Lo que no sea impulsar la revolución es dejar Venezuela a merced del imperialismo.
El MCI tiene la obligación de denunciar la intervención sobre Venezuela, pero también interpelar a los comunistas para que combatan el derechismo en sus filas y tomen partido por la revolución.
En situaciones así es cuando más falta hace sentar las bases de una nueva Internacional como plataforma sobre la que dirigir la reconstitución del comunismo, la forja de la línea revolucionaria y la rearticulación del movimiento revolucionario a nivel mundial.
Por último recomiendo este hilo para conocer un poco la contradicción inherente dentro del chavismo entre la línea popular-proletaria comuna lista y la línea burguesa desarrollista como uno de los caracteres fundamentales de la revolución bolivariana.
También recomiendo escuchar esta playlist de YouTube titulada Chávez radical, que sintetiza los elementos más avanzados del chavismo. Como curiosidad, Chávez mencionó varias veces las comunas populares chinas como modelo del que aprender para Venezuela.
Si el fascismo es la dictadura terrorista abierta del capital, si es capaz de aunar en un movimiento de masas a todas las capas burguesas, el comunismo debe dotar de independencia ideológica y política al proletariado; éste debe constituirse nuevamente en sujeto revolucionario.
Si el fascismo de nuestros días busca implantar un programa total de ofensiva, de recrudecimiento de la explotación de clase y dominio burgués, los comunistas debemos organizar al proletariado en todos los frentes partiendo desde los centros productivos como núcleo base.
Un avance en el seno del MCE es el reconocimiento cada vez mayor de la etapa prepartidaria en la que nos encontramos y, ante todo, que el proceso de reconstitución del Partido Comunista no es el sumarse a tal o cual sigla, sino elaborar la estrategia revolucionaria en conjunto.
Es un paso adelante con respecto al período en el que cada destacamento se erigía como la nueva vanguardia que debía absorber y cooptar al resto de destacamentos o, sencillamente, considerar toda contradicción entre comunistas como antagónica y buscar aplastar a toda sigla ajena.
Ahora bien, este lento abandono del sectarismo que tantos años ha lastrado al MCE no debe hacernos caer en el oportunismo y pensar que el proceso de reconstitución del Partido Comunista es un proceso libre de contradicciones.
Sólo añadiría un apunte: si entendemos a Israel como ponencia imperialista y un enclave esencial del bloque imperialista occidental hay que abordar una diferencia cualitativa entre el proletariado israelí y el palestino: la existencia de sectores del proletariado israelí que +
al igual que pasa en Occidente, participan del reparto de los beneficios producidos por la expansión imperialista sobre Palestina y se conforman como una capa privilegiada (aristocracia obrera) que actúa de pegamento social justificador de la política sionista.
De ahí que llamar a la unidad del proletariado palestino-israelí sin abordar esta contradicción es en el fondo dar alas al imperialismo sionista y supone una posición política estéril alejada de una estrategia revolucionaria real.
«No hay nada que haya deseado tanto, o en lo que haya tanto soñado que escribir para obreros».
Esta cita escrita por un joven Lenin en 1897 en una carta dirigida a Axelrod condensa lo que debe ser el intelectual proletario: aquel que busca por todos los medios fusionar +
el socialismo científico con el movimiento obrero, el no subestimar la inteligencia del proletariado reduciendo éste a los meros problemas cotidianos sino buscar elevar a amplias masas del proletariado al nivel de la consciencia comunista revolucionaria.
Toda la obra de Lenin está orientada a cometer este fin, la fusión del socialismo con el proletariado. Si entendemos por intelectual al prototipo burgués Lenin es férreamente antiintelectual, pero porque representa a un nuevo tipo de intelectualidad revolucionaria.
«Dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrática» es un texto esencial de Lenin que refleja de manera magistral cómo las posturas más izquierdistas en lo teórico pueden devenir en la práctica en puro derechismo. Eso es lo que precisamente pasó con las tesis +
mencheviques que al calor de la revolución de 1905 defendían una actuación puramente proletaria, al margen de la toma del poder, una política de oposición y presión desde afuera a la burguesía democrática. Esta postura aparece como la consecuentemente revolucionaria, comunista +
pero Lenin rápidamente se encarga de señalar su error básico: bajo el pretexto de que nos encontramos ante una revolución democrática burguesa las tesis mencheviques rebajan el margen de actuación del proletariado al convertirla en una mera fuerza de oposición y no dirigente.
Uno de los aspectos principales del 18 de Julio es que no se trató de un golpe de Estado de viejos tipo, sino que una vez fracasado en la mitad de España los golpistas tienen claro que hay que llevar adelante una limpieza por todo el país, una guerra total.
Los fascistas cometieron un exterminio planificado desde los mandos militares y justificado por las instituciones judiciales que establecían en los territorios que conquistaban. No sólo asesinatos masivos, también disciplinamiento mediante la represión y el robo masivo a los +
asesinados. Miles de fortunas se comentaron sobre el exterminio que los fascistas llevaron a cabo entre 1936-1939 y muchas familias que hoy mandan están unidas con un hilo de sangre a aquellos años.