Tened en cuenta que las fotos del Cosmati Pavement están hechas desde los laterales porque está todo lo de #DaCoroneishon todavía expuesto y no te puedes acercar.
Añadiré unas cuantas del resto de la abadía porque… bueno, porque sí.
Vamos con lo gordo, que es lo que hemos venido a ver todos: el Cosmati Pavement.
MIRAD QUÉ MARAVILLA
Y sí, esa es la silla de San Eduardo con la Piedra de Scone todavía ahí. Que también es la primera vez que la he visto en directo (Escocia me cae lejos, hamijos).
Sobre el Coronation Theatre tenemos todo esto. La parte principal está frente al altar mayor, tal como se vio en la tele. La mampara que sirvió para tapar la unción está expuesta al final de todo, donde normalmente está la silla de San Eduardo.
En la Chapter House hay cosas interesantes: el suelo, del siglo XIII, y las vidrieras (restauradas después del Blitz), que tienen pequeños motivos referentes a la Segunda Guerra Mundial.
La Pyx Chamber, alias la cámara de donde Richard de Puddlicott le hizo la ROBACEÓN a Eduardo I.
Momento publicitario: lo de Richard de Puddlicott lo expliqué por aquí.
He jugado a rol suficientes veces como para saber que ahí debajo hay un artefacto místico de poder inenarrable escondido bajo las ropas de un personaje histórico cuyo cadáver jamás se ha encontrado.
Here lies la santa patrona de esta cuenta: Isabel I Tudor (también está María I, pero de la pobre apenas hay referencias) #Tudorismo
Monumento a los Príncipes de la Torre y la tumba de María Estuardo (con cabeza) #Tudorismo#másomenos
El techo de la Lady Chapel es una salvajada.
Para terminar, unos cuantos centeficos: Newton, Hawking, Darwin.
Y ya estaría. Mañana os cuento un poco sobre el Cosmati Pavement, que alguien me pidió un poco de explicación pero ahora estoy hecha polvo 😅
No me han dejado hacer fotos en las Diamond Jubilee Galleries pero solo diré una cosa: EFIGIES MORTUORIAS. EFIGIES MORTUORIAS EVERYWHERE.
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Hola panna cottas, hoy os traigo a un señor de esos que en inglés llamarían “bigger than life”. Literal y metafóricamente, porque el señor era gigantesco. Fue aventurero, escritor y antropólogo, y su vida fue una peli de acción constante. Esta es la historia de Peter Freuchen.
Su nombre de nacimiento era Lorenz Peter Elfred Freuchen y había nacido en Nykøbing Falster, Dinamarca, en febrero de 1886 (sabemos que fue bautizado el 20 de febrero, pero no el día de su nacimiento). Era hijo de un empresario y un ama de casa y tuvo una infancia acomodada.
Papá Freuchen quería que su hijo fuera una persona de bien, así que el joven Peter acabó sus estudios y se matriculó en medicina en la universidad de Copenhague. La cosa es que ya por entonces Peter tenía claro que lo suyo no era la vida tranquila y acabó abandonando la carrera.
Hola lionesas de nata, hoy os traigo a un señor que ante todo era un dandy. Un gentleman de la guerra. Un kingsman de darle candela a los nazis sin perder ni un ápice de estilo british, bombín y paraguas incluidos. Esta es la historia de Digby Tatham-Warter.
Allison Digby Tatham-Warter nació en Atcham, un pueblecito del condado de Shropshire, el 21 de mayo de 1917. Era un niño bien: su padre, Henry de Grey Tatham-Warter, era un terrateniente forradísimo de pasta que le procuró la mejor educación posible a sus hijos.
Por desgracia, papá Tatham-Warter murió cuando Digby tenía solo once años, a causa de los problemas respiratorios derivados de haber sido gaseado durante la Primera Guerra Mundial. Y claro, el pequeño Digby se crió idealizando a su padre y queriendo seguir sus pasos.
Hola napolitanas, hoy os traigo a un tipo poco recomendable: aventurero, estafador, posible colaboracionista y aspirante a rey. Más concretamente, a rey de Andorra. Sí, yo tampoco lo acabo de entender. Esta es la historia de Boris Skossyreff, alias Boris I de Andorra.
Boris nació en Vilna (Lituania) el 12 de enero de 1896 en el seno de una familia de la pequeña nobleza rusa. Eso tuvo sus cosas buenas y sus cosas malas: por un lado se pegó una vida bastante estupenda hasta 1917. Por otro, llegó la Revolución Rusa y tuvo que salir por patas.
Su primer destino tras huir de su país fue el Reino Unido, donde a través de un amigo accedió a un puesto en el Ejército Británico que mantuvo hasta el final de la Primera Guerra Mundial. Y aquí es donde empieza a bailar la historia de qué hizo este señor con su vida.
Hola roscones, para empezar el año os traigo una historia de amor, venganza, muerte, glamour y una señora que pasó de reina de la belleza adolescente a capitoste de la Mafia. Esta es la historia de Assunta ‘Pupetta’ Maresca.
Assunta nació en Castellammare di Stabia, al sureste de Nápoles, el 19 de enero de 1935. Era la única chica de cinco hermanos en una familia típica del lugar, que es lo mismo que decir que estaban todos metidos en la delincuencia hasta las trancas.
Su padre, Alberto, era un conocido contrabandista de tabaco; su tío, Vincenzo*, era el jefe local de la Camorra; y su otro tío, Gerardo… pues estaba muerto porque Vincenzo le pegó tres tiros y cumplió siete años de cárcel por su asesinato.
Hola mazapanes, el último hilo del año tenía que estar dedicado a las señoras que matan. Nuestra protagonista de esta semana tenía un solo objetivo en este mundo: matar a más gente indefensa que nadie en el mundo. ¿Lo consiguió? Esta es la historia de “Jolly” Jane Toppan.
En realidad Jane no se llamaba Jane. Su nombre real era Honora Kelley y había nacido en Boston el 31 de marzo de 1854. En un año su madre había muerto de tuberculosis y Honora había quedado a cargo de su padre, alcohólico, violento y conocido en el barrio como “el Chiflado”.
Cuando digo que al padre lo llamaban el Chiflado no es solo por las turcas que se agarraba, no. Es que el señor estaba como unas maracas. Una de las historias que se contaban por el barrio decía que se había cosido los párpados con aguja e hilo cuando trabajaba como sastre.
Hola éclairs, hoy nos reencontramos con nuestro sin par Rambo canadiense, Léo Major, para saber qué fue de él después pasarse la II Guerra Mundial liberando ciudades en solitario y haciendo prisioneros nazis a porrillo. Lo explicamos la semana pasada aquí:
Habíamos dejado a Léo de vuelta en Canadá, casándose con Pauline y trabajando como instalador de tuberías, que debe ser el trabajo más aburrido del mundo cuando te has pasado varios años siendo el tío más puto loco de tu regimiento. Pero qué se le va a hacer.
Durante unos años todo estuvo tranquilo, pero si la cosa acabase aquí no estaríamos en este hilo-secuela. Y es que en junio de 1950 estalló la guerra de Corea y, no está claro si por obligación o de forma voluntaria, Léo volvió a filas a pesar de que estaba hecho puré.