 'magia' que coexiste en cada situación es fundamental para provocar ese placer que refleja cada pase, gambeta, engaño, intención, pausa, amague y movilidad constante a favor del elemento que es más rápido que todos juntos: la pelota. Flu-idez máxima:
Una de las cosas que 'menos' intenta Fluminense es el 'pase largo' para cambiar la orilla de la jugada constantemente. Los jugadores acompañan el movimiento de la pelota porque llevarla a un lado significa inmutar a través de pases que aplacan al oponente. Inclinar es un patrón.
Lo de Ganso es impagable. En él se puede aplicar el mismo ej. del Fluzão: observar con detenimiento, pero a la vez con admiración. Enseñar la pelota, ir hacia adentro, acompañar sus pases. ¡Él rompe 'conceptos' erróneos! ¡Es genio!
El segundo oficial en el campo.
André se ciñe a lo que va sintiendo e interpretando en función de dónde se encuentra la pelota y cuál es el espacio a aprovechar. Cambiar de ritmo, tocar y avanzar, engañar...
Ésta secuencia merece ser apreciada con detenimiento porque es de las más naturales (¡Y ENTRENADAS!) por parte de Fluminense. Engloba todo aquello que podemos y debemos exaltar de forma genuina porque así es su expresión.
Se puede construir un rascacielos:
¡La vista en vertical es todavía mejor!
Atacar por dentro > atacar por fuera.
No urge 'desprenderse' rápidamente de la pelota, ¡URGE RELACIONARSE de forma óptima! Eso requiere valentía, coraje, insolencia para gambetear, tener como principio que no hay nada más riesgoso que no arriesgarse y dejarse llevar por el contagio unánime.
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Minutos antes, Keno había intentado un pase similar al de Ganso. Pero de esto se trata, ¡volver a intentar!
Cano es ese delantero que entiende el movimiento del compañero y cuándo es necesario soltar la pelota para una pared. No siempre es al primer toque.
Con Guga, Pirani, Manoel en su regreso, John Kennedy o Isaac, es necesaria la intervención de todos en eso que faculta la pelota para cada acción. Atraer y liberar, distancias cortas y pases cortos, desmrq.
Lo podemos llevar a una gran cantidad de partidos ante diferentes equipos, contextos, presiones (por ej. América-MG) y los propios matices de la idea madre, pero el estímulo es infinito para comprometerse, seguir fallando, acertando y siempre divertir(se).
Flui-dez, Flu-ir. :)
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Había comentando algo respecto al ritmo que Cristal pretendía desde las salidas y es algo que se ha visto *de nuevo* en los últimos dos partidos. La intención se está quedando en lo estratégico, pero no desde el pase, movimiento, valentía o margen de error que evidencia.
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Ante River existieron similitudes en muchos aspectos sobre cómo intentaba progresar Cristal desde atrás, sobre todo tomando en cuenta cómo River varió las presiones en muchos tramos disuadiendo cada intento de salida y provocando los errores. Universitario también lo incitó.
Es verdad que los cambios de jugadores se 'modifican' posturas, ejecuciones y movimientos (Alarcón p/ej.), pero en su momento dije que Cristal priorizaba llevar la pelota a un lado para DESDE allí lograr profundidad *manteniendo la amplitud*. El caso de los laterales es común.
Ya sea desde fuera o por dentro (como en St. Bridge), los movimientos de Dani Ceballos representan oro y callejones vacíos para jugadores como Vini JR. o Rodrygo por ese 'toco y me voy', romper, acompañar esa acción, adelantarse:
La secuencia es un poco más larga, pero es buena para observar los movimientos del Madrid: jugadores próximos, movimientos por delante, jugadores para apoyarse, vaciar espacios para luego llenarlos (Cama&Ceballos), infiltrarse...
¡Dani es quien recupera!
Así como sucede con Carvajal, Nacho en diagonal def., sin amplitud, los mediocampistas cerca de la pelota, Asensio en el sector fuerte, Rüdiger en prof. defensiva (que también realiza Alaba), Militão cerrando su ubicación, etc.
El Real Madrid son síntomas e identificación.
Lo comentaba el año pasado en los momentos de fútbol más lúdicos, pero es que no me salen equipos de la baraja que convivan tan bien y extraigan tanto rédito desde las bandas como el Flu de Diniz. Es un producto natural y vivo:
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A partir de esos 'hilachos' nacen jugadas irrepetibles, se convergen momentos y talentos complementarios, se hacen intercambios de pases fluidos, se potencia el engaño, aumenta la audacia y la gambeta se proyecta desde la mirada en cada control y pase.
Colocaba el último ejemplo, el más inmediato por lo que hace y cómo habita en dichas parcelas Jhon Arias: meia-atacante. De hecho, nada más al iniciar el partido y en las secuencias anteriores, se le ve yendo al sector de la pelota, tabelando, etc:
"El estilo criollo siempre puede superar el método europeo. Sabemos cómo vencer las tácticas europeas; nuestro estilo es el mejor para nuestra idiosincracia. No necesitamos ideas extranjeras; los hinchas argentinos desean virtuosismo, belleza y glamour".
'𝘭𝘢 𝘕𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘢':
Existe una recuperación, una narrativa conforme a los placeres y expresiones culturales que forjaron una identidad, un estilo de juego elaborado y de ataque libre que se ha impuesto a una serie de dogmas que exigen una reflexión inmediata en estos tiempos.
'𝘭𝘢 𝘕𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘢':
El Real Madrid de Ancelotti, el Fluminense de Fernando Diniz, el Bayern München de Nagelsmann también son ejemplos de ideales bohemios que rompen los moldes de la homogeneización. La Copa'22 de Argentina no es una simple coronación ni mucho menos, es un rejuvenecimiento total.
Repasando partidos de Fluminense en momentos muy puntuales, con altas o bajas y modificaciones, es realmente hipnótica la manera de variar, diseñar e innovar de sus jugadores en espacios cortos: ningún equipo se mueve en las bandas como el de Diniz. Plasticidad y espontaneidad:
Ya sea la manera de 'estructurarse' o 'alinearse' cuando se encuentran más por fuera para generar sorpresas por dentro o llegar del lado contrario. Son muchísimos los cuerpos que adecúa a su tiempo y forma mientras los pases van sumándose uno tras otro:
Fluminense consigue triangular de manera natural. Una de las cosas más valiosas que entrega su fútbol es que fluye de una manera muy particular indistintamente de la zona o espacio en donde se reúnan alrededor de la pelota mediante el pase o engaño:
Hace unos días había mencionado la claridad que posee el Bayern, como enroque, para generar salidas tan limpias. Mantiene sus rutas que, luego, hacen que tengan una gestación más puras. Las aproximaciones, movimientos, creación de espacios y llegadas son causas y efectos:
Cuando entra en ese modo 'arrollador', aparte que no tener misericordia por sus oponentes, genera sensaciones muy agradables por esos componentes que contiene su juego: abandono de espacios, activación en el sector de la pelota, diagonales, paredes:
Esta secuencia completa es una buena muestra de cómo consigue crear los espacios para progresar cambiando los ritmos. Las entradas y salidas, cuando está Sané, modifica hasta los perfiles-movimientos de quienes saltan a la presión. El puñal por adentro: