Mi instituto me ha ordenado que, como tutor, dedique noviembre al 25N. Para empezar, debo explicar que conmemora el asesinato de las hermanas Mirabal por el dictador Rafael Trujillo.
Voy a ir más allá, y a mostrarles la lista de todas las mujeres que se sabe que mató. Aquí está.
Aquí tenéis las páginas 5 a 8 del listado. Las personas que están resaltadas en amarillo son mujeres. Las otras... bueno, las otras qué más dan.
Aquí tenéis las páginas 9 a 12 del listado. Sin duda fue una dictadura terrible para las mujeres.
Aquí tenéis las páginas 13 a 16. Si os fijáis bien, en rojo están las hermanas Mirabal. Por ellas se celebra el 25N. Pobrecitas. Las mariposas.
Aquí tenéis las páginas 17 a 20, del listado de víctimas conocidas de Trujillo.
¿Qué me estáis contando? ¿Que hay muchísimos hombres que mujeres? Bueno, pero a ellos no los mataron por ser hombres.
Y aquí tenéis la última página del listado, junto a la portada de la fuente: el Catálogo de víctimas de la dictadura de Trujillo.
Si quedan dos minutos, quizá les hable de Rufino de la Cruz.
El vecino de las Mirabel, que heróicamente dio la vida porque una de ellas le preguntó si "se atrevería" a hacerles de chófer.
Quizá estos días hayáis visto titulares como este, diciendo que el Constitucional ha protegido a una madre que huyó de su maltratador.
La realidad es que ha legalizado el secuestro infantil, siempre que lo cometa una mujer tras poner una denuncia falsa.
Vamos a ver por qué.
La pareja se casa en 2016, se establece en Vitoria y tiene un hijo. En noviembre de 2020 él le pide el divorcio, y a los pocos días ella se lleva el niño a Coruña.
Él pide que las autoridades se lo devuelvan, y ella empieza a chantajearlo amenazándolo con una denuncia de VG.
Seis días después cumple su amenaza, y lo denuncia en los tribunales de Coruña.
Lo acusa de pegarle patadas, cogerla con el cuello con una sola mano y lanzarla contra una puerta, arrastrarla del pelo y lanzarla contra una librería... vaya, una paliza de muerte.
Absolutamente todas las veces que me topo con una absolución por violencia sexual, y me da por leer la sentencia, hay indicios de falsedad que se han dejado sin investigar.
Según la sentencia, la mujer se acostó con el hombre y luego lo acusó de haberla drogado para violarla. Aquí tenéis un enlace a la sentencia, y una captura con su versión: poderjudicial.es/search/AN/open…
El hombre (que se enfrentaba a ocho años de prisión) se libró porque:
1. En el hospital le hicieron análisis a la mujer, y no había rastro de droga. 2. Además tuvo la torpeza de decir que apenas había bebido. 3. Y de describir unos síntomas que no se corresponden con los reales.
Si os parece bien, vamos a ver la sentencia donde condenaron a este hombre.
Comprobemos que cuando una mujer acusa a un hombre de un delito espantoso, su simple palabra basta para condenarlo pero no para absolverlo. aragondigital.es/articulo/suces…
La sentencia está aquí:
El hombre estaba acusado de engañar a la mujer para entrar en su domicilio y una vez allí lanzarla contra la cama, desnudarla y violarla.
El tribunal dijo lo de siempre: que la palabra de la mujer es suficiente para condenar siempre que cumpla tres condiciones, y que además el tribunal haga un esfuerzo por justificar por qué consideran que es suficiente.
¿Que la denunciante de Errejón le mintió al juez en toda su puta jeta?
Pues nada, quitamos esa parte de la declaración y así podemos seguir dándole credibilidad al resto. Y por supuesto, ni se nos ocurra imputarla por falso testimonio.
- Primero dijo que no había firmado contratos.
- Luego que sí, pero que iba a donar los 54.000€ ganados.
- Ahora que con esa pasta se ha montado un negocio, pero que con los beneficios va a ayudar a maltratadas.
Voy a intentar explicaros por qué me llama tanto la atención la sentencia del caso Rubiales.
Tened en cuenta que el acusado y la denunciante daban versiones opuestas: él decía que le pidió permiso para besarla, y que ella se lo dio. Y ella decía que no. s1.elespanol.com/2025/02/20/act…
Ojo, ella no solo negaba que le hubiera dado permiso. También negaba que él se lo hubiera pedido.
Esto es un detalle importante, que por algún motivo no aparece en la sentencia. Pero sí aparece en los muchísimos artículos que cubrieron el caso.
Vale, tenemos dos versiones opuestas. Tu palabra contra la mía. ¿Qué motivos llevan al juez a elegir la de ella?
Pues... ninguno, en realidad. Solo dice que no le ve contradicciones, ni la ve inverosímil, ni cree que tenga motivos para mentir.