Thread by @Argemino

Elon Musk hizo el saludo nazi. Y lo hizo a propósito:
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Ya sé que todas las mentes lógicas, sobrias y preclaras dicen que bueno, que quién sabe, que es mejor centrarse en otras cosas más importantes.

Pero esto es muy importante, porque vamos a ver más de lo mismo en los próximos meses. Me explico:
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Elon Musk está siguiendo el manual de provocación que le funcionó tan bien a Donald Trump en la campaña de 2016: decir una barbaridad para polarizar y para distraer/dominar la conversación. Muchas veces, una barbaridad “negable”.
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Por ejemplo, Trump una vez sugirió que quizás “la gente de la Segunda Enmienda” (el derecho a llevar armas) podía “hacer algo” contra Hillary Clinton. ¿Pidió que la mataran? No, pero bueno, se entendió perfectamente. Fue un escándalo.
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O cuando le preguntaron, en directo, si rechazaba el apoyo explícito que le había declarado el racista David Duke, exlíder del Ku Klux Klan. Trump no lo rechazó. Se hizo el loco. Luego sí que lo hizo, pero dejó pasar un tiempo para que durara el escándalo.
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Suena raro tirarse piedras en el propio tejado de esta manera, ¿no? Pero, en un ambiente polarizado, funciona, porque estas polémicas fuerzan a los seguidores a elegir entre renunciar a su líder o defenderlo/justificarlo. Y siempre eligen lo segundo.
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Por eso el líder, continuamente, los obliga a elegir: los arrastra a su campo y los enfrenta al enemigo. Cultiva su lealtad. ¿Por qué es Trump casi invulnerable? Porque lleva años forzando a sus seguidores a elegir entre abandonarlo o defenderlo.
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Esto es exactamente lo que estamos viendo ahora mismo con Musk: si me gusta y simpatizo con él, ¿voy a tirar por la borda toda mi arquitectura mental política por un gesto dudoso? Al fin y al cabo, Musk se ha asegurado de que su clarísimo saludo nazi sea “negable”.
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Habló de su “corazón” mientras se lo agarraba antes de elevar el brazo, y todo el mundo sabe que tiene Asperger, que la ketamina la produce euforia y que en público suele hacer aspavientos y dar saltos en los mítines. Es un saludo nazi, pero un saludo nazi “negable”.
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Mirad de nuevo el vídeo: es un “Sieg Heil” perfecto, de manual: mano al corazón, brazo disparado, mueca de desprecio. Y además dos veces. Es un “Sieg Heil” inequívoco:

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Pero ya estáis viendo a quienes simpatizan con él diciendo que va, que bueno, que si “lágrimas de progre” y que si (esta es mi favorita) “los demócratas también lo han hecho”. Pero las fotos de los demócratas no sirven, hay que ver los vídeos:

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Musk ha hecho esta provocación a propósito: nos está dividiendo, está reforzando la lealtad de sus seguidores y aún encima está distrayendo de la tormenta de decretos (algunos anticonstitucionales) de Trump. Es el manual de 2016 al dedillo.
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Pero esto no lo han inventado ni Musk ni Trump. Está en la historia. Stefan Zweig decía que los nazis administraban a la población píldoras de shock cada vez mayores: dosis de veneno que elevaban la tolerancia de Europa a las fechorías.
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En EEUU la tolerancia ya está muy alta alta. El tipo que trató de perpetuarse ilegalmente en el poder en 2020, azuzando un asalto al Capitolio, está de vuelta. Ha indultado a cientos de sediciosos. La corrupción es estelar. Pero ya da igual. ¿Qué nos depara el futuro?
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Estamos ante un viejo manual de maltrato y de sometimiento. E irá a peor.
Mirad esta foto, ¿qué veis?
Como apuntaba Ezra Klein, estos no son los magnates del petróleo, ni de las finanzas, ni de las manufacturas.
Son los magnates de nuestra atención.
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